¡Maldito gringo! [USArg] CountryHumans

꧁Capitulo 40: Cambiar para continuar꧂

Era la mañana de un nuevo día en New York, Estados Unidos. Los primeros rayos del sol se asomaban por el ventanal perteneciente al cuarto de un hotel. Estos se mezclaban con el color de las cortinas blancas, aclarando con su luz la habitación y permitiendo ver un cuerpo de colores celeste y blanco recostado en una cómoda cama. La alarma resonaba desde un celular apoyado en la mesita de luz que permanecía a un lado del colchón. Lentamente abrió sus dorados ojos para ver que ya era temprano esa mañana, la reunión de aquel día se haría presente. Observó la hora, eran las siete de la mañana, debía ponerse de pie y eso hizo.Primero fue al baño para refrescarse, lavó sus dientes y rostro, se peinó y volvió al cuarto para encaminarse hasta sus maletas. Claro que al tomar en manos la ropa que usaría ese día, pudo notar en su mano derecha una nueva grieta que se había formado justo en la palma. Suspiró, con leve cansancio, ahora tomando unas vendas para colocarse y tapar la herida.Por otro lado, no deseaba ir demasiado elegante, solo usaría una camisa rosada, corbata negra y pantalones del mismo color. Por último, agarró su celular junto con su billetera y se fue.

- Puta madre, ¿Por qué tienen que ser tan temprano las reuniones en este lugar? -Se quejaba en susurros el latino de nombre "Argentina" mientras se dirigía al auto que lo llevaría a la Organización de las Naciones Unidas, su destino esa mañana.

Cuando subió y el coche arrancó, pudo notar en la pantalla de su celular que tenía un mensaje de cierto norteamericano.

Honey
My love, no te quedes dormido. Recuerda que la reunión es a las 8am. I see you later.

Si, lo que veían era correcto. Ahora nuestro querido argento tenía agendado de esa forma tan cariñosa a Usa pero nadie lo sabría nunca, ni siquiera el mismo estadounidense. Respondió con un "Buenos días" seguido de un "Estoy yendo, boludo".

Solo esperaba no quedarse dormido en la reunión.
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Ultimamente las reuniones de la ONU eran algo repetitivo ese mes, culpa de como el mundo se estaba haciendo literalmente pedazos y no encontraban solución alguna para convencer a los humanos de todo el daño que estaba siendo provocado junto con las vidas que se han perdido tanto en animales como humanos, y las próximas vidas que podrían perderse.

Argentina, a veces, se cuestionaba la existencia de los países. Se suponía que ellos debían proteger a su gente y su gente protegerlos a ellos. ¿Cómo tener fé en gente tan... oscura? Manchada por la corrupción, la maldad, la sangre en sus manos. Ser país siempre fue complicado pero estos últimos años eran un infierno. Y no estaba exagerando.

Pronto pudo encontrarse con la imagen de los pasillos que llevaban a la sala de reuniones. Si bien, deseaba que terminara tan pronto como empezaba, desgraciadamente tenía otra reunión en la casa blanca luego de esto. Y no, no es que el resto de países irían a la casa blanca también. Serían solo su presidente, él, Usa y Trump. Tenían... negocios pendientes.

- Hasta que llegaste, chingadamadre.

- Casi me quedo dormido pero acá estoy. Llegó el alma de la fiesta, ahre.

Antes de que pudiera decir otra palabra, la llegada de ONU le interrumpió. Todos comenzaron a tomar asiento en donde les correspondía. Pronto, su mirar logró cruzarse con el de cierto estadounidense que había entrado a la sala. Usa vestía un traje azul marino con corbata roja, usando sus típicos lentes oscuros, se sentó frente al argento. Pero, ¡Uy! Rusia también había llegado. Argentina sintió la mirada del ruso sobre su persona, causando que desviara su atención hacia su teléfono celular, fingiendo que miraba algo interesante allí. Ahora que recordaba, necesitaba hablar con Rusia sobre ciertos asuntos resueltos con el norteamericano. Actualmente todo estaba más calmo, por lo cual, le parecía buena idea hablar con el comunista al respecto.
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Cuando la reunión terminó, todos se pusieron de pie para comenzar a irse, agradeciendo por simple educación y despidiéndose de quienes eran sus amigos y/o vecinos. Por otro lado, Perú se había acercado al argento, quien estaba por levantarse de su asiento pero su amigo le llamó la atención. Esto fue observado tanto por Usa como por el ruso, quienes aún no se iban por juntar sus cosas.

