Carsten
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—"Todo marcha de acuerdo al plan. Ahora solo tienes que dejar de resistirte...".
El cuerpo en el cual residía se debatía y se resistía a dejarse poseer. La consciencia del chico humano con el cual estaba condenado a compartir su existencia, luchaba por el control del cuerpo con el que fue castigado. A Carsten le resultaba fascinante la fuerza de voluntad de aquel insignificante fragmento de alma.
Había vagado durante largo tiempo observando a los humanos, sus ambiciones vacías y propósitos inútiles, siempre limitados por sus cuerpos, su entorno y su fragilidad mortal. Había presenciado cómo la oscuridad era capaz de abrirse paso en ellos a través de las más insignificantes emociones: ira, desamor, tristeza, dolor. Deliciosos sentimientos que abrían de par en par sus almas, para ser corroídas por el caos. Su fragilidad era precisamente lo que los convertía en marionetas perfectas. No obstante, también era cierto que cada cierto tiempo se topó con algún que otro humano cuya alma era particularmente reacia a dejarse consumir, pues se aferraban con tal fuerza a los puntos de luz que podían rescatar de sus efímeras existencias, que resultaba incomprensible para Carsten. Aquel era el caso de Christian West, quien se resistía con uñas y dientes a dejarse poseer por la oscuridad que ya de por sí se hallaba en él.
Al morir su primer cuerpo, el alma de Carsten se dividió debido a que su concepción y nacimiento era lo que podría llamarse como una abominación de la naturaleza, algo que nunca debió existir. Según el orden natural, la oscuridad en sí no formaba parte de la obra divina. Era básicamente un error, un efecto colateral de la creación, pero no por eso dejaba de ser parte de nuestro mundo. Todo lo creado poseía su contraparte, lo que fomentaba el equilibrio de todas las cosas. Arriba y abajo, alegría y tristeza, luz y oscuridad.
Con todo esto, existía un principio básico e inquebrantable: la oscuridad pura solo podía ser conjurada o invocada, mas no engendrada. Por esta razón, los oscuros no eran capaces de tener hijos biológicos entre ellos y su única forma de engendrar era depositando su semilla en un receptor de otra especie. Dando como origen a las bestias. No obstante, su padre deseaba un heredero legítimo, un sucesor tan poderoso que fuera capaz de exterminar la luz de la Tierra. Aborrecía la idea de manchar su estirpe con un receptor impuro, de modo que decidió sacrificar parte de su alma en un ritual para engendrar un hijo, una criatura nacida de las sombras y las cenizas.
Lo que su padre no pudo prever, es que aquello que no era concebido bajo las leyes de la naturaleza estaba destinado a ser frágil e inestable. Fue así como el primer cuerpo biológico de Carsten no fue capaz de contener su esencia y poder, lo que lo llevó a sucumbir joven tras perder el control. Por esta razón, tras morir, parte de su alma fue sentenciada a vagar eternamente, mientras que la otra se extinguió, o al menos eso se creía.
El fragmento de su alma condenada vagó durante siglos, debilitándose cada vez más, mientras su existencia ya no conocía nada más que la agonía. Eso hasta que, después de un tiempo tan largo que no podía ser medido ni contado, algo cambió. En algún punto, cuando aquel fragmento de consciencia se encontraba al borde de la extinción, algo lo llamó de entre las sombras. Resultó ser que ese otro fragmento de alma no había desaparecido, sino que consiguió reencarnar después de cientos de años. Era apenas un atisbo de lo que alguna vez fue, casi imperceptible, pero ahí estaba, la oportunidad que tanto había esperado para recuperar su poder.
Fue así como Carsten encontró a Christian West, un joven cuya alma era la reencarnación del heredero al trono de la oscuridad, la pieza que le faltaba para poder regresar y caminar entre los vivos.
Ahora solo debía encontrar una pequeña abertura que le permitiera evocar la oscuridad que necesitaba, para hacerse con aquel cuerpo por completo.
Como quien toma un libro y lo hojea en busca de un título de interés, Carsten comenzó a buscar en la mente de su anfitrión, recorriendo cuidadosamente las memorias y sentimientos que había recopilado en sus años de vida.
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Fuego Celeste © [Disponible en Librerías]
FantasySaga Trono de luz y oscuridad. Libro 1: Fuego Celeste. --------------------------------- Una noche, Skylar Garroway despierta entre gritos y lágrimas debido a un dolor cortante que la desgarra desde adentro. Siempre había tenido pesadillas, pero nin...