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Taehyung quiso negarse.

Que la madre de su pareja estuviera frente a él, pidiéndole que le permitiera unos minutos de su tiempo para hablar no terminaba de encajar en la ecuación.

No sabía por qué apareció de repente, por qué se dirigió a él con una amabilidad excesiva como si nada hubiese pasado y que, sobre todo, no apareció con el aura intimidante que observó en ella cuando la vio acompañar a Jin a Sungkyunkwan.

Era demasiado extraño que estuviera actuando así.

Después de tantas insistencias, Taehyung no tuvo más opción que aceptar, dando vistazos a sus alrededores para encontrar una salida fácil a esa situación pesarosa. Sin embargo, no habían señales de Jimin ni de Kyungjoon en ningún lado.

¿En dónde se habían metido?

La mujer le llevó hasta un pequeño restaurante al aire libre, aquel mismo donde Seok Jin y él habían comido varias veces con anterioridad. Taehyung agachó la cabeza con vergüenza cuando ella le habló al mercader para pedir algo de comer para ambos y se permitió pensar en una forma de eludir la incomodidad que se presentaba en él.

—Sé que es algo repentino, pero de verdad me alegra haberle visto por aquí —dijo ella, sonriendo con debilidad.

Pero aunque sonriera, no fue difícil para Taehyung darse cuenta que algo estaba mal.

La había visto unas cuantas veces cuando visitaba a Seok Jin a casa y ella siempre portaba una personalidad inconfundible, con una sonrisa sincera y espontaneidad que hacía que uno se sintiera cómodo. Pero ya no veía rastros de ello. En vez de eso, la mujer parecía estar fingiendo una alegría de manera que se veía muy forzado.

—Sí… ¿Por qué? —preguntó Taehyung, sin poder tener control alguno de sus palabras. Por más que una pregunta abrupta como esa podría verse como algo ofensivo, la madre de Jin no tomó ofensa alguna.

—Quería hablar sobre algunos asuntos… —empezó a decir, como si estuviera dudando en si contarlo o no —. ¿No ha venido Seok Jin con usted?

—¿Por qué vendría conmigo?

—Es solo que… No le he visto en largas semanas y estoy intranquila por ello. ¿Está él bien?

Taehyung no respondió, sino que frunció el ceño y ladeó la cabeza para verle confundido.

La mujer entendió aquello y se sintió más nerviosa de repente —. Oh… Ustedes… ¿Ustedes de verdad han terminado su relación?

—Hemos terminado, sí —le respondió, intentando no mostrar ni una sola expresión en su rostro que pudiera delatarlo.

La madre de Jin se llevó una mano al puente de su nariz, como si algo estuviera preocupándole, incluso notó lo rápido que su estado de ánimo había cambiado. ¿No era eso algo contradictorio? ¿Por qué de repente parecía estar enojada con tal hecho?

—Lo… Lo siento mucho —murmuró atropellando sus palabras.

—¿Eso es lo que tenía por decirme? —insistió Taehyung —. Tengo cosas pendientes en el palacio, por lo que si ha terminado, es mejor que me vaya.

Mientras más tiempo pasaba ahí, sus ansias se acrecentaban. Temía estar siendo víctima de alguna trampa, que estaba siendo detenido ahí por alguna otra mayor razón. Muchos problemas se habían apilado y no encontraba cabida para otros nuevos.

—No es solo eso.

—¿Entonces…?

—Sé que usted debe estar enojado conmigo… Reconozco que he arruinado algo tan bello que ustedes tenían por no poder desprenderme del pasado, pero… —la madre de Jin hizo una pausa en cuanto el mercader se acercó para dejarles la comida.

The Erudite; JinTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora