Luego de dos semanas de intentos fallidos comenzaba a frustrarse.
Desde el día que la cortesana Sun le ofreció aquel trato no dejaba de buscar en todos los rincones del palacio por su prometida. Sabía, con seguridad, que lo más probable es que estuviera rehuyendo su presencia desde un inicio, pues por más que iba a dónde le indicaban, nunca daba con ella.
Durante la ceremonia del cumpleaños de su padre hacía un par de semanas pensó que sería el mejor momento para por fin comunicarle a aquella mujer la verdad tras ser elegida. Ni siquiera lo había mirado a la cara y se mantuvo toda la ceremonia callada mientras el Rey se encargaba de avisarles a los ministros que sería ella la que acompañaría a Taehyung durante su reinado.
—¿Era necesario que me arrastraras hasta acá? Tengo mejores cosas que hacer —mencionó Sun con reproche, hizo una pausa y siguió hablando, disminuyendo su tono de voz —. Mira, no me parece muy acogedor estar ayudándote en un trato que hicimos. ¿Qué tiene de divertido hacerlo si como quiera seré yo la que pierda?
—Pensé que querías que hablara con la señorita Lee. No hagas tratos si al final no los cumplirás.
—Lo cumpliré, de eso ya deberías estar seguro. ¿Crees que seguiré soportando verte con esa expresión deprimente en tu rostro? —cuestionó, y se respondió a sí misma negando con la cabeza —. Pues no, eres increíblemente exasperante estando así. Solo han pasado tres semanas y ya no soportas un segundo más sin verlo.
—Conseguiré mi salida con Seok Jin más pronto de lo que esperas y podré reírme en tu cara —le presumió —. Siendo sincero, tengo mucho miedo de verlo. No tengo ni la menor noticia sobre Jin y lo último que supe fue que durante el Hangawi su padre y él discutieron. ¿No crees que todo haya empeorado y por eso no de señales de vida?
—Pues nada es certero por ahora, ¿por qué no mejor te apuras en encontrar a la chica y sales a verlo por ti mismo?
—No puedo encontrarla por ningún lado.
—¿Has probado con intentar buscarla en el pabellón? —cuestionó con obviedad mientras señalaba a sus espaldas —. La futura Reina tiene que tomar las clases necesarias para convertirse en tu esposa. Según las cortesanas será así hasta que llegue el día de la boda, el cual está muy cerca.
—¿Qué tan cerca?
—Le calculo un mes, aunque puede ser menos.
Taehyung asintió. Retomó las palabras que su amiga había dicho y concluyó que sería buena idea buscar a la señorita Lee por allá. Sus manos picaban por la ansiedad que sentía de saber sobre su pareja, tres semanas no era una eternidad, pero tantas cosas podían pasar en aquel pequeño transcurso de tiempo. Las cartas eran el mayor detonante de su preocupación. Sabía que Seok Jin era un hombre de palabra, y que no supiera de él le daba mala espina. ¿Habría problemas en entregar aquellos pergaminos dentro del palacio? ¿Estaría bajo algún tipo de castigo en el que le prohibirían salir de casa?
—Iré a hablar con ella, luego saldré del palacio por la puerta trasera —le señaló, Sun arrugó la nariz y negó con la cabeza —. ¿Por qué no? ¡Vamos! Ha sido un trato.
—¿Cómo me daré cuenta que sí has hablado con Lee?
Taehyung rodó los ojos —. ¡Confía en que sí! No podría salir del palacio sin antes hablar con ella, al menos luego podré pedirle consejos a Seok Jin sobre todo esto.
Su amiga inhaló con profundidad y terminó por aceptar —. Tienes que regresar a Donggung antes del informe matutino de mañana, ¿entendiste? Si Hoseok se entera que has salido nos pondrá una terrible reprimenda a ambos. Y si no regresas entonces seré yo la que vaya y te traiga arrastrando hasta acá. No te metas en problemas y... Solo eso, ¿sí? No vengas solo por la noche, es peligroso, pídele al erudito Kim que te acompañe.
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The Erudite; JinTae
FanfictionKim Seok Jin es un joven erudito famoso por su gran intelecto y su recta conducta, quien ayuda a su padre en la librería del pueblo. Su destino cambia cuando una orden del rey llega, una orden que no le agrada para nada. Debiendo renunciar a su futu...