꧁Capitulo 42: El latir de mi corazón꧂

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Se observaba frente al espejo de pie de aquel cuarto, sintiendo sumos nervios por lo que sucedería aquella noche. Vestido con una remera blanca de mangas cortas y pantalones negros altos hasta su cintura, observó el brazalete que su muñeca llevaba puesto. Usa lo había invitado a cenar para esa noche en un lugar del cual no quiso decirle su ubicación. Estaba arriesgándose demasiado al aceptar pero una parte de si no se arrepentía e incluso, tenía fuertes expectativas al respecto.

"Alta facha tengo", pensó al seguir viéndose. La ropa había sido comprada por el norteamericano para él, ya que, al aceptar quedarse a dormir en su territorio de forma tan improvisada, no tenía su propia ropa, ni siquiera un cepillo de dientes.

Decidió no pensar más y salir de una vez por todas del cuarto que sería suyo temporalmente por esa noche. Bajó las escaleras hasta el primer piso, donde debía encontrarse con quien sería su cita ese día. Y vaya que se quedó como bobo al ver a Usa. Estaba muy bien vestido, esperandolo en la entrada con un bello ramo de rosas rojas, llevando puesta una camisa manga larga color negro, con los primeros dos botones sueltos y unos pantalones de vestir del mismo color. ¡Claro que su lentes no pudieron faltar!

- You look beatiful, love. (Te ves hermoso, amor)

- Ah, si, gracias. -Con ciertos nervios respondió, quedando frente a frente del estadounidense, viendo aquellas flores que próximamente se le fueron entregadas y con gusto las tomó en manos. Tenía un aroma increible- Vos no te ves nada mal, pff. Gracias por las flores.

- You welcome, ha. ¿Estas listo?

La mirada de argentina se posó en como Usa le ofrecía su brazo derecho para ser tomado y poder guiarle a la salida, con cierta duda se aferró a éste, dejando el ramo de flores a un lado, cerca de un florero sobre una mesita de luz. Alguna sirvienta se encargaría de eso, estaba seguro.

- Listo.

Sería una noche maravillosa, eso tenía planeado el norteamericano.
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- ¿Y? ¿Me vas a decir a dónde me llevas? Boludo, alta curiosidad tengo.

- Ten paciencia, my love. ~

Argentina no era alguien de tener mucha paciencia, mucho menos cuando de una sorpresa se trataba, le gustaba saber las cosas en su momento. Tener anticipación a lo que en un futuro sucedería, para saber qué reacciones y decisiones tomar. ¡Era muy ansioso! Y aunque la idea de sorprendido por Usa era algo que le agradaba, no quitaba su deseo de saber más y más. Apoyó su frente contra la ventana de la puerta de aquel vehículo en el que se dirigían a su próximo destino, mirando los alrededores. Estados Unidos era el conductor, no sabía a dónde rayos iban pero ya había pasado una hora de viaje, suponiendo que el lugar les quedaría lejos. Por otro lado, el norteamericano se moría de ternura con la impaciencia de su amado. Tenía un plan para esa noche, haría que todo fuera perfecto y con esto, conquistaría al argento. Eso esperaba.

- Para un toque, ¿Por qué hay tanta gente? ¿A dónde van? -La emoción comenzaba a invadir su ser, la velocidad del coche había disminuido por culpa de la cantidad de personas que en el lugar había. Luces, música y olor a deliciosa comida se hacían presentes.

Pero lo que realmente llamaba la atención del argento, era ver a las personas tocar instrumentos en la calle, bailar, reír. ¡Parecía una fiesta! Usa buscó dónde estacionar, no había contestado la pregunta del latinoamericano por una razón. Ya se lo diría cuando bajaran.

- Llegamos, love. Baja con cuidado.

¡Maldito gringo! [USArg] CountryHumansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora