Our Song | Harry Styles

Disco Veintiún: T'attend

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Abandonamos la casa lo más rápido que pudimos. Ojalá pudiese haberle dicho la verdad a Dani. Ojalá pudiese haberme quedado con ella en casa.

Resoplé lentamente y me recordé a mí mismo por qué razón hacía aquello. Me deslicé en el interior del coche y partimos mientras que Tamara me iba comentando ciertos detalles de la velada de esta noche. Ella no paraba de hablar y aunque yo intentaba seguir sus palabras mi mente estaba en otro lado.

Seguro que se va a enfadar contigo.

Y es que sabía que no me había portado bien con Danielle estos últimos días, pero había invertido tanto tiempo en prepararlo todo que sabía que debía alejarme para no estropear el momento. Cuántas veces fui hasta la puerta de su habitación de noche y tuve que darme la vuelta porque no encontraba las palabras adecuadas.

Pero todo eso iba a terminar si conseguía que esta reunión fuese exitosa. No solía ponerme nervioso con facilidad pero realmente, lo estaba. Intenté mantener un perfil bajo y mantener la calma. Y es que David Williams era un hueso duro de roer.

Cuando llegamos al restaurante, Tamara me recordó un par de detalles en la entrada. Ella suspiró por lo que entendí que estaba igual de nerviosa que yo en aquellos momentos. Le di las gracias y entramos en el restaurante.

Enseguida nos guiaron a la mesa en la que íbamos a pasar la noche. David y Rob ya se encontraban allí. En cuanto nos vieron se pusieron de pie, esbocé una gran sonrisa.

Empezaba la negociación.

—Que placer verte Styles, y a ti también Tamara —David nos estrechó la mano al igual que Rob y proseguimos a sentarnos a la mesa.

El ambiente del local era ligeramente abrumador. La música de fondo estaba alta y no me dejaba concentrarme en los pensamientos que estaba intentando ordenar en mi mente. Las luces eran bajas y la decoración en tonos negros, dorados y rojos del lugar le daban un cierto aspecto misterioso.

La velada fue avanzando entre conversaciones triviales que no llegaban a ningún sitio. Rob, por supuesto, intentaba hacer alarde de sus grandes avances desde que estaba de intermediario en la banda y de lo grande que iba a ser este nuevo proyecto.

También conversó un rato tendido con Tamara puesto que pertenecía a su equipo y había sido ella la que había programado esta reunión. Los empresarios no pudieron negarse cuando Tamara les explicó que yo quería negociar las condiciones de la banda. Estaba seguro que iban a aceptar aquella cita con rapidez. Estaban esperando a que alguno de los chicos diéramos un paso para comenzar a dejar la banda. Esto se comentaba en la prensa, en las redes sociales y decidimos usarlo en nuestro favor.

Cuando llegamos al postre la tensión de los directivos se podía notar en miradas cómplices y en susurros.

—Bueno Harry, no creo que hayas concertado esta cita por placer, ¿no es así? —David comenzó a decir después de pedir el postre.

—No, señor —lentamente apoyé mis codos en la mesa y entrelacé mis manos. —Como ya os he explicado por correo, me gustaría cambiar algunas cláusulas del contrato de la banda. En específico una.

—Pero para eso necesitarías la autorización del resto de miembros de la banda —comentó Rob a la vez que reía de forma nerviosa.

—Ya contaba con eso, Rob —fruncí el ceño y continué. —Tamara si puedes darme los permisos, por favor.

La rubia sacó una carpeta de su bolso y me la extendió. Aparté los platos de la mesa ante la mirada atónita de los hombres. Comencé a sacar varias hojas y las coloqué sobre la mesa.