—¿Algo urgente? ¿Ha sucedido algo?Preguntó Taehyung, un tanto sorprendido de aquel tono empleado en el guardia. Su mente empezó a fabricar distintas posibilidades. ¿Sería que se trataba de lo que Hoseok le contó y los infiltrados habían hecho algo? ¿O era que la ceremonia comenzó sin precedentes ni avisos?
—Su majestad, el Rey Abdicado, está grave —pronunció con un nerviosismo latente.
En el momento en que escuchó aquellas palabras, su mundo se cerró.
Ni siquiera pudo reaccionar al instante, tanto así que Yoongi le zarandeó con impaciencia para que se pusiera en marcha. Recibir una noticia inesperada como esa en un día como ese era una sensación horrible. Su garganta estaba reseca y sus manos buscaban aferrarse a algo para dejar de temblar.
Su padre.
Su padre estaba en peligro.
—Su majestad quiere hablar con usted —le aseguró el guardia —. Creemos que ha sufrido una recaída. Está consciente, pero no sabemos por cuánto tiempo más lo estará.
—Yo… Sí, iré… Iré enseguida.
—Taehyung, te acompañaré —le dijo el hijo del ministro, tomándole del brazo al ver cómo este se tambaleaba un poco —. Si ha pasado algo podremos averiguarlo, ¿sí? Dos cabezas piensan mejor que una.
El aludido asintió, parpadeando incontables veces para evitar entrar en pánico. Pero su cuerpo no reaccionaba, en realidad, estaba inmovilizado. El aturdimiento le golpeaba, haciendo que sintiera la respiración faltarle, tanto que la desesperación le hizo pensar lo peor con sus miedos intensificándose hasta el grado de sentir su pecho aplastarse.
Yoongi le miró, comprendiendo lo que sucedía. El muchacho estaba teniendo un ataque de pánico. No era la primera vez que sucedía algo como eso, en realidad, Yoongi era quien se encargaba de tranquilizar a Taehyung muchas ocasiones durante su juventud. Por lo que supo de inmediato lo que tenía que hacer.
—Tae… Estás teniendo un ataque de pánico —le explicó, suavizando su voz. Le soltó del brazo, sabiendo que el muchacho agradecía el tener su espacio personal despejado en situaciones como esas —. Pasará dentro de poco.
—Tengo que… ver… —sus palabras entrecortadas le indicaban que Taehyung estaba pasando un mal momento en intentar respirar.
—Iremos a ver a tu padre —le dijo con calidez —. ¿Puedes respirar bien?
Taehyung sacudió la cabeza. La noticia le había caído como agua fría. Todo lo que estaba reprimiendo desde hacía largos meses había terminado por colapsar en ese momento. No quería actuar de esa forma, estaba haciéndolos perder tiempo. Tan solo quería ver a su padre, quería ver que estuviera bien, a salvo.
Las palabras de Yoongi terminaron por tranquilizarlo. Y pudo respirar el aire frío con una mayor facilidad al pasar los minutos.
—Debemos apurarnos, tal vez hay algo que podamos hacer por él todavía —dijo Yoongi.
Tal vez había algo. Esas palabras le hicieron tomar el coraje que quedaba en su cuerpo. Asintió a duras penas, intentando que la vista no se le nublara por las lágrimas acumuladas en sus ojos.
El guardia, después de dejar caer aquella información, se retiró a toda prisa aludiendo a que llamaría al médico Real antes de que fuera demasiado tarde. Las probabilidades de salvarle eran escasas, pero Taehyung quiso mantenerse positivo.
Era lo único que le quedaba.
—¿Qué crees que haya pasado? —le preguntó Yoongi mientras se apresuraban hasta el palacio —. Hacía poco estaba mejorando, ¿cómo es que tuvo una recaída de tal magnitud…?
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The Erudite; JinTae
Fiksi PenggemarKim Seok Jin es un joven erudito famoso por su gran intelecto y su recta conducta, quien ayuda a su padre en la librería del pueblo. Su destino cambia cuando una orden del rey llega, una orden que no le agrada para nada. Debiendo renunciar a su futu...