BANGHAN
Chan se hizo pequeño dentro de su suéter mientras exhalaba calor dentro de este, el viento frío hacía que su cuerpo tambaleara debido al temblor y maldijera a su novio por no llegar a tiempo por él. Siguió mirando la calle esperando a que el chiquillo apareciera doblando la esquina pero no lo hacía.
No tenía idea de cuántas maldiciones ya había dicho en voz baja por lo molesto que estaba, puesto que Jisung debía recogerlo todos los días a la misma hora. En otra ocasión él iría a pie al ver que tardaba tanto, pero la fuerte tormenta y el hecho de que tenía todos sus cuadernos encima no le permitía salir a la calle y arriesgarse a que la tinta de estos se estropease.
Además de todo, era su maldito cumpleaños y llevaba treinta minutos esperando bajo un techo con agujeros. La noche anterior habían hecho un plan para cuando saliera de la universidad pero habían perdido el turno ya, se sentía triste por eso.
No pudo llamar a un taxi debido a que su teléfono estaba muerto y no había absolutamente nadie rondando en las calles; ese día no estaba de su lado.
Chan echaba humo por las orejas cuando vio el Camaro negro de Jisung estacionando frente a él otros treinta minutos más tarde, no hizo caso a las palabras del menor cuando se subió al auto, ignorando a quien se disculpaba por haber llegado tarde.
Chan ingresó a la casa dejando el bolso con sus cosas con brusquedad sobre el sillón de la sala. Ya eran las siete y media de la tarde y muchas de las actividades que quería hacer ya eran imposibles y todo era por culpa del menor, quien apesar de disculparse no había dicho el porqué de su tardanza; parecía estar bien aunque Chan no le haya puesto los ojos emcima, pero no se preocupó por él.
―Arruiné tu día por mi torpeza, lo siento ―repitió Jisung con tristeza, yendo hacia la cocina.
Chan suspiró y cerró los ojos para tranquilizarse; era solo un día más y podía celebrar su cumpleaños mañana, así que pensando de esa manera se dirigió a la nevera en donde Jisung estaba casi metido.
―Oye, no pasa nada. ―Chan tocó al menor del hombro para que voltease.
Chan solía dejar todas sus tareas para la noche así que ya no tenía tiempo para salir.
Jisung sacó una botella de agua y se sirvió un poco en un vaso de plástico, lucía decaído y triste por haber arruinado el día de Chan, así que este le picó las costillas con el dedo para que le prestase atención.
―Saldremos mañana ―dijo Chan, abrazando al menor por las caderas y recostándose sobre su hombro.
Sólo entonces Chan notó que una de las manos de Jisung se veía más inflamada dentro de sus guantes.
―¿Qué te pasó? ―preguntó, tomando la mano de Jisung, preocupado cuando este la apartó bruscamente.
―No toques, duele ―pidió en tono bajo.
Chan vio los ojitos irritados del menor y lo desaliñado de su ropa y cabello, parecía haber estado bajo una tormenta por horas, se veía peor que él.
―¿Estás bien?
Chan se sintió mal consigo mismo. Todas las maldiciones que soltó en el día hicieron que se le revolviera el estómago.
―Sí ―dijo Jisung bajando la cabeza―. Iré a la cama, necesito descansar...
Chan despertó a las seis de la mañana al sentir frío en un lado de su cuerpo, el clima seguía como el día anterior y tenía ganas de estar echado viendo películas y comiendo cositas dulces acobachado con su pequeño; pequeño que no sabía dónde estaba.
Bang Chan se incorporó en la cama y restregó sus ojos buscando al menor en la habitación, lo vio en el borde de la cama colocándose un abrigo, parecía listo para salir.
―¿Adónde vas, pequeño? ―preguntó Chan, peinándose el cabello con los dedos.
―Iré a la clínica ―murmuró Jisung sin verle―... Lamento no poder quedarme, y también por lo de ayer... por mi culpa tuviste el peor cumpleaños de todos.
Jisung bajó la cabeza y Chan se preocupó por el tono en su voz. Se acercó a él y le abrazó por la espalda recargando la mejilla en sus omóplatos.
―Ya pasó, ya no estoy molesto por lo de ayer ―dijo con tranquilidad―. No debí ser tan duro contigo sin siquiera preguntar si estabas bien... pero estaba enojado porque hacía muchísimo frío.
Jisung volteó lentamente y dejó un beso en la mejilla de Chan.
―Soy el peor novio del mundo.
―Claro que no, cariño. ―Chan atrapó las mejillas rechonchitas de su novio entre sus manos―. Eres el niño más lindo de todos, y eres mi novio ―susurró sobre los labios ajenos, dejando un pequeño beso.
Jisung asintió no muy convencido y trató de levantarse de la cama, mas fue retenido por el mayor quien le tomó de las manos tratando de empujarlo a la cama nuevamente; no obstante, el fuerte quejido que soltó hizo que Chan le soltase rápidamente.
―¿Qué... qué pasó? ―Chan tenía los ojos desorbitados, aterrado por el dolor en el rostro de Jisung.
Sin preguntar más, Chan quitó el guante de la mano ajena con cuidado y notó una enorme quemadura en la palma cubierta apenas por una venda, haciendo que su corazón se saltara un latido.
El menor tenía la vista fija en otro sitio porque las heridas propias y ajenas hacían que todo su cuerpo temblara y se le revolviera el estómago.
―Ayer... estaba preparando algo... ―dijo Jisung, frunciendo el ceño con miedo―. Me quemé por un descuido y entré en pánico... ―Jisung mordió sus labios―, estaba solo así que no sabía qué hacer... me tomó mucho tiempo tranquilizarme para poder ir a una clínica. No podía conducir con la mano así, pero tampoco contestabas mis llamadas entonces fui a buscarte... Estabas muy enojado, no quería decirte.
Chan mordió sus labios aguantando un bufido. Había sido un idiota con su pequeño.
―Ven aquí ―pidió Chan, tomándolo de los hombros para acercarlo a un abrazo y enjaular su cabecita entre sus brazos―. Te llevaré a la clínica, cariño.
Chan dejó un beso suave en el cuello de Jisung dejando mil y un susurros de amor.
Vie., 04 de octubre 2019
Me siento muy mal físicamente :(
Y sí, estoy consciente de que este os es un asco
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Zone ⸺3racha。2018
Fanfiction≽˖՞🚧 ۫ ۫։ຼ ۪۪۫۫ changbin presenció cómo su 𝘥𝘰𝘯𝘨𝘴𝘢𝘦𝘯𝘨 besaba los labios del líder, y cómo este tocaba todo lo que sus manos llegaban a tomar de jisung. ...