Cogí aire. Mis manos se aferraban al borde del asiento del coche. Rob estaba abriendo la puerta delantera mientras se movía para bajar. Los gritos de los periodistas inundaban mi cabeza. Mi pecho subía y bajaba con dificultad. La mano de Tamara se posó en mi muslo, lo que me hizo mirarla.
—Venga Dani, tenemos que salir. Ya verás que todo va a ir bien.
Miré hacia mis muslos y miré por última vez mi teléfono: Harry no me había contestado. Lo guardé y tomé aire despacio.
Cuando Tamara me miró, me sonrió y comenzó también a bajar del coche. Dio la vuelta y fue ella misma la que me abrió la puerta del coche. Me tendió su mano y la agarré para salir. Sin emitir sonido alguno me dijo: sonríe. Y eso hice.
A unos pocos pasos de distancia del coche comenzaba el inicio de la alfombra roja que llegaba a lo que supuse que era el photocall. A los lados de la alfombra habían muchos periodistas, pero también personas que supuse que eran fans. Tamara me soltó la mano cuando nos disponíamos a pisar la alfombra roja.
Nadie te conoce. No pasa nada.
—Dan, los chicos están al final. Recuerda todo lo que hemos practicado. Tú puedes —y dándome un beso en la mejilla se alejó de mi y comenzó a andar.
Todas las horas que habíamos estado preparándonos en el hotel Tamara me había enseñado a cómo tenía que posar, a cómo debía moverme. Pensé en mi madre y en lo orgullosa que iba a estar de verme allí. También pensé en mí y en la oportunidad que esto suponía. Sólo era una noche. Podía fingir ser famosa una noche.
Comencé a andar casi pegada a Tamara. Ambas seguíamos a Rob que se encontraba un poco más adelante. No me pilló por sorpresa cómo los fotógrafos decían el nombre de Rob y de Tamara. Lo que sí me sacó de balance fue escuchar mi nombre en la multitud. Me giré buscando con la mirada a la persona que me había llamada. Una chica con una cámara enorme movía con efusividad su brazo en el aire. Levanté mi mano y la saludé. Ella me sonrió para acercarse a su cámara y disparar.
Por el rabillo del ojo vi que Tamara y Rob seguían avanzando, así me que apresuré para alcanzarlos. Mi corazón latía a toda velocidad y la adrenalina comenzaba a hacer efecto en mi sistema. Me sentía con mucha energía y estaba sonriendo más de lo que había sonreído en mi vida.
Al llegar el final, había un gran photocall. Tamara volvió a agarrar mi mano para guiarme y rodear a los fotógrafos. Pasamos por un pasillo oscuro hasta dar la vuelta y estar en uno de los lados del photocall. Llevé mi mano a mi boca cuando vi que Adele estaba posando en el photocall. Unas manos se posaron en mis hombros y Tamara me dijo:
—Tranquila, no pasa nada. Tú puedes.
Tamara me soltó para ir junto a Rob al photocall. Tenía que esperar 10 segundos y salir.
Y así lo hice.
A medida que me acercaba a Tamara las luces invadían mi campo de visión. No veía nada, así que tomé aire y me coloqué a su lado. Los gritos, los flashes, eran abrumadores. No entendía como los chicos podían hacer esto con tanta facilidad. Todo se movía a cámara lenta, pero cuando Tamara empezó a moverse, todo el mundo volvió a andar a su marcha.
Cuando llegamos a la otra punta, Tamara me envolvió en un abrazo y no pude evitar abrazarla con más fuerza de lo normal. Mientras estábamos abrazadas dijo:
—Anda, mira quién esta ahí.
Rápidamente me giré hacia la otra parte del photocall, y cuando vi al rubio abrochándose su chaqueta una parte dentro de mí se emocionó. Los chicos estaban comenzando a entrar en el Photocall, los veía a todos menos a Harry. Mi corazón comenzó a latir más rápido de lo que ya lo hacía. Cuando los ojos verdes del castaño se cruzaron con los míos sentí mi mundo desfallecer. Los gritos de la multitud eran sofocantes. Levantó su mano a modo de saludo y se colocó en el extremo más cercano a la salida en la que nos encontrábamos. Llevaba un traje negro con una camisa negra también. En sus manos brillaban sus anillos y mi corazón se estrujó cuando vi que llevaba también el que le había regalado. Movió su pelo de un lado para otro, cuando comenzaron a gritar sus nombres.
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Our Song | Harry Styles
RomansDanielle escribe canciones desde que tiene uso de razón. Para escribirlas, siempre se ha inspirado en novelas o en historias que su abuela le contaba. Su vida dará un vuelco cuando debe decidir si dedicarse a la música por completo, aceptando las co...