-MI CAMINO X-Después de haber puesto en un encantamiento sobre el mapa y pegarlo en una pared a fin de que si alguien que no fuese yo entrara a mi cuarto y viera su alrededor, no tendría la oportunidad de encontrar el mapa sino sólo un cuarto normal y corriente, pero si entraba yo y recitaba las palabras claves, aparecería.
Primero estaría en Encantia tal vez una semana, creo que es el tiempo estimado que me tomaría aprender todo lo que ese hechicero real me enseñaría, además mataría dos pájaros de un solo tiro, también aprendería modales y como ser princesa con Sofia.
— Regresaré a Auradon, si es tan sutil de avisarle a mi tutora —
Comenté con fastidio, sintiéndome como mi ira era consumada. La señorita Fauna lo cual la relajo a ella , encima de que tenía órdenes estrictas de que no debía dejarme ir
— Me temo que eso no se podrá, las cosas allá no están tan niveladas como para que usted regresé, además que la hada madrina no está exactamente en condiciones para recibirla —
Pero después de lo que el hada Fauna me dijo, no sabía sinceramente que hacer, pues por un lado estaba el hecho de que quería ayudar de verdad, tomar riendas en el asunto, pero el hada madrina sabía de mi potencial y tal vez sabía que no estaba hecha para esto y que por eso debía quedarme en mi lugar y seguir mi viaje para aprender, en cuanto a mi estadía en un castillo ni sería mucho, aunque había algo que me inquietaba y era el hecho de que tal vez y solo tal vez, se tratará de una amenaza tan gran como mi madre, es decir, sé que estaba en la isla de los perdidos, aun así ella no era la única con poderes tan tenebrosos, también habían otros seres místicos, lo cual ponía como hipótesis el hecho de que haya unido fuerzas con otros villanos para atacar, aunque el hada fauna dijo que era por todos los mundos, no sólo Auradon.
Con mi ceño levemente fruncido me crucé de brazos y mire a mi alrededor, pero fueron cuestiones de segundos cuando divisé cerca de la parte baja de mi cama algo moverse, fruncí aún más mi ceño y desenvaine mis manos acercándome lentamente a la cama donde el intruso se hallaba bajo ella.
Entonces me aleje y tome un respiro para enfrentar lo que fuera, recitando un encantamiento:
Te ordeno, te mando, lo que estás abajo a mi mano
Y de un impulso, algo se disparó a mi mano y lo atrapé cerrando mis ojos, con miedo a que fuera algo terriblemente horrible, pero al abrirlos me di cuenta que se trataba de un.. ¿Conejo? ladee la cabeza mirando al conejo del cual tenía agarrado de las patas y temblaba entre mi mano, moviendo pequeña nariz de una manera rápida y pro ocupante, aunque sinceramente era normal en un conejo y también su pecho agitado.
— eres un usurpador ¿de dónde saliste? —
Cuestione con una ceja alzada. Pero prontamente como pregunte esto, sabiendo que no recibiría respuesta, algo fuera del castillo estalló, a tal magnitud que movió el cuarto completo, como si de un temblor se tratara, fruncí mi ceño y mire al conejo, quien me miraba asustado y luego a la ventana, lo solté dejando que cayera sobre la cama, mirando en dirección a la ventana, al parecer también intrigado por lo que estuviera fuera.
Camine hacia la ventana y de un solo movimiento hice que las cortinas se apartaran, dejándome ver un enorme destello aún puro, mostrando un círculo perfecto en el cielo como si se tratase de un espiral que rodeaba algo en particular, del anillo relucían rayos que caían sobre toda Encantia, algo sinceramente extraño, fue entonces cuando divisé a los lejos como la aldea estaba siendo atacada y descifre que tal vez el destino quería que esta fuese una prueba para mí y que debía actuar rápido.
Baje las escaleras a toda prisa, dejando atrás todo y con un amago realice mi cetro, los sirvientes y personal del castillo miraban desde las ventanas lo que estaba sucediendo, cuando el señor Baileywick gritaba todos ellos que cerraran las ventanas y protegieran todas las entradas posibles.
¿Dónde estaba Sofía y sus hermanos? Era lo que me preocupaba, pues sabía perfectamente que a Baileywick igual, entonces antes que una de las mucamas cerrará una puerta, salí por ella, pero la chica me detuvo gritando:
— princesa, es peligroso estar fuera, por favor entre —
Hice caso omiso a su petición y corrí hacia el tornado que ahora se estaba formando, descifrando el punto exacto de donde provenía, pues se trataba de una cueva en particular en lo alto de una montaña.
— LOS PEGASOS SE ESTÁN ESCAPANDO —
Oí decir a un hombre, mire en su dirección para luego descifrar qué se trataba del granjero, próximamente fue Sofía quien tomó las riendas de los dos pegasos que estaban a punto de volar.
— Los tengo señor Memphis —
— Muy bien Sofía —entonces fue cuando se acercó a ella y tomó las riendas de los caballos alados para llevarlos, Sofía entonces miró hacia el enorme tornado.
Corrí tras ella con el fin de decirle que entrara, pero el granjero le gritó antes:
— Sofía, será mejor que entres esta ventolina está cada vez más fuerte —
— No puedo señor Memphis, por favor présteme a Minimus, debo saber que la aldea está bien —
Seguidamente el pegaso Minimus sobrevoló la cerca y terminó aterrizando a duras penas al lado de Sofía, aunque se le veía serio, sus piernas temblaban.
— tranquilo Minimus, todo estará bien —el caballo pareció relinchar y ella simplemente le respondió— solo investigaremos qué sucede, te prometo que no te meteré en líos —nuevamente el caballo relincho con fastidio, fue entonces cuando Memphis corrió dentro del establo y lo cerró.
Y cuando se dispuso Sofía a volar le grite:
— SOFIA —
Exclamé a gran voz, entonces ella dio un giro sobre su Pegaso y me descubrió.
— Meido no deberías estar fuera, debes entrar, es peligroso —
Intentó detenerme y la mire con burla, apoyándome en mi cetro y mirándola.
— ¿en serio? Lo dice una niña dos años menor que yo, con todo respeto Sofía, ya he tenido batallas, en cambio tú —
— Lo sé, Meido, pero también como tú he tenido muchas misiones, además este es mi reino, no el tuyo —
— Aún así iré, Sofía y no lo impedirás —
Sofía quedó en silencio y rodó sus ojos, mirando hacia el frente y asintiendo, entonces fue cuando llamó hacia el establo, un nombre singular: Beckendorf.
Y fue así como de, establo emergió un caballo alado negro, de melena pulcramente blanca como la nieve y unos ojos azules eléctricos, cruzando la cerca y llegando a nuestro lado.
— El será tu compañía ahora, cuídalo bien —
Y otra vez, de vuelta a las alturas.
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Descendientes: Un viaje hacia el mañana...
FanfictionDespués de haber luchado contra Maléfica, la pobre de Meido jamás hubiera imaginado que hay cosas peores que el mal, como el lidiar con los buenos que la tachaban de malvada. - necesito un respiro - Acompaña a Meido en UN VIAJE HACIA EL MAÑANA _____...