-MI CAMINO XLVII-
— bueno, veo que estoy siendo demasiado extremista —se paseaba por el comedor, con la mirada baja, probando mi paciencia.
Gruñí con detesto y no demore en lanzar mis cuchillas de hielo frente a él, deteniendo su paso— ni un paso más, hechicero de cuarta —espete.
Pronto recorrió la sorpresa en sus ojos, pero sonrió de lado y tocó las cuchillas con cierto interés, como si se lo esperara— debo admitir que tienes un don muy peculiar —su mirada se dirigió hacia mí.
— Tristán —escuche como Alía murmuraba impactada, pero realmente eso ahora no me importaba.
— será mejor que te alejes de Meido —
— ¿soltar? —cuestiono burlón, con su mirada en el suelo— si ni siquiera la tengo de la mano —
¿Este me creía estupido?
Sabía perfectamente que Meido estaba bajo un hechizo. Su aura de demonio la estaba controlando.
—no lo volveré a repetir —advertí.
— ¿o sino que? —me estaba probando.
La ira recorría mi cuerpo y sin pensarlo tomé camino lejos de la mesa, sin miedo a lo que sucediera y enfrente a el hechicero.
— te congelo de por vida —a tan solo metros de él.
Mis manos se vieron envueltas en nieblas de frío, estaba preparado para destruirlo.
— ¿tanto te importa su vida? —cuestiono burlón— ¿la vida de una chica que ahora mismo está controlada por la ira que le tiene a todos los seres que la hirieron? Incluyendolo a usted, por supuesto —
— tú no sabes nada —escupí.
— no es difícil divagar en la mente de una persona herida, porque esas heridas hacen más fácil entrar en alguien, es como un castillo con tantas ventanas abiertas, puedes entrar y salir de manera fácil —
No dejaría que la destruyera de esa forma. Sé que Meido podía con esto, sé que ella no dejaría que esto la controlara así, menos este tipo.
— ¿qué lo perturba príncipe? —alzó una ceja y sonrió de lado— ¿que la chica sea tan débil? o ¿qué usted la haya herido? —
— ella no es débil —
— ¿Ah no? —desvió su mirada— bien, probemos, sino lo es —y fue entonces cuando apareció su cetro a su lado— me es difícil tener el cetro de la chica, debo admitirlo tiene mucho poder, pero con controlarla será fácil para mí —sonrió seguidamente— si crees que la chica puede controlar esto y salir de mi ensueño, hagámoslo —
¿Estaba tomándome el cabello?
— no juegues conmigo —dije a regañadientes.
— no contigo, con ella —entonces dirigió su cetro tras de mí, un destello se reflejo y por instinto mire a Meido, pero pronto un portal apareció entre los dos, una especie de espiral verde— hija de Maléfica, cumple tu rol y que forme parte de tu castigo estar encerrada —¿qué decía? Meido se movía por inercia con las órdenes.
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Descendientes: Un viaje hacia el mañana...
FanfictionDespués de haber luchado contra Maléfica, la pobre de Meido jamás hubiera imaginado que hay cosas peores que el mal, como el lidiar con los buenos que la tachaban de malvada. - necesito un respiro - Acompaña a Meido en UN VIAJE HACIA EL MAÑANA _____...