—¿Has completado ya las revisiones de las asignaturas de ayer? —le preguntó Kyungjoon en voz baja.
Seok Jin ni siquiera sabía bien qué era lo que estaba haciendo, pero de lo que no tenía la menor duda era que estaba exhausto.
Muy apenas tenía tiempo para dar un respiro. Iba de clase en clase desde tempranas horas de la mañana, luego se pasaba junto a Kyung al castigo que debían cumplir, y era claro que Kwon no tenía ni la menor piedad por ellos. Finalmente, luego de un exhaustivo día, tenía que cumplir con las tareas que no podía realizar en ningún otro momento.
En definitiva, no era como se había imaginado que sería su estancia en ese lugar.
Kyungjoon al verlo muy ensimismado en sus pensamientos, le dió un leve codazo —. Jin, ¿has terminado con la carga de trabajo que nos dejaron?
—Eh... Estoy revisando los trabajos de la clase dos —respondió, un tanto perdido, mucho más al ver la expresión de frustración que se formaba en el rostro del contrario y como parecía murmurar ciertas cosas que no comprendió del todo —. ¿Por qué?
—¿Cómo es que puedes ir en la clase dos? ¿No recuerdas lo que planeamos? —preguntó Kyung, haciendo otra mueca al ver la cara de incertidumbre del contrario —. Kim Seok Jin, no puedo creer que lo olvidaras.
—¿Olvidar qué cosa?
—Lo que teníamos planeado para hoy —respondió, esta ocasión en un tono de voz más bajo, volteando a ver hasta el escritorio donde Kwon estaba y no les prestaba la mínima atención —. Terminar el trabajo temprano e ir al pueblo a ya sabes qué.
El erudito Kim arrugó la nariz y rebuscó en su cabeza. Abrió los ojos cuando por fin comprendió lo que el otro decía y casi se maldice por no estar en sus cinco sentidos tal día.
La celebración de inicio de año se daría en pocos días. Los directivos, habiendo avisado que se llevaría a cabo en el palacio, los invitó a todos a conseguir sus mejores ropas para mostrar el debido respeto.
Kyungjoon insistía en que ambos deberían salir lo más rápido posible para evitar que los mercaderes se quedaran sin mercancía y ellos no pudieran conseguir nada.
Seok Jin, como era de esperarse, olvidó todo aquello con el paso de los días. Y ahora, su cabeza tocaba otro tema que pareció difuminarse en su mente durante la semana, ¿cómo era que Taehyung y él podrían verse en un día tan agitado como ese?
—Lo olvidé, lo siento —se disculpa Jin, con sinceridad y dejando salir una risa nerviosa. Kyung sacude la cabeza y toma varios de sus trabajos para ponerlos frente a su escritorio.
—Te ayudaré con la mitad de estos —le asegura, sonriendo con complicidad.
—Pero eso no es justo y...
—¡Calla! Que ya quiero salir de este infierno y no soportaré más tiempo aquí —dice, señalando con su mirada a Kwon —. Ni siquiera ha hablado, ¿qué crees que hace?
—Ha de estar ocupado en algo de las clases.
—Ni siquiera parece estar trabajando —se quejó Kyung, haciendo una mueca de frustración —. Está leyendo algo. Nos ha dejado todos sus deberes para que los hagamos nosotros.
—Está aprovechando la situación al máximo —se mofó Jin, notando lo fastidiado que Kyungjoon parecía estar conforme el tiempo pasaba.
Todos alzaron su mirada en cuanto observaron a uno de los directivos entrar y analizar todo el lugar con una expresión muy amena. Era la primera ocasión que alguien de Sungkyunkwan se pasaba por la oficina del erudito Kwon, ¿habría acaso alguna noticia?

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The Erudite; JinTae
FanfictionKim Seok Jin es un joven erudito famoso por su gran intelecto y su recta conducta, quien ayuda a su padre en la librería del pueblo. Su destino cambia cuando una orden del rey llega, una orden que no le agrada para nada. Debiendo renunciar a su futu...