Descendientes - Las noticias de Auradon

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-MI CAMINO LXI-














En el trayecto en que el carruaje se elevó y desapareció entre unas extrañas nubes, mis cuestionamientos sobre este viaje se hicieron más grandes.

Porque en primer lugar, Encantia era muy diferente a Auradon, mantenían la ambigüedad, mientras que Arabia terminaba al otro lado de un portal, con un clima diferente al de Encantia y ahora... me encontré viajando en un carruaje por los cielos hacia el país de las maravillas.

Eran diferencias de todos los reinos y regiones que se hallaban.

Y cada uno mantenía su aura original.

Pero sentir esos escalofríos para mi no era nada normal, pues la mirada de energía de Andy era muy óptima en mí y me causaba cierto nerviosismo. Baje mi mirada y la desvíe de la ventana en un momento dado con cierto recelo hacia Andy, quien solo me sonreía y admiraba.

Seguro tenía algo que decir, siempre tenía algo que decir.

— suéltalo —masculle, apoyando mi espalda en mi asiento y esperando a uno de sus increíbles comentarios.

Tristán por su parte en los asientos contrarios miraba hacia afuera, mientras Ryan a su lado comía de una extrañas moras que Andy le había dado, por mi parte me encontraba en los asientos frente a ellos con Aldhair a mi lado y Diaval cruzando a él.

— ¿que te trae por aquí? —sonreía de par en par.

Lo pensé y con la mirada en el techo respondí: supongo que regresando a alguien a su hogar —mascullé un tanto confusa.

— ¿alguien? ¿Quién será ese alguien? —entonces desvió su mirada hacia Diaval y Aldhair— Seguro está entre uno de ustedes dos —parecía muy entretenida con ellos, solo la miré de reojo, porque era tal como la recordaba— ¿quienes son? —

Claramente Diaval no dejó de lado a Andy y sonriendo se presentó: me llamo Diaval, señorita —

Dirigió su mirada a Aldhair, este solo la miró con cierta confusión.

— ¿Por qué me mira así? —

Ella rodó sus ojos— quiero saber de usted, señor —

— oh, soy... soy Aldhair —parecía que Andy lo repelía por completo.

— Bueno, mi nombre es Andy, cochera real del palacio Blanco —lo decía con tanto orgullo, que me era difícil no pensar en lo loco que sonaba.

— Así que cochera —alce una ceja.

— Sí, es mi tarea extracurricular, ya sabes para sumar puntos la próxima vez que vaya a Auradon, el próximo año, si es que aún sigue en pie —fruncí mi ceño y me erguí de inmediato— y poder graduarme; también Allice ella está encargada de ser consejera real temporal —

— Andy —

— y también Tristán debería estar en eso... —

— ANDY —no demore mucho tomándola de sus hombros y frunciendo mi ceño mirándola seriamente.

— Dime —sonreía complacida.

— ¿Sabes lo que ha pasado en Auradon? —

— ¿que, tú no? —

— Andy, por favor dímelo —necesitaba saber que estaba pasando, todo este tiempo estuve afuera y ni siquiera sabía algo, ni siquiera un mensaje de nadie y eso me tenía preocupada, era la razón por la que necesitaba crecer en todas las áreas y poder controlar mi poder para seguir protegiendo a Auradon.

Descendientes: Un viaje hacia el mañana... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora