Capítulo treinta.

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SIDNEY RODRIGUEZ

Estábamos en hotel, habíamos llegado Elena y yo hace unos minutos y bueno, Gabo nos puso al tanto sobre la noticia, aunque no dio tantos dellates, solo que Nelson va a ser papá pero no es seguro si es de él.

—Ajá, déjemos el tema a un lado, ¿tú quien eres? —preguntó Víctor refiriéndome a mi.

¿En serio Víctor Ramón? ¿Despues de que me contaron toda esa vaina vas a venir a preguntar quien soy yo?

Aunque no mentiré, me emocione mucho cuando me miró.

—Sidney, una fan.

—La fan que le escribe las cartas a Nelson —respondió Elena al escucharme terminar de hablar.

—¡Elena! —me quejé dándole un golpe en el hombro.

Gabo sonrió y Víctor simplemente se me quedo mirando sin ninguna expresión en su rostro, luego chasqueo sus dedos y me señalo.

Tenia ganas de decirle que eso es de mala educación pero mejor me lo guardo.

—Conque tú eres el ángel —dijo Víctor con una sonrisa —, ¿tienes diecisiete?

—Tiene catorce —corrige Gabo —, y es un gusto por fin ver tu rostro completo, Sidney —estrechó su mano.

YA VA, PAREN TODO.

¿CARLOS GABRIEL ME RECORDABA?

PANA, GABO ME RECORDABAAAA.

Y por un momento sentí mis mejillas calentarse. Me estaba sonrojando y quería desaparecer.

Okey, okey, oKeY, tengo que relajarme.

Quise ser amable y estreche también mi mano pero esta temblaba como un chihuahua asustado.

—¿Por qué estás temblando si hace meses me conociste y hablamos?

Tenía tantas cosas que decirle, hasta tenia la respuesta perfecta a esa pregunta pero no me salia nada, estaba simplemente en shock de que Gabo me recuerde y además también recuerde mi edad.

Elena me miró con esa mirada que significaba que me iba a chalequear por mucho tiempo, yo decidí ignorarla pero sabia que eso no quedaría aquí, así que le respondió a Gabo por mí.

—Porque justo ahora la estas viendo como ella es realmente y no con el disfraz.

—¿Disfraz? —hundió las cejas Víctor en un gesto de confusión pura.

—La conocí en la fiesta del 31, cuando Nelson le termino a Nerea —Gabo miró nuestras manos juntas y siguió hablando —, ella estaba disfrazada de ángel y—

—Ah, Nelson me contó esa parte, qué la vio y supo que en realidad era su ángel.

«Y supo que en realidad era su ángel.»

¿Escucharon esooooo? NELSON PIENSA QUE SOY SU ÁNGEEL.

Mis mejillas de nuevo se sonrojaron y sonreí inconscientemente.

Hoy es el día para sonrojar a Sidney Andreina Rodriguez Suarez.

—¿Y por qué no se emociona así conmigo? —preguntó Víctor con una expresión falsa de decepción.

Carta » Nelson FariasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora