Carta » Nelson Farias

Capítulo diecisiete.

NELSON FARIAS

Eran las diez de la noche y ya creo que estaba pasado de palitos. Estaba consiente de lo que hacia o decía pero aún así me mareaba y me iba de un lado.

Y eso que solo habían pasado dos horas.

¿O eran tres?

Vi caminar a Nerea hacia mi. Tenia puesto un traje de gatubela. Se veía bien, tan bien que quise decir guao o en este caso miau.

En definitiva, estoy borracho.

—Mi amor, ¿por qué no me dijiste que regresaste en la mañana? —dijo sentándose en mis piernas.

Y de repente sentí la sensación que me estaban mirando.

Cosas de borrachos.

—Se supone que era secreto Nerea —dije frío.

—¿Qué tienes? —me tocó la mejilla —¿Quieres que esta gata te—

—Nerea no puedo hacerlo —confesé —. Me siento mal.

—¿Qué tienes? —volvió a repetir pero con preocupación en su voz.

—Te engañe.

—¿Me engañaste? —me miró confundida.

Asentí arrepentido.

—Fue un impulso, no quise. La chica se insinuó y yo no—

—¿Donde fue? —se levantó de mis piernas.

—Allá en Aruba y me—

—Bueno, fue un error. No volverá a pasar, ¿verdad? —me interrumpió.

Su voz fue neutral así que era buen momento.

—En realidad quiero terminar contigo.

Y el silencio en nosotros se hizo presente. La música sonaba mientras algunas personas bailaban a nuestro alrededor.

—¿Te-terminar conmigo? —Nerea empezó a retroceder mientras me miraba con tristeza.

Ehm... creo que fue mal momento.

Maldicion, no vuelvo a confiar en mi mismo.

Me levanté antes que Nerea hiciera un show y empezará decir o hacer cosas que luego se arrepienta.

—No hagas un escandalo —susurré.

—¿Qué no haga un escandalo? —murmuró.

Ehm sí... te lo acabo de decir.

¡Por dios Nelson no es momento para tus bromas!

—Nerea vamos adentro a discutir sobre esto, no quiero arruinarle la fiesta a la gente.

Empezó a reír sin gracia.

—No quieres dañar tu reputación que es otra cosa muy diferente.

Su voz estaba empezando a temblar y quise acercarme a abrazarla pero fue un caso perdido porque cada vez que lo hacia ella retrocedía.