-MI CAMINO XX-
— se levantará dentro de poco, solo necesita descansar un poco —
Era Cedric el viejo morado de antes, ahora lo entendía. Era él quien estaba atento a él cuidado de Meido. Le agradecí, era el único que sabía de los poderes de Meido y de cómo mantenerla en cuidado, aunque debía admitir que no le despegaba el ojo a ese tipo. No es que fuera demasiado sobre protector, pero estaba intentado estar en todo momento en la habitación de ella. La habitación que le había arreglado Sofía para que se quedara.
Solo bajaba si era para comer, trataba siempre de estar, aunque no cuando las mucamas venían a asearla. Últimamente Sofía también andaba por aquí, preguntando ¿cómo estaba? Me habían otorgado una habitación a mi también pero, me negué, no quería dormir lejos de ella, no en esta situación.
— Pronto despertará Tristán —sabía que intentaba tranquilizarme, pero no podía si ella no despertaba.
Porque por tres días, ha estado inconsciente y eso me preocupaba, aunque Cedric decía que solo era porque había gastado mucha energía y mucho de sus poderes, haberse transformado fue un peligro para ella, un peligro que pudo haber acabado en una terrible catástrofe.
¿Por que todo lo que tenía que ver con ella era destrucción y peligro?
Estoy seguro que ella no merecía esto, merecía algo mejor.
No pude protegerla, se que es más poderosa que cualquiera en este castillo, pero ser así conllevaba un gran poder.
— ¿Por qué vino aquí? — cuestionó a Sofía, luego de un largo silencio.
— Para aprender cómo ser una princesa —respondió Sofía en un suspiro— se suponía que las profesoras Fauna, Flora y Primavera, la ayudarían, pero Auradon estaba en un problema inminente —
¿Auradon en problemas? No había escuchado algo así, hacía mucho que no iba, pero no sabía eso.
— ¿Que clase de problema? —
— No lo sé muy bien, pero la señorita Fauna dijo algo sobre un mal del inframundo —
Mal del inframundo... extraño.
— Entonces debe ser muy urgente — masculle. No tenía idea de lo que estaba pasando.
Y tal vez Meido tampoco.
— Puedo traerte una taza de café, para aliviarte —
¿Qué clase de solución era esa? El café era... cafeína, me mantendría más paranoico, sabía que me veía paranoico. Suspire y me negué.
— Solo necesito dormir —
Sofía a mi lado, sentada sonrió y respondió.
— por supuesto, ¿por qué no vas a la habitación que te dimos? —
La mire con una ceja alzada y río alzando sus manos.
— cierto, no la quieres — contradijo a sí misma, suspire y volví mi mirada a Meido.
— Dime, Tristán, ¿de verdad te gusta ella? — fruncí mi ceño y volví mi mirada a Sofía, me daría un dolor de cuello por esto.
— ¿por qué lo dices? —
Pero Sofía se levantó y suspiró pesadamente.
— Porque es muy apresurado para decir algo así, digo, la conoces de meses, en cambio a mi... —
No termino la frase y bajo su mirada. En cambio a ella la conocía de años, lo sabía, pero no elegí enamorarme de Meido, fue algo del tiempo.
Sabía que Sofía estaba enamorada de mi, no era ciego, pero era mi amiga y solo la veía como eso y quizás una hermana, nada más, pero a Meido, a Meido la veía mucho más que eso, muchos mas que una simple conexión así, sentía que la conocía de toda la vida, sentía que de alguna forma tenía una conexión con ella. Tal vez... el destino.
— No lo se, solo se que haría cualquier cosa por ella —
Y es que fue tan extraño todo, absolutamente todo con ella fue extraño. Con ella todo fue diferente, entonces cómo pretendía que no me percatara de su presencia de esta forma, estaba prácticamente atento a cada paso que daba, cuando estaba en el país de las maravillas y no la veía, constantemente pensaba en ella, día y noche, Ryan se daba cuenta inclusive, aunque tampoco podía quitar de mi cabeza que Ryan fuera su ex novio. ¿Como tuvo tanta suerte? Bueno, nació en la isla de los perdidos con ella, si, pero es que... tuvo tanta suerte.
Como olvidar cuando quiso lanzarle un hechizo a Andy, debía estar percatado de ella, después de todo era amiga de infancia y también un poco despistada, había colmado la paciencia de la chica mala de la isla a la cual siempre estuve prestando atención por algún incidente, pensando que tal vez tramaba algo, porque para ser sincero, tener a chicos malos en el mismo instituto sería algo canson, si con Andy tenía suficiente, imaginen a un ser malvado como amigo. Pero con el paso, supongo que algo en mi quito esa esencia de odio o de alerta por la maligna, que solo me quede embobado en todo lo que hacía y como era. Después de todo, el amor nunca es algo que se puede controlar.
Porque a decir verdad no se como quede siendo atraído por una chica como ella.
Sofia ya se había ido hace mucho y las noches en Encantia siempre eran tranquilas, con mi mirada fija en Meido y mis pies pegados al suelo, estaba sentando pensando en cuando despertaría, el hechicero real había venido y había dicho que era normal, estaba cansada por sus poderes, así que no debía preocuparme, solo ellos dos transcurrían en la habitación con constancia, Sofia y Cedric, bueno un pajarraco negro también, al cual Cedric me dijo que tuviera cuidado porque podría llevarse el cetro de Meido, no había vuelto a su forma mágica, a la forma que Meido había dado a él, suponía que era porque estaba inconsciente.
— juntos escribiremos una nueva historia —
Y ahora más que nunca quería cumplir ese anhelo con ella, la acompañaría a donde fuera, pues ya podía ver que en cualquier lado encontraba una manera de ser expuesta al peligro.
Y esta vez, no dejaría que la pasara nada, haría todo lo posible para verla bien y salva. Después de todo era mi chica mala.
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Descendientes: Un viaje hacia el mañana...
FanfictionDespués de haber luchado contra Maléfica, la pobre de Meido jamás hubiera imaginado que hay cosas peores que el mal, como el lidiar con los buenos que la tachaban de malvada. - necesito un respiro - Acompaña a Meido en UN VIAJE HACIA EL MAÑANA _____...