Capítulo XLII: Failed

273 39 0
                                    

Skylar

-

—¡No! —la urgencia en la voz de Traian hizo que una sensación gélida recorriera todo su cuerpo.

Notaba sus esfuerzos desesperados para ingresar a sus pensamientos, buscando una explicación, un sentido a lo que estaba pasando, pero ella mantuvo su puerta cerrada. Aun así, Skylar todavía podía percibir las emociones de Trai, el pánico y la incertidumbre. La culpa oprimió su corazón, pero la reacción de Traian era crucial si quería que Carsten le creyera. Carsten tenía acceso a los pensamientos de Christian, por lo que seguramente debía conocerla tan bien como él.

"Lo que sea necesario".

"En este caso esto es lo que necesito de ti... Perdóname, Trai", pensó para sí misma.

Carsten enarcó una ceja en su dirección.

—No me malentiendas... Que te muestres dócil resulta exquisito, pero dime, ¿cómo puedo fiarme de que vendrás conmigo sin ningún truco de por medio?

Aquella era exactamente la respuesta que habría esperado de él.

—Porque sabes que mi familia es lo más importante para mí —las palabras salieron con facilidad de sus labios, porque eran completamente ciertas. Carsten le había hecho una propuesta que sabía que la pondría contra la espada y la pared—. Dame tu palabra de que estarán a salvo, e iré contigo.

El chico sonrió y tras unos segundos, asintió.

—Tienes mi palabra, princesa. ¿Entonces tenemos un trato?

—Sí —se forzó a responderle.

—Sky, no hagas esto... —Traian quiso acercarse, por lo que Skylar se dio media vuelta para encararlo. Necesitaba que se quedara justo donde estaba.

—Si hubiera otro camino lo tomaría, Trai, pero esta es nuestra mejor opción —le dijo, mientras se colocaba al lado de Carsten. Este último la observó de reojo, como si no quisiera perderse ni uno solo de sus movimientos.

—Siempre hay otra opción, podemos luchar. Sky, por favor, vuelve... —la súplica en la mirada de Trai amenazó con destrozarle el espíritu, pero se obligó a sí misma a mantenerse donde estaba.

Una carcajada brotó de los labios de Carsten y por un instante, sonó igual a Christian. Skylar tuvo que morderse el labio para evitar que su reacción llegase a su rostro.

—Esto es maravilloso. La historia se repite una vez más —a pesar de que Skylar no entendía a qué se refería, Carsten tomó sus manos entre las suyas y clavó sus ojos en ella, casi podía sentir cómo el fuego de su ojo derecho la quemaba por dentro. El tacto de su piel la hacía sentir enferma, su instinto tiraba dolorosamente de ella para que se alejase de él, pero se forzó a no demostrar ni un solo atisbo de estas emociones—. Ya veo... —Mientras la miraba, sentía como si Carsten pudiera ver a través de ella, escudriñando en su interior—. Selló tu mente para mantenerte a salvo, pero eso no quiere decir que sus sentimientos no salten a la vista. Cualquiera con ojos podría verlo.

Skylar frunció el ceño involuntariamente y se encontró con la mirada de Trai, quien apretó los labios y rompió su contacto visual con ella, al tiempo que una expresión indescifrable surcaba su rostro.

"¿Qué...?".

—Ah... el perro faldero no te lo ha dicho —continuó, al tiempo que la tomaba por la cintura y presionaba su cuerpo contra el suyo—. Aunque no tiene importancia, tú nunca serás de él, porque ya eras mía desde antes de nacer, pequeña híbrida. Y así, sello este trato que acabamos de establecer.

Fuego Celeste © [Disponible en Librerías]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora