The Erudite; JinTae

19

—Lamento que tengas que estar en una situación como esta —dijo Taehyung.

Jin permaneció en silencio por unos momentos, reflexionando sobre lo que acababa de decir, antes de sacudir la cabeza y restarle importancia.

Los primeros minutos junto a él durante esa larga noche fueron un infierno. Era obvio que Jin no podía dormir. Había elegido dejar vagar su mente mientras miraba el techo como si fuera la cosa más fascinante del mundo. Era extraño ver al príncipe disculpándose por algo que estaba fuera de su control, y aún más extraño ver ese lado de él.

Estaba tan acostumbrado al seductor Taehyung que verlo tan serio resultaba desconcertante.

La conversación con su madre no había sido agradable. Jin era muy consciente de que el príncipe pronto tendría que asumir sus responsabilidades como miembro de la realeza, lo que implicaría renunciar a muchos de sus intereses. Y dado a ello, Taehyung parecía estar sumido en una tristeza inmensa.

Después de estar en un ambiente tenso, la atmósfera comenzó a desvanecerse. Taehyung notó que la mandíbula de Seok Jin ya no estaba apretada y que estaba aprendiendo a controlar su respiración agitada. Era como si una nube de seguridad los hubiera envuelto solo a ellos dos.

—Sólo ha sucedido dos veces. No hay necesidad de preocuparse.

—Dos veces... Aún así, debe ser molesto. El eunuco Jung ha colocado guardias por todo el perímetro sin consultarlo conmigo, es por eso que no he podido ser cauteloso en este asunto —dijo Taehyung mientras se ajustaba más la manta a su alrededor —. Estoy consumiendo mucho de tu tiempo.

—No es que haga mucho —se rio Jin —. En realidad tengo mucho tiempo libre y mi única tarea es darle clases particulares. Aparte de eso, todo lo que tengo es deambular, lo cual no hago muy a menudo. Prefiero no acercarme a otros palacios.

—¿Tienes miedo?

—Creo que es un poco patético tener que lidiar con este miedo todos los días y debería dejar que las cosas fluyan como siempre —el erudito hizo una mueca, pero asintió —. Es inevitable.

—Entiendo.

—Como resultado, prefiero permanecer en este entorno. Estoy empezando a sentirme a gusto aquí en Donggung... Me gustaría pensar que sí —dijo con una débil sonrisa. Taehyung se alegró al notar como comenzaba a hablar más —. Pensé que nunca lo lograría porque odio que me saquen de mi zona de confort. Pero creo que lo manejé mejor de lo que esperaba. También hice buenos amigos. Jimin era mi único amigo en el pueblo, y nunca me he molestado en ser amigable con nadie más, así que es un poco inusual.

Taehyung quería alegrarse por esas palabras, pero sabía que solo servían para distraerlo del aparente dolor de Jin. Sus ojos tenían un brillo apagado que le hacía querer llorar. Recordó su conversación con la madre de Jin, y la preocupación de que Seok Jin no pudiera ir a Sunkyungkwan por su culpa lo asestó nuevamente.

—Lamento haberte causado problemas —se disculpó, con la garganta ardiendo por la tristeza que se había apoderado de él —. Tuviste que dejar tu hogar para venir aquí, así que es comprensible que sientas resentimiento hacia mí. La vida en el palacio es terrible, y hay muchas cosas que prefiero ignorar, que afrontar. Donggung es pacífico. Por eso estaba preocupado cuando supe que Sun podría irse, por eso me molesta cuando el Eunuco Jung se involucra con los otros palacios, y por lo que te dije con anterioridad.

—¿Anterioridad? —preguntó Jin, algo perplejo.

—Que no dejaría que nada ni nadie te sacara de aquí —comenzó, dejando escapar un suspiro ahogado —. Así que no te preocupes, quédate a mi lado. Gyeongbokgung es peligroso en este momento, por eso es que no voy a dejar que nada ni nadie te saque de aquí. Me alegro de que no hayas hecho amigos cercanos allí.