Disco Quince: Cristal

536 62 35
                                    

—¿Por qué iba a estar celoso de mi?

—No sé, creo que no estaba razonando.

—Quizás le has hablado de mis músculos y se ha sentido mal.

—¿Cómo le voy a hablar de tus músculos, Harry? Sería la última cosa de la que hablaría. —Ante mi respuesta rodó los ojos al cielo.

—¿Y de qué hablarías? —Dijo en un tono divertido.

—Pues mira, hablaría de tu poca capacidad culinaria, de que eres el rey de la limpieza y de la forma en la que te apropias de las galletas.

El castaño rió y llegamos a casa. Estaba mentalmente agotada así que me quité los zapatos en la entrada y dibujé el camino hacia las escaleras. Me sorprendí cuando entré a mí habitación y Harry seguía detrás de mí. Mientras yo me dirigía a mi armario, se tumbó en mi cama y suspiró.

—Qué mierda de noche. —Dijo.

Al escuchar eso me giré para mirarlo. Se había tumbado en mi cama y su cara estaba iluminada por la pantalla de su móvil. Deslizaba su dedo por ella, así que sabía que estaba revisando alguna red social. Seguramente se comentaba las fotos que se habían filtrado.

—Pues sí, ha sido una mierda de noche. —Le contesté cuando dejé la ropa a un lado y me senté a su lado en la cama.

—¿Sabes lo que ha pasado? Claro que lo sabes. —Dijo con amargura. Sabía que se refería a las fotos de esta noche.

—Venga ya Harry. No es para tanto.

—Esa es la cosa. Que no debería ser para tanto. Que debería bailar tranquilamente, que debería disfrutar. Debería hacer lo que quisiera sin temer a las consecuencias escritas en un contrato.

No sabía por qué había dicho el último comentario. ¿Estaba Harry cansado de la banda?

—Y no, no me refiero a la banda. —Dijo tan rápidamente que me asusté pues no sabía si lo había preguntado en voz alta. —No sé, Dan. Hay tantas cosas que haría.

Se notaba que estaba hablando de algo más serio, algo más profundo. Algo que no había hablado con nadie, algo que nadie se esperaba.

—Yo soy una mierda consolando a los demás. —Le dije mientras me tumbaba a su lado. —Pero has aceptado esto, bueno, los dos lo hemos hecho. Sé que te encanta Harry y entiendo la parte mala, de verdad que lo hago. Sólo pienso que también deberías hacer las cosas un poco a tu manera. Hablad con Rob, con David, y sino, siempre puedes tener secretos.

Terminé de decir aquello sin saber muy bien lo que había dicho y sin saber si Harry me había entendido. Me giré para mirarlo y allí estaba con una sonrisa clavada en su rostro mientras miraba hacia el techo de la habitación.

—Esto puede ser el primer secreto. —Dijo al cabo de un rato.

—¿El qué?

—Nosotros.

Escucharlo pronunciar esa palabra refiriéndose a él y a mí, hizo que una mezcla rara de sentimientos comenzase a arremolinarse en mi estómago.

Desaparecieron al recordar todos los comentarios de Alex.

—¿Qué es eso de nosotros? —Pregunté con un hilo de voz.

No le encontraba mucho sentido a esta situación, ni a su comportamiento, ni tampoco a la respuesta que mi cuerpo estaba teniendo. Además, ¿qué es lo que yo quería escuchar?

—Ya sabes, pasar tiempo contigo. Me gustaría poder salir a hacer algo juntos. No sé, estamos aquí encerrados.

Eso quería escuchar. Había sido la respuesta perfecta.

Our Song | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora