Descendientes - Camino al castillo Blanco

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-MI CAMINO LXIV-






Y de regreso por el camino, Diaval y yo nos mantuvimos en total silencio.

La verdad entre tanto bosque, era difícil de apreciar una dirección, pero sabía por donde se habían ido antes los demás, así que no sería difícil averiguar por donde era.

— ¿iremos con los príncipes? —cuestionó Diaval luego de un rato, aún con el cetro del hechicero en mano, asentí ante su idea.

Era el único lugar por ahora que podría estar seguro por el momento, además que le había prometido a Tristán regresar con él.

— por el momento, hay que hacerlo —respondí.

Se hizo un silencio.

Pero sentí la mirada de Diaval, era la única que sentía, estaba sobre mi. Fruncí mi ceño levemente y miré de reojo a Diaval, pero este no se limitó en desviar la mirada, sino que aún así la mantenía en mi.

Saqué una risa seca y le pregunté— ¿Por qué me miras tanto? —

Pero Diaval simplemente respondió— ¿le han dicho lo hermosa que es, mi señora? —

— ¿Por qué dices eso? —

— no se, solo pienso en lo afortunado que es el príncipe Tristán de tenerla a usted —

Alardeaba mucho este chico, pero no era cierto— si supieras todo mi pasado, Diaval, créeme que no pensarías lo mismo, ni mucho menos me verías de la misma forma, así que no digas cosas así —masculle con pesimismo.

Una vez más divise el camino por donde el carruaje había estado y me alegré de ello, ahora solo había que descubrir por donde se había ido.

— lo sé y yo solo espero conocerla mucho más, mi señora —

Bufé— okay, eso de mi señora hay que cambiarlo —

— ¿mi ama? —

Negué rotundamente con la cabeza— no hablo de eso, solo que... no me gustan esos términos —

Diaval se lo pensó un instante y asintió respondiendo— ¿qué tal señorita? —

— Es pasable —masculle. Aunque sentía que era el hada madrina hablándome.

Hice un amago con mis labios.

— pasable eh, ¿qué tal princesa Meido? —

— todos me dicen así Diaval —masculle con cansancio, tratando de mirar a todos lados donde se suponía que podían haber ido los demás.

— tendré que pensar algo mejor —

— sí, por el momento veamos cómo llegar al castillo blanco —masculle buscándolo con la mirada como si fuese a encontrarlo mágicamente entre tanto bosque.

Descendientes: Un viaje hacia el mañana... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora