—¿No creen que es muy repentino si solo me aparezco por ahí sin decir nada?
Jimin suspiró de cansancio por milésima ocasión. Kyungjoon le miró con frustración. Su amigo no dejaba de lanzar preguntas al aire durante todo el trayecto, y no parecía que fuera a terminar pronto ahora que se tomaban un leve descanso en el puesto del mercado de la madre de Jimin.
Jimin le rodeó el hombro con uno de sus brazos y le dio ligeras palmaditas para calmarlo.
—¿Acaso crees que Taehyung se va a enojar por algo como eso? —le preguntó con ironía. Kyungjoon asintió para apoyar sus palabras.
—Estará muy feliz de verte.
—A parte, ¿eres estúpido o qué? Si planeas hacerle una sorpresa, entonces Taehyung por nada del mundo debe saber que irás ahí. ¿No sabes cómo funcionan las sorpresas?
Sabían lo nervioso que debía estar. Luego de siete meses sin ver y saber casi nada sobre su pareja, era de esperarse que se sintiera un tanto incómodo. Lo peor de todo era que, después de enterarse que Taehyung había dejado de ser Rey, Seok Jin no podía estarse tranquilo sabiendo que su novio estaba ahí fuera, tratando de acostumbrarse a un nuevo entorno.
Cada tiempo libre que tenían en Sungkyunkwan, Seok Jin empezaba a divagar sobre lo que estaría haciendo Taehyung, diciendo que lo extrañaba y que ansiaba con tantas ganas el por fin graduarse de esa Academia para verlo.
Era de esperarse que tanto Jimin como Kyungjoon estuvieran hastiados de ese tema de conversación.
—¿Qué tal si llego a casa y él ni siquiera está ahí? —preguntó, apoyándose en el murallón de madera.
Jimin le miró incrédulo —. Hoy es su día de descanso del trabajo. ¿Dónde más podría estar? En ningún otro lado, Seok Jin.
—Podría haber ido a comer fuera —dijo Kyung, haciendo que Jin le mirara como si hubiera sido comprendido después de tanto tiempo.
—¿Verdad? Ahí lo tienes, Jimin.
—Kyung, no me estás ayudando.
—Lo siento.
—Cielos, debí haberle avisado de mi llegada —empezó a murmurar en voz baja con un deje de tristeza —. No creo que se tome bien la noticia de que le he venido a ver de imprevisto. Es más, estoy seguro de que querrá matarme.
—No seas ridículo —dijo Jimin, mirándole con frustración —. Estás exagerando demasiado.
—No nos hemos visto por siete meses —recalcó Jin.
—Al principito eso no le importa —recalcó —. ¿Cuándo vas a entenderlo, Kim Seok Jin? ¿Debería golpearte para que tomes consciencia?
Kyung abrió los ojos y le miró con extrañeza —. La violencia no es una buena virtud.
—Virtud mi... En fin. Todos conocemos a Taehyung de antemano. Él solo quiere estar pegado a ti todo el tiempo que se le sea posible, ¿crees que va a cambiar de opinión en un lapso de medio año? ¡Para nada!
—Muchas cosas pueden pasar en medio año —inquirió Kyung.
—Kyungjoon, ya cállate.
—Cállame —contraatacó.
—¿Saben qué? Regreso a Sungkyunkwan. Le mandaré una carta y vendré a visitarle el próximo fin de semana.
Separó su espalda del murallón, con toda la determinación de alejarse de aquel lugar, pero fue detenido de inmediato por sus dos amigos. Jimin quien le sostenía de los hombros y Kyungjoon que le reclamaba su poca valentía mientras fruncía el ceño con molestia.
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The Erudite; JinTae
Fiksi PenggemarKim Seok Jin es un joven erudito famoso por su gran intelecto y su recta conducta, quien ayuda a su padre en la librería del pueblo. Su destino cambia cuando una orden del rey llega, una orden que no le agrada para nada. Debiendo renunciar a su futu...