- ¿Purecito? ¿Qué pasa, pibe?

- Quería invitarte a mi casa, pe. México, Chile, Venezuela y Ecuador van a estar ahí, los demás no pueden porque estarán ocupados.

- Uh, perdóname pero esta vez no puedo. -Eso dejó con una carita de tristeza al peruano, cosa que hizo sentir algo culpable al argentino. ¡Perú era su mejor amigo! Y nunca faltaba cuando de visitarlo se trataba pero...- Pasa que me tengo que quedar en Norteamérica, tengo otra reunión ahora.

- ¿Otra reunión? ¿Dónde? -Se veía interesado ante el dato del argento. Por otro lado, el país de lentes oscuros estaba dirigiéndose a la salida cuando escuchó a argentina mencionarle las razones a su amigo. Le fue inevitable sonreír con orgullo.

- Es que... Tengo que ir a la casa blanca, mi presidente tiene que hablar con el boludo de Trump.

Oh, si. Incluso Rusia escuchó aquello y para nada le gustó saber tal cosa. ¿Usa y Argentina en la casa del mayor? Demonios, le estaban ganando.

- Oh, entiendo, amigo. ¡Bueno, te veo para otro día, pe!

Finalmente la conversación había terminado, los últimos en quedar dentro eran Rusia y Argentina, quien despeinaba sus cabellos en muestra de leve estrés para terminar dirigiendo su mirar donde el euroasiático, quien se había acercado lo suficiente a su persona como para quedar frente a éste. Ambos de pie, mirándose.

- Así que, te quedarás en territorio estadounidense.

- Escuchar conversaciones ajenas es una invasión de privacidad, Rusky.

- Pff, lo sé, pero fue inevitable. ¿Estarás bien con ese capitalista?

- Se, solo serán unas horas y luego me vuelvo a mi territorio. -Sintió su mano derecha ser tomada por su contrario, causando que dirigiera la mirada hacia sus acciones, sintiéndose tímido por tan solo segundos ante lo que dijo

- ¿Por qué tu mano esta vendada?

- Ah, eso... Me corté cocinando. -Mintió pero de forma increible, Rusia le creyó. Porque para él, Argentina no era capaz de mentirle- Cuchame... Pasamos por mucha mierda juntos y sé que seguís sin confiar en el gringo.

- No confío. -Rápidamente respondió, el celeste y blanco soltó una baja risa por ello, sus manos se entrelazaron.

- Yo... no sé qué pensar pero siento que deberías darle una oportunidad. Se disculpó y en estos meses hizo un gran progreso. Dejando de lado que trató de matarme, robarte tu armamento y su idea de una guerra con Irán pero ya viste que dejó eso en el pasado.

- Usa es así, explota con facilidad y por eso no podré confiar nunca en él. Lo siento.

Imaginaba que el ruso le diría eso pero notaba en él un intento, aunque sea pequeño, en creer en sus palabras. Y eso lo llenaba de esperanza, donde deseaba que hubiera paz entre todos. Después de todo, cada país lo estaba pasando realmente mal con los actuales problemas en el mundo. Tuvo, entonces, que separar las manos de ambos para sonreirle de forma leve y dar unas palmadas al hombro su amigo. Era hora de irse.

- Esta bien pero pensalo. Nos vemos, Rus.

Rusia vio como aquel que se había vuelto dueño de su frío corazón, a paso tranquilo, se había ido de la sala. Todavía era difícil. Poder superar a Argentina le tomaría más que unos simples meses. Hace tiempo se dio cuenta que su amor jamás sería correspondido y lo último que le quedaba por hacer, era proteger al argento de aquel que sí obtuvo su amor.

Incluso si el mismo portador de sol no podía admitir su enamoramiento hacia el estadounidense. 

(人'∀｀)．☆．。．:*･°(人'∀｀)．☆．。．:*･°(人'∀｀)．☆．。．:*･°

Perdón por la tardanza, tuve un conflicto con esta historia para ponerme de acuerdo con ciertas cosas(? Y ahora, wattpad me anda rebelde y no me deja publicar bien capítulos de cualquiera de mis fanfics. 

Preparen sus corazones, porque pronto se viene algo muy emocionante UwU