Taehyung no caía en cuenta como las cosas parecían empeorar cada vez más.
Namjoon era la última persona que deseaba ver en el mundo. Por lo que no se creía cómo es que había llegado a suceder una coincidencia tan desafortunada como esa.
Miró a su pareja, incrédulo. Le había contado que Jimin y Namjoon eran cercanos, sí. Pero la idea de que Seok Jin quisiera entrometerse en eso no le parecía de nada agradable. En primer lugar, aquello había sido dejado en el pasado. Para él, aquel chico era solo una persona más en el montón, alguien del cual ya no quería escuchar nada más. Le preocupaba poco cómo estaba o cuál era su paradero, así como su presencia a su alrededor no era bienvenida.
Sin embargo, por más poco que le interesara, que apareciera de repente le provocaba una ansiedad inconmensurable. No por que sintiera algo por él, ni por que no pudiera superar lo de antes, sino por que aquel chico tras él estaba de aliado con quién parecía ser una amenaza para ellos.
En el momento en que Namjoon abriera su boca, todo iría en decline. Era factible que el magistrado fuera a creer las palabras de un erudito, quienes son caracterizados por apegarse a las reglas y por siempre hablar con la verdad.
—Ha pasado un largo tiempo, Taehyung... —insistió en llamarle, por lo cual Jin dejó salir un carraspeo y se acomodó mejor en su asiento, cruzándose de brazos.
Seok Jin, aunque quisiera disimular su expresión llena de cólera, le era difícil. Su rostro denotaba todo lo que sentía en esos momentos.
Entendía que Jimin, por más que supiera que Namjoon estaba relacionado con Taehyung, nunca se había enterado de qué manera. El erudito no le había contado y por eso creía que la situación incómoda que se presentaba en esos momentos era toda su responsabilidad.
De haberle contado todo por completo, nada más hubiese sucedido ese día...
Su amigo lo miró desconcertado, no sabiendo la magnitud del problema que había desatado. Sin embargo, de modo de acabar con el nerviosismo que lo embargaba, obligó a Namjoon a sentarse a un lado de Seok Jin, para luego el sentarse al costado del príncipe heredero.
Taehyung no pronunciaba ni una sola palabra, ni siquiera alzaba la cabeza para mirarlos. Parecía que su mente estuviera divagando por otros lares.
—Has venido en un mal momento, Jimin. Justo acabábamos de comer —explicó Jin, forzando su mejor sonrisa amable y notando como el muchacho a su lado se tensaba.
—Pero si los platos están llenos... — Jimin murmuró, ladeando la cabeza, más entendiendo cuando Jin le dedicó una mirada llena de pesadumbre —. Oh, ya veo. Supongo que estás en lo correcto, no ha sido la mejor hora, ¿verdad?
Soltó una risa nerviosa y volteó a ver a Namjoon con un tanto de pena.
—¿Por qué mejor no nos vamos? —le dijo Jimin a Namjoon, este último frunció el ceño.
—No, creo que es mejor que nosotros seamos los que nos vayamos ya —le indicó Seok Jin a Taehyung, poniéndose de pie, sin embargo el príncipe no se movía —. Tenemos algunas cosas que hacer antes de que termine el día y...
En cambio, levantaba la cabeza y lo detenía del brazo para evitar que diera un paso más—. Aún no termino de comer, ya hemos comprado esto, ¿por qué no nos quedamos un poco más?
Namjoon, quien se mantenía en silencio, observaba la forma en que el príncipe sostenía del brazo a aquel erudito, reparando también en aquella mirada que parecía hablar por sí sola. ¿Sería acaso su pareja? ¿Había conseguido estar con el erudito más reconocido de la provincia?
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The Erudite; JinTae
FanfictionKim Seok Jin es un joven erudito famoso por su gran intelecto y su recta conducta, quien ayuda a su padre en la librería del pueblo. Su destino cambia cuando una orden del rey llega, una orden que no le agrada para nada. Debiendo renunciar a su futu...