—¡¿Me estás diciendo que has hablado con Harry Styles?!¿Y estás viva? —Gritaba Brooke mientras se movía como una histérica a través de toda la cocina.
—Eres una exagerada, tampoco ha sido para tanto. —Le expliqué con un tono divertido.
—No sabes lo que estás diciendo. Ojalá hubiese sido yo. Dime que me vas a dar algo suyo.
—¿Qué? —Dije riéndome porque no estaba entendiendo nada de lo que me estaba diciendo y su movimiento de aquí para allá no ayudaba.
—Cuando vivas con él, madre mía, vas a vivir con Harry Styles, tráeme una camiseta suya.
—¡Brooke tú estás loca! —Le recriminé.
—No, no, y no. La que no está pensando claramente eres tú. ¿Sabes cuánto puede valer esa camiseta? —Me dijo mientras cogía una silla y se sentaba enfrente mía.
—Brooke... —La llamé con la voz más seria del mundo —Necesito que te centres. Estás delirando.
—Sí, tienes razón Dani...—Dijo mientras miraba apenada hacia el suelo.
En el fondo ambas sabíamos que esto había sido un numerito para ocultar su preocupación: si yo me voy, ¿quién va a pagar el resto del piso?¿Van a encontrar a un compañero a mitad de curso?
—Brooke he estado pensado en el piso. Y si todo es gratis como me han dicho, voy a seguir pagando mi habitación aquí.
—No puedes hacer eso Dani, ni yo ni Alex lo vamos a permitir.
—Pero entiende que yo no sé a dónde voy. Y este lugar es el sitio que considero mi casa, no puedo irme así como así.— En ese momento la miré y estaba más que emocionada.
A mí no me hacía gracia irme y mucho menos dejarlos. Cuando llegué aquí el primer año me recibieron con los brazos abiertos y hemos formado una pequeña familia. No puedo hacer que todo eso no ha pasado.
—Dani, vas a estar pagando por una habitación vacía, no tiene sentido.
—¿Quién te ha dicho que vaya a estar vacía? Si de verdad es que vivo con ellos. —Hice una pausa dramática para admirar la sonrisa de mi amiga— Tengo que tener un lugar a donde regresar y respirar, ¿no crees? Además, no creo que me lleve todas mis cosas. Aún no sé cómo es el sitio.
—El sitio será increíble Dani, pero prométeme que si todo sale bien, el año que viene dejas de pagar este piso pequeño y te buscas uno en condiciones.
—Trato.— Y con un apretón de manos sellamos el acuerdo.
►►
Había pasado una semana cuando me enviaron el correo para confirmar nuestra cita para firmar el contrato. El día había llegado. La reunión se iba a realizar en un gran edificio de oficinas de la ciudad, cosa que para mí, era exagerada. En el correo electrónico se me decía lo que debía hacer: ir a la entrada y dar mi nombre para que me indicaran la sala. Todo este asunto me sonaba demasiado formal si lo comparábamos con la reunión que había tenido con Rob, y con Harry, en la cafetería.
Así que con una hora de antelación me dispuse a salir de casa. Brooke me había ayudado a elegir qué ponerme, porque según ella debía dar buena impresión. Y en cierta manera sabía que tenía razón, pero mi relación con la ropa no es que fuese precisamente buena. Me miré por décima vez al espejo: llevaba unos zapatos de tacón bajo, unos vaqueros anchos y remangados. Todo el conjunto tomaba sentido con una camisa de flores que me había puesto un millón de veces y era una de mis favoritas.
Lo que no funcionaba era mi cara. Aunque iba ligeramente maquillada, la base de maquillaje no ocultaba mis ojeras. Me había pasado toda la noche en vela reproduciendo en mi cabeza todas las posibles formas en las que podría acabar la reunión. Finalmente, recordé las palabras de mi abuela: "no tienes nada que perder". Me recompuse como pude ante el espejo y memoricé esa frase en mi mente. Estaba lista.
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Our Song | Harry Styles
RomanceDanielle escribe canciones desde que tiene uso de razón. Para escribirlas, siempre se ha inspirado en novelas o en historias que su abuela le contaba. Su vida dará un vuelco cuando debe decidir si dedicarse a la música por completo, aceptando las co...