—¿Secreto? ¿De que está hablando?
Seok Jin no era un tonto. Sabía a lo que Jungkook podría haberse referido con una simple frase como esa. Tomando la sonrisa llena de picardía en el rostro del menor, pudo darse cuenta que se burlaba de ambos.
Volteó a ver al príncipe, quien jugueteaba con la mano que él mismo había estrechado momentos antes. Jin se reprendió, ¿por qué había hecho algo como eso? Sabía que había sido un desliz de su parte, pero no esperaba que el príncipe Jungkook levantara la mirada en ese preciso instante.
Y ahora, mientras Jungkook los analizaba, Seok Jin imaginaba los peores escenarios.
El hermano fácilmente podría ir corriendo a Gyeongbokgung a decir lo que había presenciado frente a los ministros y el mismo rey. Incluso, podía contarle a alguna de las cortesanas o eunucos y el chisme correría con rapidez en todo el palacio.
¿Cómo terminarían ambos? Taehyung, lo más seguro, sería encerrado en su palacio y acelerarían la boda real para evitar cualquier malentendido. Seok Jin, por otro lado, sería humillado en algún lugar público y luego sería obligado a tomar el sayak; un castigo reservado para los nobles y personas de la realeza.
Tan solo de imaginarlo, los escalofríos venían a él.
—¡Oh! El erudito Kim parece que está inmerso en sus pensamientos —se burló Jungkook, moviendo sus manos un poco sobre el lienzo bajo él —. ¿Seguro no es nada más, hermanito?
El aludido rodó los ojos y refunfuñó, sintiéndose muy harto de la presencia del contrario —. ¡Ya te lo expliqué! No me hagas repetirlo.
—¿Qué...? —comenzó a decir Jin, sintiéndose un tanto cohibido y avergonzado por haberse perdido en sus divagaciones. Taehyung tan sólo dirigió su mirada a otro lugar con evidente enojo y Jungkook soltó el pincel para observarlo.
—He dicho que he descubierto el secreto de mi hermano —Jungkook portaba una de las expresiones más burlescas que Jin había visto en su vida —. Te lo pongo de esta manera, es seguro que ya sabes sobre la situación de mi hermano.
—No hables demasiado —dijo entre dientes el príncipe heredero, alcanzando el libro de la mesa y abriéndolo en su regazo, queriendo enfocar su mente en otro lado.
—¿Situación?
Jungkook asintió —. Verás, Taehyung tiene una muy mala reputación. En primer lugar, el rey insistió en que Taehyung estudiara en la institución de Sunkyungkwan, pero el se rehusó. Agradezco en parte eso por que mi estancia en la academia no hubiera sido tan favorable si él estaba ahí conmigo, después de todo...
—Empiezas a divagar, tan solo llega al punto —Taehyung señaló.
—Así que el rey contrató a diversos maestros, pero siempre fue un desastre. ¡Pagaría por verlo de nuevo! —exclamó entre risas —. Las personas del palacio comenzaban a sospechar que tal vez los maestros no eran el problema, sino este cabeza hueca de acá.
—¡Jungkook!
Su hermano se encogió en su lugar al escuchar la reprimenda del otro y se sintió avergonzado por ser regañado en frente de otra persona.
—Ya, pero es verdad —dijo, queriendo recobrar su actitud despreocupada —. Así que eso es a lo que quería llegar. No sé que pasaba por la cabeza de mi hermano para despedirlos a todos con solo un día de enseñanza. Es raro que tú lleves un mes aquí, así que supongo que se han vuelto amigos cercanos.
Seok Jin sintió como un peso era quitado de sus hombros al escuchar la declaración de Jungkook. ¿Pensaba que eran amigos? Eso era una buena señal, al menos no tendrían de que preocuparse en esos instantes.
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The Erudite; JinTae
FanfictionKim Seok Jin es un joven erudito famoso por su gran intelecto y su recta conducta, quien ayuda a su padre en la librería del pueblo. Su destino cambia cuando una orden del rey llega, una orden que no le agrada para nada. Debiendo renunciar a su futu...