De soslayo, podía observar que el príncipe heredero portaba una sonrisa burlona.
El tiempo pasaba con una cruel lentitud, tal y como lo había predicho. Solo llevaban unos cuantos minutos caminando, pero Seok Jin estaba harto de la situación. Mientras lo seguía, en silencio, observaba cómo el príncipe enfocaba su atención en los comerciantes y puestos ambulantes.
Seok Jin no solía irritarse con facilidad en primer lugar. Era un erudito tranquilo al que no le gustaba meterse en problemas. Siempre fue respetuoso con los demás y se dirigía a ellos de tal manera.
Hasta ese momento.
Sabía que Taehyung era, de hecho, el príncipe heredero de Joseon. Un hombre que pronto ascendería al trono y gobernaría sobre todos ellos. Una figura de autoridad que merecía ser tratado con la mayor deferencia. Cualquiera que mirara a la familia real a los ojos durante un periodo prolongado de tiempo eran castigados. Aquellos que se atrevían a hablarles de forma irrespetuosa les impondrían un fuerte castigo.
Y, sin embargo, Seok Jin había logrado todo ello en su primera semana de trabajo.
—¿A dónde vamos? —se animó a preguntar el erudito.
El príncipe se detuvo e inclinó hacia un lado, como si estuviera inventándose algo.
—No lo sé.
—¿Pretende que lo acompañe sin saber a dónde vamos? —comenzó a decir Seok Jin, con su voz cargada de ira. Taehyung lo miró molesto, recordándole su posición en la jerarquía —. Lo que quiero decir es que no veo por qué su alteza querría que lo acompañe. ¿No trata de desviar su atención del palacio? Puede ser inquietante para usted tener un maestro que lo acompañe.
—No me molesta. ¿A ti te molesta?—cuestionó, luego cruzó sus manos tras su espalda y rió un poco —. Ah, ya veo. ¿Es por qué querías continuar tu interacción con el hijo del ministro? Qué desafortunado.
—No, lo digo porque no creo poder soportar seis horas con usted... —hizo una mueca y parpadeó con fuerza al notar que su boca solo le traía más problemas de los que ya tenía.
—¿Habías hecho planes con Yoongi sobre esto?
—No entiendo por qué lo sigue sacando a colación —murmuró el erudito, un poco hastiado de que el tema girara en lo mismo —. Fue premeditado. Habíamos llegado a un acuerdo, por eso salí del palacio con él. De lo contrario, me habría quedado en la biblioteca para repasar el tema de mañana.
Cuando escuchó eso, el príncipe heredero arrugó la frente. Jin dirigió su mirada a otra parte. Tenía que admitir que estaba decepcionado de encontrarse con el príncipe en el pueblo. Yoongi le había dicho que podía ir a la librería y despedirse de una manera más apropiada. También que podría ver a Jimin. Todos esos planes fueron descartados en ese momento. Le faltaba la confianza para pedirle al príncipe que le dejara ir, sabiendo que si lo hacía, el contrario soltaría una risa y lo pasaría de largo.
Después de todo, no es como si le importara.
—Lamento haber arruinado tus planes —Taehyung fingió una voz de compasión e hizo un puchero con sus labios, ciertamente burlándose de él —. Ahora tendrás que vagar conmigo.
—¿Le gusta salir al pueblo, su alteza? —Seok Jin ignoró las palabras anteriores del contrario y trató de desviar el tema de conversación —. Noté que sonreía mientras miraba las artesanías de los comerciantes, así que supuse que está interesado en la vida cotidiana fuera del palacio.
—No me gusta nada. No se parece en nada al palacio. Hay demasiada gente y demasiado ruido. ¿Por qué razón me gustaría un lugar así? —Taehyung dijo. El erudito presionó sus labios, tratando de no reírse sarcásticamente de las palabras del príncipe —. ¿Te diviertes? Claro, ¿qué puedo esperar de un simple pueblerino?

ESTÁS LEYENDO
The Erudite; JinTae
Hayran KurguKim Seok Jin es un joven erudito famoso por su gran intelecto y su recta conducta, quien ayuda a su padre en la librería del pueblo. Su destino cambia cuando una orden del rey llega, una orden que no le agrada para nada. Debiendo renunciar a su futu...