The Erudite; JinTae

08

—¿Puedes creer que un simple erudito ha logrado amenazarme, Hoseok?

Cuestionó furioso mientras recargaba su cabeza sobre una de sus manos, mirando sin una pizca de apetito la comida que había sido puesta sobre su mesa. Frente a él, el eunuco Jung le mostraba una cara de despreocupación, cansado de que el tema de conversación girara sobre aquel chico durante tanto tiempo.

—Ya lo ha dicho varias veces, su alteza.

—No puedo soportarlo más, ¿cómo se atreve a pensar en faltarme al respeto? Este hombre está empezando a irritarme

—Parece un joven tranquilo, no creo que sea tan malo como lo pinta —comenzó a decir, el príncipe lo miró incrédulo —. Debe haber hecho algo para hacerlo enojar, su alteza. ¿No me está mintiendo a mí también?

—¿Mintiéndote? —Taehyung soltó una risa sarcástica y se incorporó, notando cómo le dolía la espalda por haber estado encorvado durante tanto tiempo —. ¿Sobre qué te mentiría? Además, deja de lado las formalidades, somos amigos y no hay nadie más aquí que pueda reprimirte, se siente extraño.

Hoseok bufó —. Está bien, dejaré las formalidades —le aseguró, el contrario sonrió con amplitud y bostezó, sintiendo sus ojos un poco pesados —. ¿Sobre qué me mentirías? ¿Esa es tu pregunta? Bien, no sé por dónde empezar.

—No me gusta tu sarcasmo.

—No lo retendré solo por ti, somos amigos, así que al menos deberías soportarme. —El príncipe rodó los ojos —. No has sido eficiente en tus clases y el erudito Kim se ha encargado de avisarme sobre eso.

—¿Te ha contado algo sobre lo de ayer? —interrumpió de inmediato, sintiendo su corazón acelerarse ante la idea de que aquel chico le hubiese contado lo que había pasado.

—¿Tendría algo que contarme?

—Para nada, prosigue.

—Estás actuando muy extraño, pero no me sorprende. De todos modos, tienes que aprender esos libros para el final de la semana, y si sigues con tu falta de interés no llegarás a ningún lado. El erudito Kim está haciendo su parte, pero si no cooperas entonces es imposible ayudarte.

—¡Los aprenderé! Tengo que hacerlo de todas maneras —dijo entre dientes, recordando la amenaza que el chico le había dado el día anterior.

—¿Y eso?

—Podría decirse que Kim se ha enterado de algo sobre mí —comenzó a decir, llevándose una porción de su comida a la boca, notando la mirada incrédula de su amigo —. Sí, justo en eso que estás pensando.

—¿Y cómo descubrió que te gustan los hombres? —El eunuco inquirió, pero negó con la cabeza cuando un pensamiento entró en su mente. Miró, acusante, a Taehyung, quien solo se encogió de hombros y resopló de frustración —. ¿Te le has insinuado?

—Tal vez.

—¡Kim Taehyung! ¿Qué te motivó a actuar de esta manera? ¿Qué pasaría si esto llegara al trono real? —La ira repentina de Hoseok avergonzó al príncipe; su amigo no solía enfadarse, y cuando lo hacía, era aterrador.

—Lo entiendo, y lo siento...

—Esto me va a volver loco. Creo que el erudito Kim es genuino, ya sabes, no parece ser una mala persona, pero... ¿Y si hubiera sido al revés? El rey no estaría complacido con las noticias. Para este momento, todo el pueblo se habría dado cuenta, y tú serías el objetivo de...

—No entiendo qué tiene de malo que me gusten los hombres —lo interrumpió, sintiéndose repentinamente de mal humor.

Solo sus amigos, el eunuco Jung Hoseok y la cortesana Sun, estaban al tanto de ello. No habían reaccionado mal, al menos no en la medida en que él esperaba, pero aún así, una molestia se presentó en sí cuando le pidieron que lo mantuviera como un secreto. No tenía por qué. No existía nada malo en eso.