Carta » Nelson Farias

Capítulo sesenta y cinco.

SIDNEY RODRIGUEZ.

—Es un placer por fin conocerte Sidney —dice Neris apoyándose en la isla con los codos —. Nelson ha hablado de ti muchas veces, pero me mintió.

Hundí mis cejas.

—¿Mintió?

—Me dijo que eras la niña más hermosa que había visto pero para mí eres una jovencita muy bella —me regala una sonrisa haciendo que cada vez se me parezca más a Nelson —. De niña no tienes nada, te ves muy grandecita y eso es bueno, pero en lo de hermosa si acertó.

Sentí mi rostro caliente y desvíe la mirada hacia Elena quien hablaba animadamente con los amigos de Nelson.

—Gracias —murmuré y regrese la vista a Neris —. Y usted es mucho más linda en persona.

—No lo creo, los años me están afectando —responde arrugando su frente.

—¿Los años afectándole? —le pregunté fingiendo incredulidad —Quisiera estar así de bonita a su edad.

A la señora Neris se le agranda la sonrisa.

—Nelson hizo bien en escogerte —se dejo de apoyar en la isla y volteo hacia la nevera.

—¿Escogerme?

—Sí —asintió también con la cabeza —, él siempre busco a su chica indicada pero nunca llegó —agarró dos vasos y los lleno de refresco —, pero cuando por fin le mostraste tu rostro y quien eras en realidad, él vino alegre después de una semana. Se veía tan feliz por haberte conocido —murmuró tratando de disimular la sonrisa que tenia en su rostro —. Nelson decía que el día que te vio fue el mejor día de su vida —Neris regreso con los dos vasos de refresco, tenia una sonrisa llena de nostalgia y sus ojos tenian ese brillo peculiar. Dejo un vaso en frente de mí volviendo ella a estar en la misma posición de antes —, pero antes de ti estaba con una chica, esta se llamaba... ¿Emilia?

—Emily —susurré.

—Sí, ese nombre —me señaló —. Yo le había dicho que escogiera entre Emily y tú.

—¿Por qué? —la interrumpí.

—Por qué según él estaba empezando a sentir cosas por ti, cosas por una chica que solo le mandaba cartas.

—¿Así decía? —en mi voz se escuchó un poco de asombro, luego de eso carraspee mi garganta y cogí el vaso de la isla bebiendome su contenido.

Neris rió y imitó mi acción.

—Sí, pero, ¿sabes a quien escogió?

—No lo sé —respondí volviendo a dejar el vaso en su posición anterior.

—Te escogió a ti, y lo hizo bien —volvió a beber un poco del contenido de su vaso.

Yo sonreí mostrando mis dientes, ya sin importarme que Neris me estuviera viendo la dentadura.

—¡Nelson está por llegar! —voltee a ver quien gritaba — ¡Todos a sus posiciones! —volvío a gritar una chica morena y rellena ya teniendo la atención de todos.

Era nueve de abril y estábamos en La Llanada —digo estábamos porque vine con Elena y Yohn —, le iban a hacer una pequeña reunión a Nelson con sus amigos más cercanos aquí en el departamento. Habían como veinte personas adentro y divididas en varios grupos, algunas chicas con bastante cuerpo y varios chicos junto a Brayan, Yonny y otros muchachos que justo ahora no recuerdo sus nombres.

Neris me hizo una seña para que fuera hasta donde estaba ella y obedecí. Rodee la isla y nos agachamos juntas, ella tenia su vaso de refresco mientras que el mio seguía en la isla. Apagaron las luces y todo se volvió silencioso.