꧁Capitulo 54: Cometiste un error꧂

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El color miel de sus ojos hizo contacto con el azul de los preciosos ojos de USA. Éste último pudo apreciar lo golpeado que Argentina estaba, teniendo su labio sangrando, un moretón en su mejilla derecha, un corte en su frente de donde caía sangre en forma de finas gotas y, por último, notó que su ropa estaba rasgada. Era de esperarse que aquel portador de sol se defendería pero lo habían lastimado tanto... Estados Unidos quería matar a China por eso. La furia que se mantenía en su interior se intensificaba y ardía cual bosque prendido en llamas.

— ¿No les dije que no lo golpearan? ¡Idiotas! —El subordinado tembló con miedo ante la sorpresiva ira de nuestro villano, incluso los demás países presentes se sorprendieron de aquello. ¿Nunca quiso que hirieran a Argentina?— Tsk, me encargaré personalmente de ustedes cuando todo esto termine. —USA pudo ver su oportunidad. Debía actuar rápido pero tener a Argentina allí presente complicaba las cosas.

 ¿Qué esta pasando...? China, vos... ¿Qué mierda estás haciendo? —Era comprensible que el celeste y blanco no entendiera la situación. Para él, era toda una sorpresa ver a China allí junto a un USA y UK heridos. Además, ¿Por qué apuntaba con un arma a su pareja? Su mirada recorrió la habitación y el cuerpo de los presentes. Fue en aquel momento en que notó que el pie del norteamericano sangraba demasiado— Le disparaste... —Susurró. Sus manos estaban atadas detrás de su espalda.

— Claro que lo hice y volveré a hacerlo si sigues haciendo preguntas.

Argentina estaba en completo shock, su labio temblaba, estaba claramente asustado al igual que sorprendido de la actitud de tal país al que conocía hace años. Jamás imaginó que sería capaz de atacar al estadounidense y su padre. ¿Acaso era por negocios? ¿Economía? Sabía que ellos eran rivales, de eso no había duda pero haber llegado a tal punto... era cruzar los limites. El argento tragó saliva en seco, observó a USA con terror y el norteamericano solo pudo sonreírle. Aquella sonrisa le dio un escalofríos a nuestro protagonista.

<No lo hagas...>, pensó aquel latino, como si fuera escuchado por USA, sabiendo que cometería una locura, <Te matará, no lo hagas....>

 No esperaba que tuvieras que ver esto pero estoy dispuesto a muchas cosas por ti, Argentina. —Al escuchar su nombre, no evitó dirigir la mirada hacia el asiático, notando que había dado media vuelta para apuntar a la cabeza de USA.

— No... ¡No! ¡No le hagas daño! ¡Por favor!  —USA ni se inmutaba. Al contrario, como si buscara provocar a China, apoyó su frente en la boca de fuego de aquella arma y le miró con total frialdad— ¡USA! ¡NO!

Sabes que esto no te matara, asqueroso estadounidense. Pero te mantendrá lejos de mis planes por un largo tiempo.

— Dispara. —Reino y Argentina se sorprendieron ante tales palabras, ninguno podía acercarse. Un mal movimiento y lo perderían todo en un segundo— Hazlo si tienes las pelotas.

— ¡NO!

Los gritos de Argentina, el arma que apuntaba su hijo, la traición que había hecho hacia su propio familiar. Todo, poco a poco, caía sobre UK como una ola llena de culpa. Karma. Esto era su culpa, jamás debió dejar que lo manipularan de esta forma. Estaba herido y pronto su hijo, su querido Estados Unidos, sería puesto a dormir. Rusia tuvo razón todo este tiempo, debió permitir que lo ayudara, debió detenerse hace tiempo. Quería llorar por culpa de la impotencia. ¿Qué haría? ¿Qué podía hacer en una situación como esta? No importaba si su vida estaba en riesgo, vivió durante muchos años en la sombra de otros, siendo sumiso de aquellos que siempre buscaban aplastarlo.

Pero no esta vez. No volvería a equivocarse. Argentina logró escuchar el sonido de un disparo, el quejido de una voz grave y la sangre salpicó su rostro. Aún observando la escena, tanto él como USA vieron caer a Reino Unido frente a China, con un agujero en su pecho producto de la bala que atravesó su cuerpo. Ni siquiera el asiático creía lo que veía, aquel país de habla inglesa había empujado al norteamericano para recibir de lleno aquel balazo y ahora yacía en el suelo, desangrándose lentamente.

¡Maldito gringo! [USArg] CountryHumansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora