El sonido de la música desbordaba por las paredes hasta llegar donde dos países totalmente diferentes estaban. Caminaban uno al lado del otro, pasando entre los largos y grandes arbustos del patio trasero de la gran mansión a la que fueron a visitar. El país de lentes oscuros tenía su atención sobre su acompañante, aquel portador de sol que se encontraba abrazándose a si mismo para no pasar frío. Su chaqueta se quitó al notar ello y la colocó sobre los hombros de Argentina, quién le miró con extrañeza pero terminó por sonreirle agradecido.
- Vaya noche... -Sus pasos se detuvieron un momento, observando el azulado cielo y aquel mar de estrellas que sobre ellos estaba- Alto patio tiene el nazi, ¿No? Ah..
- No es mejor que el mío. -El celeste y blanco soltó una alta carcajada ante lo dicho. El ego de USA era algo que no cambiaba en éste.
- Bue, no tiene rosas así que se saca un menos cuatro en puntaje. Y eso nos lleva a un total cero por ser tremendo pelotudo. -El cálculo estaba mal pero obviamente no le importaba.
- ¿Te sientes mejor? -Las miradas de ambos lograron cruzarse cuando aquella pregunta fue dicha y con eso, el argento terminó abrazándose a la chaqueta del mayor. Había recordado todo lo que el alemán le hizo- Lo siento, no debí preguntar...
- Nah, estoy bien. Luego lo cagamos a piñas, ¿Dale?
- Pff, ok.
Sonrisas surcando el rostro de ambos, miradas iluminadas por la luz de la luna, sus alientos chocantes y la forma en que estaban tan cerca. El silencio les dominó por una mínima de segundos cuando el norteamericano tuvo una idea que alegraría la noche del argentino. Y tal vez su noche también. Fue entonces que con atrevimiento hizo que las manos de ambos se rozaran hasta tomar la celestina mano del menor y entrelazar sus falanges. Argentina le miró con extrañes ante la repentina acción. Fue cuando escuchó...
- Me debes un baile, love. ¿Me permites esta pieza?
La música de fondo que provenía de la gran mansión no era de su importancia, porque sí arruinaba el ambiente romántico que USA quería formar pero solo era cuestión de que ambos desviaran su atención a otra cosa. Y eso era la sensación que en su pecho se formaba.
- Pa' que lo sepas, soy demasiado listo para caer en tus jueguitos, eh.
- Lo sé. Por eso me gustas.
<¿L-Le gusto?>, esas dos palabras quedaron grabadas en la mente del portador del sol, Estados Unidos no planeó decir eso tan abiertamente. Se le escapó y hasta llegó a pensar que su contrario se burlaría o lo juzgaría pero la reacción de Argentina no tuvo precedentes. Ahí estaba, esa sonrisa de tonto que solía aparecer cuando cerca tenía al estadounidense. Trató de ocultarla pero le fue imposible, incluso si su rostro desviaba. Bastó de eso para que USA tomara una iniciativa. Sacó su celular del bolsillo trasero de su elegante pantalón y una canción colocó. Un delicado y lento jazz se hizo presente, ¿Quería bailar con esa música?
- ¿Qué haces, boludo?
- Solo le doy ambiente a la situación. -La armoniosa risa del argento apareció, notándose levemente avergonzado. Ya cuando sintió la mano del más alto en su espalda, su mirada se dirigió hacia éste con tenue sonrojo- Things are looking up.. ~
¡¿USA ESTABA CANTANDO?!
Sentía que su corazón se saldría de su pecho cuando los primeros pasos comenzaron en la típica posición de un vals. Las anatomías de ambos se rozaban, sus calores se mezclaban. Era una situación que Argentina nunca imaginó pasar con aquella potencia que muchos odiaban. Su rostro estaba ocultó en el hueco que se formaba entre el hombro y cuello del cincuenta estrellas. Pasos lentos, dando vueltas sobre si mismos. Era mágico. Tan imposible que hacía pensar que esto no era más que un simple sueño.
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¡Maldito gringo! [USArg] CountryHumans
FanfictionEl odio y el rencor debían ser parte del pasado. Pero avanzar no es fácil, menos para alguien como Argentina que tantas decepciones había tenido a lo largo de la historia y con ello, la desconfianza que tomó hacía el resto creció. Entonces, ¿Cómo c...