Capítulo 57 (*)

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LUCY

El poder de las palabras es tan genuino, algunas pueden alegrarte tanto y otras... destruir lo que tanto te costó conseguir en simples segundos.

Me relamí los labios, escuchando ese familiar sonido en mis oídos que solamente deja en claro algo: «Colapso».

Un colapso que no puedo permitirme en este momento, por supuesto, pero existen cosas que siempre te van a perseguir y huyendo, llorando y teniendo un berrinche sobre ello jamás conseguirás algo con exactitud así que, ordeno a mi mente mantener el control, algo que puedes hacer cuando te conoces, te estudias y sabes tu potencial.

Con la vista nublada, me agacho, obligándome a dejar de temblar y tomo el papel entre mis manos, aplastándolo con toda mi fuerza, lo escondo en mi sostén y con la otra tomo a Marta, levantándola y acostándola en la cama. Se sigue moviendo, como si tuviera un ataque de epilepsia, coloca los ojos en blanco, sigue golpeándose, se rasguña y le doy una bofetada colocándome arriba de ella.

Inmovilizo sus manos, ella intenta morderme, golpearme, balbucea, sus ojos cafés lucen dilatados, pero al final se calma o al menos deja de agredirse a sí misma luego de que repito su nombre varias veces como si eso fuese una especie de tranquilizante que la saca de su estado, pero aún sigue en el suelo. Se mira las manos con horror al ver su misma piel en sus uñas y sus labios hacen una línea recta mientras parece que va a llorar, pero por alguna razón no lo hace.

«¿Qué tan jodidos hay que estar para lastimarte a ti mismo?» Comienzo a darme cuenta que las enfermedades que la llevan a estar así son peores de lo que pensé y por eso debo pensar con más claridad para no pasar cosas por algo como estas porque no puedo permitirme quedar vulnerable.

Mi cabeza me recuerda el error que cometí al reaccionar así por unas estúpidas palabras, pero no puedo reprocharme tanto porque sencillamente... no lo esperaba.

Pero el factor sorpresa siempre será el peor de todos y no puedo permitírmelo, no cuando las cosas parecen ser más serias de lo que pienso o de lo que parecen.

Su pecho se mueve con fuerza y cuando sus ojos encuentran los míos, pasa lo que tanto esperé:

Llora.

Llora y la traigo a mi pecho mientras susurro que todo estará bien, tratando de calmarla. Acaricio su cabello y ella se aferra a mí, abrazándome con fuerza para que no me aleje por nada del mundo mostrando lo vulnerable que es en este preciso momento.

Me relamo los labios, Marta llora contra mi pecho y yo sigo acariciándola porque no puedo permitir que tenga otro ataque, no ahora y en especial, no cuando desconozco qué es lo que los detona.

Otro de las cosas que se han convertido en mi problema porque lo que he pensado que resulto ser una casualidad, es mucho más que eso porque Marta parece saber más de lo que parece o la persona que la manipula también.

«Porque al parecer no soy la única investigando y queriendo descubrir los secretos»

Sé que necesita su espacio y esa es la razón principal por la que la consuelo en vez de preguntarle qué es lo que hace con exactitud para terminar así. Sigue sollozando en mi pecho mientras cierro los ojos, recordando las palabras que había en el pedazo de papel en mi lengua materna.

Trato de alejar la angustia y la ira que me produce que otras personas intenten sabotear mis planes y cuando Marta se aleja, abro los ojos y parece que me están susurrando las mismas palabras de pedazo de papel en el oído, porque me siento aturdida.

—¿Qué sucedió esta vez? — es lo primero que le pregunto. Marta se limpia las lágrimas y me da esa mirada de cachorrito lastimado que me hace entornar los ojos, pero no digo nada recordándome que debo tener paciencia para conseguir lo que quiero finalmente.

LOS HIJOS DE LA ÉLITE® [Bloody#1] ✔️ DISPONIBLE EN FÍSICO. VERSIÓN DE WATTPADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora