≽˖՞🚧 ۫ ۫։ຼ ۪۪۫۫ changbin presenció cómo
su 𝘥𝘰𝘯𝘨𝘴𝘢𝘦𝘯𝘨 besaba los labios
del líder, y cómo este tocaba todo
lo que sus manos llegaban a tomar
de jisung.
...
Chan vio con curiosidad al chico sentado en la mesa cerca de las escaleras, él estaba en el segundo piso de la cafetería recibiendo su pedido mientras que el jovencito de mejillas abultadas trataba de tomar su batido. Era casi imposible para él debido a que tenía un brazo enyesado y no había señales de tener el otro, además de que parecía que habían olvidado ponerle su bombilla.
El chico tenía la cabeza agachada e intentaba sorber el líquido del vaso, estirando sus labios en un piquito. Chan sonrió ante la vista, por lo tierno que se veía aquel chico con el que fue a la primaria.
―¿Quizás quieres uno de estos? ―preguntó Chan, extendiéndole una bombilla de plástico.
El chico por supuesto que no pudo tomarla, pero le agradeció con una sonrisa y señaló el vaso con los ojos.
Chan mordió sus labios con timidez y colocó la bombilla en el vaso, sonriéndole.
―Muchas gracias, no podía bajar a pedir una ―murmuró el chico, señalando la bota ortopédica en su pierna izquierda.
―Wow, estás hecho un desastre ―señaló Chan, con más confianza.
Jisung, si bien Chan recuerda que se llama ―y claro que lo recuerda―, alzó una de sus cejas y rio.
―¿Vas a sentarte? ―inquirió irónicamente, viendo que el chico de rizos rubios no se marchaba.
―Claro ―respondió Chan, yendo a por su café y pastel para luego sentarse en la silla enfrente de Jisung.
Ni siquiera se dio cuenta si el menor lo decía en serio o estaba jugando con él.
―¿Quieres que te ayude con tu pastel, Sung? ―preguntó, señalando con la cabeza la porción de limón.
―¿Cómo sabes...? ―Jisung frunció el entrecejo, confundido por un momento acerca del joven frente a él―. ¿Qué...? Oh, eres Bang Chan ―señaló, riéndose de sí mismo.
―¡No me recordabas! ―chilló Chan, como un pequeño niño―. Heriste mi corazón.
―Estás tan diferente... ―Jisung bajó la voz―. Teníamos... ¿cuánto? ¿Once?
Chan asintió felizmente.
―Déjame ayudarte con eso, hace tanto tiempo que no nos vemos. ―Chan tomó la cuchara y tomó un poco de pastel―. Volví de Australia hace tres años pero te habías mudado en ese entonces.
Jisung desvió la vista por un momento.
―Lamento molestar. ―Jisung aceptó la cucharada―. Mi hermana me trajo aquí pero tuvo que irse y aún no llega. Ni siquiera sé si podré bajar las escaleras solo.
―Si eso sucediera, te llevaría a casa ―contestó Chan, sonriéndole encantadoramente.
―Eres muy atento. ―Jisung abrió la boca para recibir otra cucharada.
―Sólo contigo ―bramó Chan, sin dejar de sonreír.
Jisung estaba muy diferente desde la última vez que Chan le había visto. Su cabello estaba largo y tenía una gran cicatriz en su rostro que cubría casi la mitad de este, uno de sus brazos estaba completamente enyesado y el otro no estaba a la vista, su pierna derecha parecía la única parte visiblemente sana y eso enloquecía a Chan completamente; provocando que se sintiera impotente de alguna manera.
―No me crecerá de nuevo por más que lo mires con pena ―gruñó Jisung, sacando a Chan de su trance.
―No... No era pena... ―se apresuró a decir el mayor―. Sólo me estaba preguntando qué te había sucedido...
Jisung mordió el interior de su mejilla y asintió tímidamente.
―Accidente aéreo hace unos meses ―contestó, desviando la vista.
Chan recuerda haber visto en las noticias, acerca de un avión que cayó en el desierto, sólo hubieron dos supervivientes y lo que menos se esperó fue que ese Han Jisung fuera su Han Jisung.
―Entiendo ―ambos se sumergieron en un grato silencio.
Silencio que fue interrumpido al Chan tomar otro pedazo de pastel, chocando el metal con el vidrio estrepitosamente sin propósito.
Jisung rio con gracia.
―No quise ponerte incómodo ―murmuró el menor pesadamente―. Fuiste muy amable.
―Te tengo un cariño descomunal, se podría decir ―alargó, alzando la vista al techo―. ¿Quieres darme tu número?
Jisung señaló con la vista el pequeño bolso sobre la mesa, el cual Chan tomó y sacó el celular, al no tener clave fue fácil agendar su número y llamarse a sí mismo.
―Sigues siendo el mismo Chan de once años que me tomaba la mano “para no perderme”. ¿Cierto?
Chan rio bajito.
―Me atrapaste.
Jisung sintió calor en su pecho, porque algo le decía que ese chico de bonitos hoyuelos era el mismo niño que siempre cuidaba de él.
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Sáb., 7 de septiembre 2019
Ok.... Subiré algún ChanChang y/o 3racha antes de subir la parte alternativa del track 5
Anticipenlo ♥️♥️
Ah, y qué seco de comentarios que está esto, por favor :((((((
Me acabo de dar cuenta de que este es el track 20 sin embargo, es la parte 30 del libro..... K creici jajajaj
