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Capítulo XXXII: Sitiate -Parte 2-

Skylar

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—Entonces... ¿Mi sello se rompió?

Skylar y Traian se miraron el uno al otro. A pesar de que ya conocían la postura de Cloe ante la posibilidad de que ellos participaran en la batalla, también era cierto que se encontraban en una situación ventajosa, puesto que Cloe probablemente sí formaría parte del frente en caso de ser necesario, además del hecho de que debía estar junto a su madre para proteger la mansión. Si ella salía, ellos también podrían hacerlo.

—Sí, al parecer algo quebrantó tu magia y eso te dejó muy débil, por lo que Marion abrió la sección prohibida y nos encerró aquí —respondió Traian, con una tranquilidad que sorprendió a Skylar.

El entendimiento ensombreció las facciones de Cloe. Skylar comprendió que, para la guarda, todo esto debía de ser como despertar de un mal sueño, solo para darse cuenta de que la verdadera pesadilla se encontraba a su alrededor.

—Ya veo... Tiene sentido. Lo último que recuerdo es esa horrible sensación, como si me hubieran arrancado algo del pecho... A partir de ese punto todo es demasiado confuso. El hechizo que empleé en la habitación del señorito Christian desgastó mucho mi MDL y todavía no estaba lo suficientemente recuperada, por lo que, al quebrantarse de esa forma tan abrupta, mi cuerpo no lo resistió... —Cloe había conseguido ponerse de pie y los observaba, aunque más bien parecía como si estuviese hablando consigo misma. Por suerte, se la veía recompuesta.

La chica pareció querer agregar algo más, pero se mordió el labio y desistió. Su expresión era tan transparente, que Skylar pudo vislumbrar en ella aquello que no se atrevía a preguntar: ¿Cómo es que se había recuperado tan rápido? Notó cierta vulnerabilidad en su mirada, pero de alguna forma, Skylar presentía que aquel no era el momento para hablarle de lo que ella y Trai habían hecho con el fin de ayudarla.

—Como podrás darte cuenta, nos encontramos en una situación muy interesante —comenzó a decir Trai, con inocencia fingida—. Tú tienes que salir y nosotros también, por lo que creo que la solución es bastante sencilla.

Cloe enarcó una ceja en dirección a Traian y cualquier vestigio de vulnerabilidad se evaporó.

—Veo que crees que tienes todo resuelto, primo.

Trai se encogió de hombros.

—Solo hablo desde la lógica.

Skylar sabía que Cloe y Traian compartían un vínculo familiar, pero hasta ese momento no había imaginado que pudieran ser tan cercanos. Ahora entendía por qué Cloe y Zafrina habían estado tan preocupadas por él luego de que este se aislase tras su encuentro en la azotea.

—¿Y bien? ¿Qué estamos esperando? —Traian se incorporó y extendió su mano a Skylar para ayudarla a levantarse.

Cloe parecía estar debatiéndose internamente.

—Cloe, sé que te encuentras en una situación complicada. Necesitas salir y sabes que, si lo haces, nosotros también lo haremos —comenzó a decir Skylar conciliadora—. Antes dijiste que entendías cómo me sentía... Entonces trata de entenderme ahora. No puedo quedarme aquí encerrada sin hacer nada. Si quieren que sea una líder, no pueden mantenerme al margen de una crisis.

La chica clavó en ella sus ojos grises, escrutándola. Finalmente, Cloe suspiró.

—La entiendo... —comenzó a decir—. Sé que quiere hacer lo que piensa que es lo correcto, pero ya escucharon a la señorita Freya, dio una orden clara...

—¿Y si no formamos parte del frente? —agregó Traian mientras examinaba el resplandor celeste proveniente de los anaqueles de cristal—. Tú misma dijiste que la magia que convocamos Sky y yo impregnó las paredes de la mansión, retrasando lo que sea que haya quebrado tu sello. ¿Cierto?