Era notorio que el eunuco Jung se estaba tomando su tiempo para hablar.
Desde que había llegado y les había avisado que tenía algo que decirles, Taehyung y Jin se habían sentado, esperando con paciencia a que el contrario les dijera lo que tuviera que decir. La espera era algo que a Jin se le daba bien, quien estaba jugueteando con el listón de su hanbok mientras posaba su mirada en el suelo.
Pero para Taehyung era todo lo contrario. El chico no podía aguantar ni un solo minuto más.
Sus manos comenzaban a sudarle y su pie no podía dejar de moverse con rapidez, como si de un tic nervioso se tratara. No quería oír más reprimendas, así como tampoco eran bienvenidas las malas noticias. Por que de eso ya tenía suficiente para ese día.
«Es Hoseok, ¿De verdad esperas buenas noticias? » pensó para sus adentros.
—¿A qué has venido? —preguntó Taehyung con exasperación. No hubiera podido aguantar más.
Supo que tal vez había sido una mala idea pues Hoseok salió de su ensimismamiento, detuvo sus pasos y volteó a verlos, cargando consigo una desagradable expresión. Para Taehyung, leer su estado de ánimo era demasiado sencillo, y con apenas aquel vistazo había concluido en que su amigo estaba mal, demasiado mal.
—Estás tardando demasiado, déjate de darle la vuelta al asunto y habla de una vez —insistió el príncipe.
—¿Tiene algo que ver con...? —esta vez, Jin se había dignado a pronunciar unas palabras, pero había sido eclipsado por el mismo eunuco, quien se sentaba frente a ellos con frustración.
—En primer lugar, es necesario que aclaremos algunas cosas —hizo una pausa, posando su mirada en cada uno por unos instantes y luego suspirando cansino —, así como también requiero de darles unos cuantos avisos por parte de su majestad.
Jin tragó saliva. Nada que relacionara al rey era algo bueno, al menos cuando eso lo incluía a él. No tenía ni la menor relación con su majestad; nunca había visitado sus aposentos más que aquella vez para el examen, pero incluso con eso, nunca lo había visto en persona. Tampoco trabajaba directamente para él, así que ¿De qué se trataba todo eso?
—Vi al príncipe Jungkook salir de Donggung momentos antes —habló Hoseok, su mirada estaba inyectada de molestia y daba miedo —, no me preocuparía en otras situaciones por que se cómo es él y por que siempre visitaba a su alteza por las tardes.
—¿Pero? —intervino Taehyung iracundo, que su amigo siguiera lanzando tanta habladuría al aire sin llegar al punto era exaspérante.
Hoseok se tomó un tiempo para contestar, y cuando pareció encontrar las palabras soltó un suspiro y los encaró —. ¿Los ha visto?
—¿Te refieres a que...?
—Sí, sabes a lo que me refiero.
Jin tan solo observaba como ambos muchachos parecían discutir con algo tan simple como las miradas, y se encogió de hombros. Se sentía culpable y quería intervenir, pero sabía que era inútil hacerlo. Incluso él podía entender la inquietud del eunuco; que los hubiera visto tan juntos y lograra sacar sus conclusiones, para luego ir a chismear por todo el palacio.
—Jungkook no tiene ni la menor idea, y si la tuviera no veo por que deba ser algo que te incumbe —contestó Taehyung, apoyó su brazo en la mesita y luego sostuvo su cabeza con la palma de su mano, observando a Hoseok de manera burlona —. ¿Vienes de nuevo con tu discurso de que debemos alejarnos? Por que sabes que no servirá de nada.
—Su alteza...
—No, Hoseok, no eres nadie para...
Jin sabía que debía intervenir antes de que todo empeorara por lo que carraspeó para llamar la atención —. Eunuco Jung, sé que le preocupa que Jungkook haya podido observar algo como lo que usted vio las primeras semanas pero debo aclarar que se trató todo de un malentendido.
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The Erudite; JinTae
FanfictionKim Seok Jin es un joven erudito famoso por su gran intelecto y su recta conducta, quien ayuda a su padre en la librería del pueblo. Su destino cambia cuando una orden del rey llega, una orden que no le agrada para nada. Debiendo renunciar a su futu...