Capítulo cuarenta y uno.

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SIDNEY RODRIGUEZ.

La arrechera se fue por el gran cañón cuando escuche a Nelson decir que le gustaría que fuéramos novios.

Es que... dios... no...

¡Me va a dar un infarto aquí mismo!

Mi corazón se aceleró más de lo debido, otra vez volvió la bendita punzada en el vientre, mis emociones estaban a mil por segundos, mis piernas comenzaron a flaquear, mis manos empezaron a sudar y justo ahora quise abrazarlo y decirle que yo también quería ser su novia, que quería que me amara tanto como yo a él, que me hiciera suya, bueeeeno tampoco así.

Pero no, no a todo.

No quiero que me vea como un juguete, que con palabras lindas ya este a sus pies. Quiero que me respete y vea que yo puedo ser algo más que su amiga, no que juegue conmigo como lo ha hecho con muchísima gente.

¿Me expliqué?

Y estarán diciendo: ay Sidney si eres dramática. Pero entiendan a uno, tengo catorce años de vida y solo he tenido un novio, y creo que ese ni cuenta ya que solo duramos una semana.

Sí, mi vida es triste.

Le agarre a Nelson un brazo soltando el cruce/amarre de ellos, coloque la ropa en su mano haciendo que se cayera todo.

Suspire.

—Solo ve a cambiarte en el baño, Farías —dije viendo la ropa en el suelo.

—¿Por qué eres así... conmigo? Yio te quiero mucho —habló agarrando mi mentón obligándome a verlo, él estaba sacando más su labio inferior haciendo un punchero.

Y se veía hermoso.

Todo en el era hermoso.

—¿Y como quieres que lo sea Nelson? Yo también te quiero mucho pero tampoco quiero que juegues conmigo como hiciste con Emily —me llevé las manos a la boca y cerré los ojos.

Maldicion, la cagué.

—¿Eso piensas de... mí?

No le respondí, solo abrí mis ojos y lo miré, mire sus facciones, rostro, ojos, nariz, cejas, mire todo en él.

Nelson tenia su mirada fija en mí, y como se notaba que estaba decepcionado.

Yo no sé porque dije eso, solo salió pero verga, ¿no puedo callarme siquiera una semana?

—¿Cómo puedes pensar eso, si yio...? Yio te quiero mucho, me gustas, yio quiero todo contigo, una vida, un romance, una película, todo, yio quiero ser mejor persona por ti, para verte feliz a ti, quiero que me veas y digas: él ha hecho tal cosa por mi, porque tú eres la única persona que quiero en mi vida, en serio.

¿Una película? Ignoré eso y me concentre más en lo demás.

Mis manos bajaron lentamente de mis labios y los entre abrí un poco. Estaba sorprendida, eso... no me lo esperaba.

Pero, es que...

¿Escucharon eso?

¿Escucharon lo que acaba de decir Nelson?

¡NO. PUEDE. SER!

Él me quiere, él quiere un romance conmigo, él gusta de mi, él es perfecto, él... ¡Dios mío, ¿qué hice en mi vida pasada para merecer esto?!

No sabia como reaccionar, y no era que quisiera reaccionar, solo que...

—Te pido una adelantada disculpa —interrumpió mi trance y pensamientos —, pero en serio no me aguanto más.

Carta » Nelson FariasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora