Como si de una novela se tratara, actualmente ambos, estadounidense y argentino, se encontraban bailando de forma lenta un bello vals en medio de un parque, cercanos a una fuente mientras disfrutaban de la música y la vibra que les rodeaba en aquel momento. Argentina recostaba su rostro contra el hombro ajeno, abrazándose a su amigo, mientras éste último rodeaba su cintura, observando el cielo estrellado y sintiéndose más completo que nunca. ¿Quién no podría estarlo? La persona que tanto amaba estaba bailando con él, habían cenado, conversado y hasta reído juntos en una tranquila noche como aquella.
Pedía que no se terminara nunca, incluso si sentía como un adolescente enamorado, su corazón estaba más vivo que nunca. ¡Sentía que finalmente había llegado a Argentina! Y que quizás, éste podía sentir lo mismo que él.
- Hey, love. Quiero mostrarte algo.
El argento, sin detener sus pasos, observó al norteamericano a los ojos para preguntarle qué era lo que deseaba mostrarle. La verdad estaba demasiado cómodo y tranquilo teniendo aquella danza con él como para separarse. Pero ante la entusiasmada mirada de su ajeno, no rechazó su oferta. Los pasos de ambos se detuvieron, tomados de las manos, comenzaron a caminar lejos de todo el tumulto de gente. No sabía dónde los llevaba Usa pero no tenía miedo, confiaba en él.
Demasiado.
Luego de unos minutos caminando, logró ver entre las luces y los arboles, una plaza central alejada de todo el festejo. Era un lugar de paso para descansar o simplemente sentarse en los bancos bajo los faroles a mirar las estrellas. Argentina sonrió y apresuró el pasó, adelantándose para terminar sentado en un banco de madera cubierta en pintura blanca, esperando a que Estados Unidos se sentara a su lado. Y cuando lo hizo, la conversación comenzó.
- Gracias. -Fue Usa el primero en hablar, rompiendo el silencio, observando al argento- Por venir aquí conmigo. Por confiar en mí.
Argentina, antes de contestar, pensó un momento las palabras que usaría. ¿Confiar en Usa? Era difícil de creerlo pero sí, confiaba en él. Hace años confió en ese norteamericano, incluso si todo entre ellos se arruinó con el pasar del tiempo, se daba cuenta que nuevamente confiaba en aquel de cincuenta estrellas.
- Hace unos años, cuando tu viejo me declaró la guerra por Malvinas... Yo estaba metido en muchos problemas y no sabía qué hacer. -Usa escuchaba con suma atención, no entendía porqué Argentina le comentaba esto- Y estaba asustado. Había perdido a Sándwich y Georgias, también demasiadas vidas humanas en una guerra. Me estaba recuperando de una dictadura. Todo era un desastre. Así que tomé a mis hijas, me subí a un avión y acabé en la Casa Blanca. Buscándote. No estabas ahí pero...
- ... ¿What? -Podía notarse lo sorprendido que se encontraba, no era de esperarse menos y Argentina lo sabía- ¿Niñas?
- Soledad y Malvinas. -Explicó. Su sonrisa se había borrado de repente- Soledad seguía con vida en ese momento.
- ... But, ¿Why no había escuchado de su nombre antes?
- Alguna vez existieron reinos, países, o lo que sea, mucho más antiguos que nosotros. Pocos los recuerdan, y sé que mi pueblo recuerda a Soledad. Incluso si ella murió cuando era solo una bebé. Malvinas ocupará el mando cuando cumpla la mayoría de edad, pero eso no me incumbe, es tema de UK. -Era cierto, si bien pensaba todo el tiempo en su pequeña Malvinas, nunca olvidaría a su otra hija, Soledad. Consumida por el dolor y olvido de una sangrienta guerra, como consecuencia de una victoria, ella fue perdida en las memorias de su pueblo y ahora la única que existía por ambas, era Malvinas.
- Im sorry, love...
- Bueno, la cosa es... -Quiso continuar con el objetivo de aquella conversación, la cual se había tornado ligeramente nostálgica- Que una parte de mí siempre confió en vos.
El estadounidense se había quedado sin palabras, no podía dejar de mirar al argento, pensando en todo lo que ha tenido que pasar durante su existencia. Saber que fue a buscarlo durante esos años de guerra, donde claramente le traicionó al no cumplir con el tratado del TIAR, fue algo impactante. Cuando Argentina más confió en él, lo abandonó y desde ese momento, las cosas nunca volvieron a ser las mismas. Se maldijo internamente, la culpa jamás se iría pero el cambio permanecería y juraba por su vida que nunca más volvería a dañar al portador de sol. Terminó por unir las frentes de ambos, tomando por sorpresa al celeste y blanco, quien solo pudo sentir su respiración acelerarse, mientras cerraba sus ojos y las narices de ambos se rozaban. Sus corazones estaban golpeando cual martillo.
- Una vez me dijiste que no soy un frasco vacío y que tengo guardados muchos sentimientos, Argentina.
Las mejillas del latino estaban explotando del calor, su mirada se posó un segundo en el norteamericano, sus rostros seguían cercanos.
- Si, te lo dije. ¿Y eso...?
- Estos sentimientos se han mantenido guardados por mucho tiempo, temía que alguien volviera a lastimar my heart, love. -De nueva cuenta sus rostros se habían separado, para disgusto del argento- Y puedo entender si me odias, lo entiendo. No te lo he puesto fácil.
- Usa, yo no...
- Tengo una lista, ¿You know? De todas las formas en que amarte ha cambiado mi vida. -Era su momento, era la hora. Necesitaba decirlo, necesitaba soltar todos esos sentimientos guardados desde hace meses. Necesitaba decirle la verdad. Había tomado sus manos, Argentina se sentía nervioso. Presentía que algo grande se aproximaba e imaginaba lo que Usa estaba por decirle. Eso solo lograba aumentar sus nervios tanto como sus ilusiones- Estuviste a mi lado cuando necesitaba un amigo. Me hiciste sonreír, me hiciste bailar, me hiciste confiar nuevamente en el amor. Sé que no soy tu primer amor, pero intento ser el último. Tome el tiempo que deba tomar. Lucharé por ti, love. Because i love you.
Sentía que su corazón iba a salirse, le costaba creer lo que estaba sucediendo en aquellos precisos momentos. Pudo esperar cualquier cosa de aquella salida o, más bien, cita. Pero, ¿Esto? ¿Saber que Estados Unidos, una de las primeras potencias mundiales, estaba enamorado de él? Si, fue un golpe en su realidad y aunque siempre pudo notarlo, que se lo dijera de forma directa no era menos impactante. Sinceramente... había esperado por esta confesión hace tiempo. Le hizo saber que no estaba loco al sentir el mismo amor por el norteamericano. Porque aunque los años hayan pasado, durante estos últimos meses no pudo evitar encariñarse con él. Sonrió, sonrió como hace tanto tiempo no lo hacía y de forma inevitable, abrazó con fuerza al mayor.
- Sos un boludo... Pero sos mi boludo. También te amo, honey.
Entre tanta felicidad, entre miradas llenas de amor, hicieron lo que hace tanto tiempo esperaron lograr hacer. Unir sus labios en un profundo y deseado, amoroso, y hasta largo beso. Porque la República Argentina amaba a los Estados Unidos de América. Los dos se amaban. Estarían juntos a partir de ahora, para siempre.
(人'∀`).☆.。.:*・°(人'∀`).☆.。.:*・°(人'∀`).☆.。.:*・°
Sean felices <3
Casi lloro con este cap, incluso si pienso que no me quedó muy "wow".Al final, como es mi historia, decidí poner a Soledad y Malvinas como hermanas. Malvinas, después de la muerte de su hermana, tomó la responsabilidad de reemplazar cada rol que su hermana debió tomar. Eso sí, sin saber que tenía una hermana. Algo que será explicado próximamente junto con las razones de UK para mantener a Malvinas alejada de su verdadera identidad.
🌸 IMPORTANTE 🌸
Si quieren hacer preguntas sobre el fic, los personajes o yo , ¡No duden en hacerlo y contestaré todo! Aprovechen ♡
💕 Preguntas aquí 💕
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¡Maldito gringo! [USArg] CountryHumans
FanficEl odio y el rencor debían ser parte del pasado. Pero avanzar no es fácil, menos para alguien como Argentina que tantas decepciones había tenido a lo largo de la historia y con ello, la desconfianza que tomó hacía el resto creció. Entonces, ¿Cómo c...