Ir a ver a su padre siempre era difícil.
Y lo era mucho más en una situación como esa, dónde la salud del Rey lo único que hacía era empeorar o empeorar. Taehyung había sentido una presión en su pecho al verlo la última vez, ¿cómo se sentiría ahora? Cuando su visita actuaba casi como una despedida, donde intentaría aclarar las cosas con él y disculparse.
Era difícil de creer que esa podría ser la última ocasión en que pudiera verlo.
Y, a comparación de días atrás cuando el muchacho fingía no sentir el menor dolor por su padre, ahora no sabía cómo ocultarlo frente a él.
Sentía sus manos temblar nerviosas a la espera de que el eunuco Jung avisara a los aposentos de que había llegado. Su cabeza dolía cada vez más queriendo memorizar cada cosa que había planeado decir, como si no quisiera que ninguna de ellas pasara desapercibida. ¿Qué pasaría si olvidaba de pronunciar alguna de aquellas? Probablemente no se perdonaría de por vida.
—¿Estás seguro, Taehyung? —le preguntó su amiga cortesana, acercándose a él con curiosidad al verlo tan cohibido —. Si no quieres podemos...
—Estoy seguro —aseguró, asintiendo, más como si estuviera tratando de convencerse a sí mismo.
—Deja que todo fluya con naturalidad, ¿sí? —comenzó a decir ella —. Sé que es abrumador enterarte de algo como eso... Incluso yo estuve tan equivocada todo este tiempo y...
La cortesana Sun detuvo su hablar, sintiendo que palabras de aliento no podían salir como siempre. Escuchar que Hoseok había sido víctima de la constante manipulación de la Reina era algo que no sonaba nada distante o poco creíble, sino que ellos habían resultado manipulados al igual que el eunuco. Ni siquiera podía pensar con claridad.
—¿Sabes algo, Sun? —preguntó Taehyung, aun sin poder mirarla al rostro —. Mi padre incluso apoya que tú y Jungkook sean los próximos herederos del trono, ¿no crees que es asombroso?
La cortesana se mantuvo en silencio.
—Quisiera contarle la verdad —agregó, sintiendo como un nudo se formaba en su garganta —. Así como Jungkook tuvo el coraje para decir que ustedes dos salían. ¿Crees que él estaría feliz con saber que mi pareja es un hombre?
—Taehyung...
—Sé que puede resultar tonto, pero él siempre veló por mí en secreto, creo que él estaría feliz de saber que tengo a alguien que amo —murmuró, sintiendo las lágrimas aglomerarse en sus ojos —. Pero cuando lo pienso más... ¿Que ame a un hombre no lo haría infeliz?
—No creo que sea así —se atrevió a decir ella. Sintiéndose cada vez peor al ver al menor al borde del llanto —. Míralo de esta forma, los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos pero a veces sus visiones son equívocas. Algunos no ven por lo que hace feliz a sus hijos, sino por lo que ellos creen que lo haría. Tu padre cometió ese error y está arrepentido, ¿crees que le importaría algo mínimo como quién es la persona a la que ama su hijo?
—Es un hombre, Sun.
—No puedo darte una orientación clara en ello, Tae, porque no sé cómo podría actuar tu padre ante ello —murmuró ella, haciendo una mueca —. Pero si te sentirás aliviado de contarle, entonces sería buena idea hacerlo. Si temes que reaccione de forma negativa y no soportarías vivir con ello, entonces lo recomendable es que te mantengas donde estás.
¿Soportaría la idea de que su padre lo odiara por algo como eso?
Debía admitir que el peso de cargar con el secreto por el resto de su vida provocaría un efecto más negativo en él. En su adolescencia había reunido el suficiente coraje como para planear el momento en que les contaría la verdad, pero había sido dejado atrás cuando su madre le hablaba del casamiento Real, de como tendría que casarse con una mujer.
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The Erudite; JinTae
Hayran KurguKim Seok Jin es un joven erudito famoso por su gran intelecto y su recta conducta, quien ayuda a su padre en la librería del pueblo. Su destino cambia cuando una orden del rey llega, una orden que no le agrada para nada. Debiendo renunciar a su futu...