Taehyung es el primero en despertar por la madrugada. Notando un ligero dolor de cabeza presentársele. Su cuerpo dolía por la posición en la que había dormido durante toda la noche, abrazando a Seok Jin sin soltarse ni un solo momento. Se aleja de él con dificultad, con una sensación de letargo evidente sobre él.¿Cómo le haría para regresar al palacio y cambiarse para el informe Real matutino? No sabía ni cómo se las apañaría.
Cuando tuvo toda la intención de incorporarse y pararse para estirar sus músculos, sintió un agarre cernirse su brazo. Seok Jin le rodeaba la muñeca con suavidad, evitando que pudiera escaparse de su sitio. Menuda odisea en la que se encontraba.
¿Qué no daría por pasar el día junto a su pareja?
Pero aunque no quisiera pararse y quisiera pasar todo su día a su lado, tenía tantas cosas que hacer, así como responsabilidades que no podía permitirse evadir. El tiempo se le estaba yendo de las manos y de ello se dio cuenta cuando el bloque de las cuatro fue tocado con fuerza.
Le quedaba una hora para el informe matutino.
—Seok Jin —le llamó en voz baja, dando leves golpes en su hombro para despertarle —. Tengo que irme ya.
—¿Hmm? —el erudito hace un sonido con la boca, sin hacer caso a sus llamados y afianzando más su agarre en la muñeca de su pareja.
—Tengo que ir al informe —le dijo en voz baja.
El aludido refunfuñó, intentando ponerse de lado para abrazar la cintura del Rey, sin embargo, se ganó un escozor a lo largo de su brazo por el movimiento y soltó un jadeo. Aquello parecía haberle despertado con más rapidez.
—¿Te has lastimado? —le preguntó Taehyung, intentando revisar la herida vendada de su brazo —. No debes de hacer movimientos bruscos como esos. El médico Real dijo que debías reposar al menos por unas semanas.
—No quiero que te vayas —balbuceó, aún con los ojos pesados por el sueño que sentía —. Quédate conmigo.
—Seok Jin, sabes que no puedo.
—No vayas al informe —le pidió como si de un niño pequeño se tratase.
Taehyung no sabía lo inmensa que era su fuerza de voluntad hasta ese momento. Observar los labios abultados de Jin por el desgane, sus cejas fruncidas con preocupación y su mano adherida con firmeza a sus ropas, solo le hacían querer mandar todo lejos y quedarse ahí.
—Me la estás poniendo difícil. Muy difícil.
Seok Jin abrió sus ojos y le miró fijamente, esbozando una sonrisa tranquila —. Lo sé.
—¿Estás burlándote de mí? Kim Seok Jin, te he dicho que no pongas a prueba mi paciencia porque… —empezó a regañarle, más fue callado cuando Jin le estiró un poco para acercarlo a él y le besó en los labios por unos cuantos segundos.
—Te esperaré entonces —dijo Jin cuando se separó de él.
—¿Cómo pretendes que me vaya ahora que me besaste? Solo quieres verme sufrir.
—Podrás venir alrato.
—Jinnie, escucha… No sé si pueda venir a visitarte hoy, ¿sabes? —empezó a decir, sintiendo su voz temblarle por los estragos del miedo. Jin ladeó la cabeza.
—¿No podrás?
—Hay unas cosas de las cuales debo encargarme.
—Cierto…
Taehyung chasqueó la lengua, incapaz de poder negarse ante ello —. Cielos, si me ves de esa forma solo me haces sentir culpable. Vendré por la noche, ¿sí?
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The Erudite; JinTae
FanfictionKim Seok Jin es un joven erudito famoso por su gran intelecto y su recta conducta, quien ayuda a su padre en la librería del pueblo. Su destino cambia cuando una orden del rey llega, una orden que no le agrada para nada. Debiendo renunciar a su futu...