NELSON FARIAS
—¿Otra carta? —le pregunté a Elena al ver el sobre color crema con ¿fotos?
—A ella le encanta escribirte —respondió sin más.
—¿Quien?
Hace un año he estado recibiendo cartas de una chica que sinceramente no tengo la menor idea de quién es, pero confiso que me causa algo de intriga, en parte me gustaría saberlo.
Quería conocerla, quería saber quien era la persona que se tomaba su tiempo en hacerme una carta cada vez que venia a Maracaibo. Nunca me había sucedido algo así, ni siquiera cuando empecé hacer las novelas en Venevisión. Todo era extraño, pero increíble a la vez.
Elena iba a responder pero luego me miró con diversión.
—Coño Nelson, así no —se le escapó una sonrisa —, no puedo, lo prometí.
—Casi lo dices y rompes tu promesa.
Ella hizo un pequeño puño y golpeó levemente mi hombro haciendo que soltara una carcajada.
—En fin, tómalo o le digo que no lo quisite agarrar y eres un mal—
—Cállate Elena —pedí con obstinación al agarrar el sobre. Ella siempre decía lo mismo.
Habían muchas fans abajo esperando a que salgamos, los muchachos estaban cambiándose mientras que Elena y yo estábamos sentados en el suelo, sí, en el suelo. Estábamos aburridos.
Aún no comprendo cómo fue que convencí a papá de hacer esto.
En media hora o menos lograremos bajar y estar junto a las fanáticas. Elena estaba aquí arriba porque es la mejor amiga de Gabo, y por lo visto la mensajera de mi admiradora tres mil.
Miré a Elena y luego miré el sobre.
—Esperaba que ella viniera —murmuré.
—¿Hiciste esto por ella?
Digamos que sí.
—No —abrí el sobre —, solo quería o esperaba que viniera para por fin conocerla.
—¿Y por qué tanto interés en conocerla?
—La curiosidad —Elena hundió las cejas —, y también es genial que alguien se tome su tiempo en hacerme una carta.
—¿Por qué es genial si has recibido miles de cartas?
No lo sé, es diferente.
—Ya para con las preguntitas, me estás obstinando —miré a Elena y ella solo rió bajito.
—Cuando no —dijo como si fuera lo más divertido en el mundo —. ¿Y Gabo no piensa bajar?
La miré mal y me levanté del suelo, ella me cogió del brazo riendo y diciendo que ya iba a parar con las preguntas.
—Gabo debe estar poniéndose de lo más guapo, ¿no ves que hoy verá al amor de su vida? —dije con cierta picardía que solo ella entendía.
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Carta » Nelson Farias
Fanfiction«A pesar de todo prometí no irme y mírame, aquí estoy» FANFIC. BORRADOR. ALGUNAS FALTAS DE ORTOGRAFÍA. DERECHOS DE AUTOR © NELSON FARIAS. ...