Descendientes: Un viaje hacia el mañana...

Descendientes - Nadim ¿un oponente?

-MI CAMINO XXXI-

— Tristán, finalmente estas solo —

Nadim apareció por mi campo visual, hacía mucho no lo veía y hoy en especifico estaba muy radiante, al parecer.

— Nadim, amigo —me abrazo.

Nadim, era un tipo muy amigable, creo que fue el primero en hablarme al llegar aquí, también se ofreció a llevarme a la ciudad, aunque aquella vez también había ido Alía.

— oye, la verdad es que no esperaba verte hasta el día de la boda —

— bueno, tuve un asunto de urgencia —

— pues, eso me alegra mucho Tristán, tener visitas en el palacio es bueno —

— ¿viniste a charlar en la habitación? —cuestione con una ceja alzada.

El rió y negó con la cabeza, retrocediendo y abriendo la puerta— de hecho vine a charlar de camino a la fiesta —reí junto a él y salí de la habitación con su presencia— por cierto, siempre te ha quedado increíble los trajes de Arabia, ¿lo sabías? ese conjunto en específico, increíble —

— balbuceas mucho, algo tienes para contarme, Nadim —

Lo conocía a la perfección, siempre decía un montón de cosas por delante, antes de decir lo que realmente quería, después de todo un mes con él de amigo y guardián me sirvió para conocerlo bien.

Miro hacia adelante y juntando sus manos volteo y sonrió emocionado.

— ¿recuerdas eso que me dijiste cuando estabas por acá? que debía encontrar a alguien con quien pudiera estar y que debería buscar a alguna chica —alce mis cejas impresionado, finalmente Nadim había encontrado a alguien para él.

Pues, en lo que yo recordaba, Nadim era sumamente tímido en ese sentido, siempre prefería tener el montón de amigas que estar con alguna de ellas, debía admitirlo Nadim era un buen partido para cualquiera.

— no me digas que ya tienes novia, Nadim —alenté con una sonrisa.

Nadim abrió sus ojos de par en par y negó con la cabeza riendo— no, no, no, osea no aún —tomó la costumbre de que cuando estaba nervioso agarraba su cabello y lo hacia atrás— es que apenas la estoy conociendo —admitió tímidamente.

— ¿y? sigue contándome más, amigo ¿quién es? ¿como es? ¿donde la conociste? —lo sacudí por completo— Nadim dimeeeee —el rió y separo mis manos del cuello de su vestido.

— cálmate que vengo pensado eso hace poco, pero es que ella realmente es muy diferente a los demás, a las demás chicas —

— lo sé, todas son especiales —contesté de vuelta.

— no, es que realmente ella es diferente, no es como las demás —estaba seguro que realmente estaba interesado en esa chica, estaba sumamente metido con la idea, podía ver ese brillo en sus ojos— debes verla, Tristán ella es increíble, lo digo físicamente, no la he conocido internamente, pero seguramente también es increíble —