—Ahora entiendo por qué lo encuentras insoportable —mencionó el erudito entre gruñidos mientras jugueteaba con una rama —. Pensé que todo resultaría bien, ¿qué podría salir mal? Pero creo que lo subestimé, ese tipo es una caja de sorpresas y siempre encuentra la manera de arruinar el día. Solo llevo aquí cuatro días y siento que me estoy muriendo, ¿es demasiado tarde para irme ahora? ¿Hay alguna consecuencia si me escapo?
Yoongi lo miró con una sonrisa burlona mientras el chico descargaba toda la ira acumulada que tenía. En el poco tiempo que llevaban conociéndose, el erudito nunca había hablado tanto, es más, parecía que ese día cumpliría algún nuevo récord.
—A parte de eso —continuó Seok Jin —, ¿quién se cree que es? Tratándonos a los demás como si fuéramos basura simplemente porque tiene un rango más alto que nosotros. Desprecio la jerarquía. Me gustaría ir con él y decirle todas sus verdades sin temor a ser castigado con veinte latigazos en el palacio principal por faltarle el respeto. ¿No crees que es injusto? ¿Cómo pueden permitir que alguien como él sea heredero del trono? ¿Tiene un hermano que pueda ocupar su lugar?
—Él es el hijo mayor y único legítimo —explicó Yoongi, apretando los labios para no reírse cuando vio la expresión de Jin —, ¡sé que es injusto! Pero, a menos que queramos ser ejecutados, no podemos hacer nada contra ellos".
—Ellos y sus castigos.
—En cualquier caso, no hay nada que podamos hacer.
No hay nada que se pueda hacer.
Seok Jin estaba al tanto de eso. La semana estaba llegando a su fin y todavía tenía mucho por enseñarle. Pero no podía concentrarse por completo. Eran pocas las ocasiones en que el erudito estaba tan preocupado, pues nunca era influenciado por las opiniones de los demás. El príncipe heredero, por otro lado, no cambiaría su forma de pensar sin importar cuánto Seok Jin lo intentara.
No pudo evitar maldecirlo y lamentar la terrible situación a la que había sido arrastrado por el capricho de un príncipe que creía tener control sobre personas de rango inferior al suyo.
—Traté de acercarme a los nuevos funcionarios y oficiales para hablar, pero dan mucho miedo —comenzó Yoongi haciendo una mueca, cambiando el tema de conversación —. Supongo que no quieren relacionarse con nadie... Ahora que lo pienso , sí que hablé con un oficial.
—¿De verdad?
—Sí, a pesar de que aparenta ser alguien muy frío, él fue el único que mantuvo la conversación conmigo —comenzó a decir, su mirada recorriendo todo el lugar hasta que se topó con una figura a unos metros de distancia de ellos —¡Mira! Es él.
El erudito frunció el ceño y se puso de pie con debilidad, pues todavía le dolían las piernas. El rostro de Yoongi se iluminó aún más cuando señaló a la persona a la que se refería. Seok Jin sabía que el chico se emocionaba con avidez cuando hacía nuevos amigos ya que la vida en el palacio era muy monótona. El hombre al que Yoongi se refería vestía un hanbok verde y lucía desorientado.
—Es el funcionario Choi —murmuró Yoongi —, Ven, hablemos con él.
Seok Jin caminó detrás de él, viendo como el contrario le hablaba al otro chico. Sonrió por inercia y negó con la cabeza. Yoongi podía ser un poco intenso, pero tenía una personalidad que agradaba mucho.
—Funcionario Choi —habló Yoongi, el muchacho se giró e hizo una reverencia.
Jin arrugó el entrecejo. El rostro del contrario era monótono, y parecía querer evadir la conversación que Yoongi acababa de iniciar. Rió, ¿acaso el hijo del ministro no se daba cuenta que el funcionario trataba de espantarlo con la mirada?
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The Erudite; JinTae
FanfictionKim Seok Jin es un joven erudito famoso por su gran intelecto y su recta conducta, quien ayuda a su padre en la librería del pueblo. Su destino cambia cuando una orden del rey llega, una orden que no le agrada para nada. Debiendo renunciar a su futu...