¡Maldito gringo! [USArg] CountryHumans

꧁Capitulo 30: Duele꧂

11:00AM
Del día después
Territorio Argentino

Dos países amigos, uno de ellos sentado en un sofá de la sala que pertenecía a su hogar, el otro traía en manos un recipiente con yerba y bombilla mejor conocido como mate. Lo entregó a su amigo celeste y blanco, quien se encontraba sumamente pensante, razón por la cual tardó en reaccionar y tomar aquel mate en manos para luego beberlo y hacer una mueca. Demasiado dulce.

- ¿Muy dulce? Perdón, no sé hacer mate. -Una suave risa salió de los labios del argentino. Se imaginó que Venezuela luchó por hacer bien ese mate y estaba agredecido con ello, por eso no se quejaría. Lastima que la sonrisa que en su rostro se había formado terminó borrandose al escuchar la pregunta de su contrario- ¿Y bien?

- ...Bue, decilo. Sé que queres decirlo. -Venezuela suspiró, su expresión lo decía todo.

- Es que no lo entiendo, lo tuyo con ellos. Pana, esto es...

- Lo sé. No tiene sentido y es raro.

- Demasiado raro, marico. -Sus miradas se encontraron para luego ser el argentino el primero en desviarla y beber del mate que su amigo le había dado. Demasiado dulce pero podía beberlo- ¿Qué hay de Rusia?

- ¿Rusia? Uff, el rusky... Bueno, ya lo conocía de hace años pero nunca hablamos tanto como lo hacemos ahora. Tipo, no sé. Algo cambio entre nosotros desde ese día en la joda del amigo. -Venezuela escuchaba comprensivo, aceptando las palabras de su amigo y estando de acuerdo con él- Algo se magnificó, qcyo.

- No entiendo.

- Mira... Yo conocí a Rusia hace años gracias a su viejo. -El venezolano se quedó algo sorprendido, aunque no tanto. Había escuchado los rumores de su amigo y URSS pero no pensó que serían reales- Pero después de la muerte de su padre, dejamos de hablar. Solo teníamos encuentros por nuestros presidentes. Se supone que yo debía estar para él pero no fui capaz, tenía mis propios problemas existenciales.

- Pero cambiaste, Argie. -Apretó el mate en sus manos, escuchando atentamente al tricolor y mejor amigo suyo- Eras un puto engreido, rencoroso y siempre te aislabas de todo el mundo pero cambiaste, marico. Ahora demuestras más tus sentimientos.

- Cambiar me llevó a esto, boludo. Ahora quiero a dos paises que se odian entre si y no sé qué hacer. Encima altas potencias son. No sé qué elegir, no sé si deba elegir. Me siento alto pelotudo, egoista y...

- Veamos, detente ahí.

Venezuela ya notaba lo mal que empezaba a ponerse el argentino. Dijeron que hablarían sobre lo sucedido en la fiesta de Alemania y planeaba hacer que el celeste y blanco se aclarara con esa conversación, no que se tratara mal a si mismo. Como su amigo, debía ayudarlo. Razón misma por la que tomó el mate que en manos del portador de sol estaba, volvió a ponerle agua y se lo entregó, sentandose a su lado, dedicando una sonrisa llena de confianza y cariño a su amigo.

- Vamos uno por uno. Insultarte a ti mismo no ayudará a que te aclares, mamahuevo. -Argentina suspiró- Ya me hablaste de Rusia, ahora dime qué sientes por él.

El silencio reinó por parte del portador de sol, quién se quedó pensando en lo dicho por su amigo. Necesitaba pensarlo, ¿Cierto? Solo... ¿Qué sentía por Rusia? ¿Qué había hecho Rusia por él? ¿Qué había hecho él por Rusia? Cuando se miraban a los ojos, ¿Qué es lo que sentía? ¿Seguridad? ¿Amor? ¿Duda? ¿Culpa por lo sucedido con su padre? ¿Le debía algo? ¿Quería algo de él? Fueron minutos en los que su mente se encontró divagando por un respuesta clara y al tenerla, supo responder.