≽˖՞🚧 ۫ ۫։ຼ ۪۪۫۫ changbin presenció cómo
su 𝘥𝘰𝘯𝘨𝘴𝘢𝘦𝘯𝘨 besaba los labios
del líder, y cómo este tocaba todo
lo que sus manos llegaban a tomar
de jisung.
...
Jisung apretó el teléfono contra su pecho luego de escuchar un fuerte ruido. Se hizo más pequeño en su escondite y por primera vez en su vida estaba agradecido de caber en un lugar tan reducido como ese, creía que no buscarían allí.
Los pasos dejaron de oírse y Jisung temía respirar lo suficientemente fuerte como para que le noten. Cerró los ojos con fuerza y tembló hasta morir cuando decenas de disparos inundarom la sala.
Comenzó a sollozar, mordiendo sus labios. De repente la puerta se abrió y le tomaron en brazos con fuerza, él continuó sollozando, peleando para que le soltasen. Se rehusó a abrir los ojos, por temor.
No obstante, un par de caricias en el rostro y un beso en la frente hicieron que Jisung se quedara estático.
―Shhh… cariño, soy yo. ¿Estás herido? ―La voz de Chan hizo que Jisung sollozara aún más fuerte, pero esta vez rodea a su esposo con sus brazos, escondiendo la cabeza en su cuello.
―Estaba muy asustado ―lloró, acariciando la nuca de Chan―. Mataron a todos, Channie, a todos.
Chan le tomó en brazos y se incorporó, sin dejar que el chico se separara de su cuello.
―Cariño, no abras los ojos, ¿puedes prometerme eso? ―preguntó el Agente.
―Sí… Gracias por venir por mí, Channie. ―Jisung se relajó en los brazos de su esposo y sonrió tímidamente sintiéndose seguro.
Habían unos camiones de bomberos frente al edificio y Jisung fue asistido por unos paramédicos rápidamente, por fortuna Jisung había oído todo el revuelo desde otra planta y tuvo la oportunidad de esconderse en un sitio pequeño y apartado. Estaba aterrado pero pudo avisar a Chan en dónde se encontraba con su teléfono.
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Chan sujetó el cabello largo de Jisung hacia arriba haciendo una pequeña cola de caballo, ganándose una risilla por ello. Jisung se tapó el rostro con ambas manos y bajó la cabeza. Era completamente extraño para él que Chan le peinase.
―Ha sido una semana dura. ―Jisung miró el reflejo de Chan en el espejo―. Pero has estado comportándote así desde ese día, tranquilo, estoy a salvo.
Chan se había tomado unos días libres en la Fuerza y había decidido pasar tiempo con el menor, con el fin de tener los ojos sobre él la mayor parte del tiempo y hacer que este no se sintiera solo o triste. Lo estaba logrando a la perfección, incluso eso hacía que su esposo le amase un poco más cada segundo.
―Lo sé, pero me gusta tocarte para estar plenamente seguro de que estás aquí.
Chan apoyó el mentón en el hombro de Jisung, dejando un beso en su mejilla.
―No me iré a ningún sitio.
Chan mordió sus labios antes de separarse de él.
―Yo también creía eso, Sung. Pero no lo sabes, si yo no hubiera llegado… ―Chan suspiró pesadamente―. Así que por un tiempo vamos a tener vacaciones, o algo como eso, vamos a gastar algo de los ahorros en cosas que nos hagan bien, vamos a pasar tiempo juntos y viajar a donde queramos. ¿Dijiste Pensilvania? Ahí iremos primero.
Jisung mordió sus labios y acarició el cabello rizado del mayor, enredando sus dedos en ellos mientras continuaba viéndole por el espejo.
―Mi cumpleaños es en dos semanas.
―¿Qué tienes pensado hacer?
―Originalmente solo quería una cena romántica, pero ahora creo que quiero algo más complicado. Tengo ganas de vivir cosas nuevas.
Chan sonrió y rodeó cuerpo pequeño entre sus brazos. Temía que este se desplomara en algún momento pero entendía completamente la idea de vivir cosas nuevas.
Especialmente porque por un momento, Chan creyó que lo había perdido todo.
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