The Erudite; JinTae

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—De verdad no entiendo por qué está de esa manera —murmuraba Yoongi hacia el funcionario Choi, quien solo subió y bajó los hombros.

El hijo del ministro no podía dejar a un lado la actitud que Jin tenía desde hacía unas cuantas horas. Habían tratado de hablar con él pero parecía totalmente perdido. Era algo raro proviniendo de alguien como lo era él. Había pensado en varias probabilidades, tal vez el erudito estaba exhausto después de una larga semana en el palacio, tal vez estaba nervioso por como se desempeñaría el príncipe en el examen de ese día o cabía la posibilidad de que tan solo estuviera harto de todo. Y a decir verdad, las tres opciones le parecían comprensibles y viables.

—Entonces... ¿Es verdad los rumores de la difícil personalidad del príncipe? —preguntaba el funcionario, Yoongi ladeó la cabeza al ver que comenzaba a soltarse un poco más con ellos y asintió.

Yoongi se removió un poco incómodo ante la mirada del contrario y se preguntó por qué se sentía tan nervioso de repente. Socializar no era difícil para él, y no había persona en el palacio con la cual él no había charlado al menos una vez. Sin embargo, había algo en el funcionario Choi que lograba ponerlo de esa manera, ¿Sería su expresión monótona de siempre? Arrugó la nariz, sabiendo que Seok Jin era igual que él pero aún así no había tenido problema para entrar en confianza.

—Sí, lo más seguro es que Jin se haya cansado de él —respondió, luego dirigió su mirada hacia donde el erudito estaba, no queriendo sostenerle la mirada a Choi ni un segundo más.

—¿Está nervioso por el examen de hoy? —le preguntó el funcionario a Jin, el cual volteó a verlo y negó con la cabeza.

—No es eso —aseguró, luego se incorporó, presionando más su espalda en el tronco del árbol —Solo estaba pensando, pero no es nada.

—¿Crees que ya haya finalizado? Debes recordar que de esa calificación depende tu estadía aquí —comenzó a decir Yoongi, el funcionario lo miró incrédulo y el chico tan solo se encogió de hombros —Creo que no era necesario mencionar eso, ¿Verdad?

—Lo vas a poner más nervioso de lo que está —repuso Choi y Jin tragó saliva.

El erudito no sabía por qué ambos lograban adivinar tan fácil su estado de ánimo en esos momentos, ¿Tan obvio estaba siendo? No había escuchado del príncipe heredero desde aquella mañana en que habían dormido juntos. Taehyung había estado tan enojado por el rechazo, así que Jin no sabía cómo es que él pudiera reaccionar. ¿Contestaría incorrectamente el examen para dejarlo mal? ¿Lo sacaría del palacio y arruinaría la reputación de su familia?

Quería darse demasiados golpes a si mismo. Si tan solo no hubiera caído rendido ante las provocaciones del príncipe, eso no estuviera sucediendo, no se sentiría tan nervioso por el futuro que podría tener al desatar el enojo de Taehyung. Además, muy en lo profundo se sentía un poco decepcionado de haberse detenido. No entendía por qué era así cuando ni siquiera le agradaba en lo más mínimo, además de que estaba seguro que los hombres no eran de su gusto.

¿Estaría confundido?

—De todas maneras, es cuestión de algunos minutos para que te hagan llegar los resultados —habló Choi, poniéndose de pie y sacudiendo su hanbok verde —Tengo que regresar a la oficina, los veré más tarde.

Jin observó que Yoongi fue el primero en despedirse y que luego de aquello dejó escapar un profundo bufido, como si se sintiera aliviado. No pudo evitar sonreír por ver al hijo del ministro de esa manera, había estado actuando extraño desde que el funcionario había llegado y Seok Jin aún no podía explicarse como no se daba cuenta que se trataba de una chica.

Después de todo, ella estaba haciendo un buen trabajo escondiendolo y parecía estar sobrellevando la vida en el palacio mejor que él mismo.

—Pareces nervioso estando cerca del funcionario Choi —mencionó Jin, arqueando una de sus cejas y mirando expectante al contrario.