Capítulo 83 (*)

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LUCY

Llegamos al comedor y efectivamente, tal como había dicho Caelus estaban todos, pero dentro de ese término, también se refería a Ángel.

Era de alguna forma, extraña la manera en la que me sentía cuando el primo de los cinco estaba cerca de mí. Era una especie de desconfianza, intriga y odio mezclado que no lograba entender, pero que cada vez se hacía más y más grande.

—¡Mis donas preferidas! — soltó Cris abriendo sus ojos lo suficiente para que se notara su entusiasmo. Crono simplemente colocó mala cara ignorando a Sonia y estirando la mano para tomar uno de los caramelos mientras Consus y Ángel picaban los pasteles, Sonia se sentaba en la cabeza de la mesa, viendo como Caelus esperaba pacientemente a que sus hermanos y su primo se pelearan por la comida.

Me senté al lado de Sonia, a unos puestos de distancia de los chicos y la madre movió la mano hacia la única sirvienta que se había quedado que se acercó a un pastel pequeño, para luego traerlo hacia nosotras.

Era como si de alguna manera Sonia supiera que los cinco se vuelven los osos revoltosos cuando hay comida y que son capaces de actuar de manera tan inmadura como pelear por una dona de chocolate con chispas de colores y azúcar glasé.

—¡Esa es la mía! — Cristian coloca mala cara mirando a Ángel que es tan descarado y se come la mitad del donut de un solo mordisco.

—Lo lamento mucho, pero ya es mía...— se ríe el pelinegro.

—¡Mamá! — Cristian hace un puchero mirando a Sonia que no dice nada, pero asiente hacia la misma mujer mientras ella se lleva un pedazo de pastel a la boca.

Me llevo mi pedazo a mi boca y saboreo la explosión de sabores en mi paladar. Cierro los ojos unos segundos porque nunca había probado una crema chantillí de fresa y el dulce de leche en esa combinación.

—Mande a traer más para que no te quedes cabreado, Cris. — Sonia soltó en un tono tranquilo, podría decirse hasta dulce y Cris sonrió como si le hubieran dicho el secreto para la jodida inmortalidad.

—Siempre va a ser un mimado si sigues tratándolo como un niño pequeño. — Ángel dijo y Sonia simplemente rodó los ojos llevándose otro trozo de pastel a la boca con el tenedor.

—¿En qué te afecta?

—En que se va a poner a chillar por cualquier cosa y no hará nada solo porque siempre alguien más tendrá la solución.

—¿Por qué dices esa mierda cuando tú eres igual? — Cristian se defendió arrugando la nariz a la vez que recibía el plato que le entregaba la mujer.

Si estuviésemos en una caricatura, sus ojos se hubieran abierto lo suficiente para parecer que se podrían salir de su cuenca y juraría que podrían salir corazones feos y rojos de ellos. Sonrió y sus ojos se concentraron en Sonia.

Je t'aime maman*— dijo y Consus soltó una carcajada.

—¿Te afectó el dulce Cristian? — pregunto con burla.

—¡Cállate! — se defendió Cris justo antes de llevarse un donut a la boca mientras Ángel meneaba la cabeza ligeramente y Crono acababa prácticamente él solo con la bandeja de caramelos de chocolate y dulce de leche derretida.

Cristian empezó a insultar a Ángel cuando este dijo que parecía un niño de cinco años y que terminaría siendo una ballena por comer tanto a la vez que le pedía el consejo y la fórmula secreta para tener músculos, verte como si hicieras una dieta extrema y comer como un elefante.

LOS HIJOS DE LA ÉLITE® [Bloody#1] ✔️ DISPONIBLE EN FÍSICO. VERSIÓN DE WATTPADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora