Joseph
Soportar a Rose algunas veces agota mi paciencia. Me despido con un simple asentimiento de cabeza mientras la fuerte lluvia azota con fuerza contra el pueblo y ni siquiera nos hemos dado un beso, aunque técnicamente somos novios ante todo el mundo.
El frío de afuera chocando contra la calidez de mi hogar, el auto llevándosela lejos de mi vista y es así como siento un peso menos cuando desaparece.
Las puertas mecánicas que hacen exclusiva la mansión se cierran y solo me quedo observando como los arbustos se mueven con fuerza debido al viento y como las gotas de agua que caen del cielo chocan con fuerza contra el suelo.
Cierro la puerta de la mansión y camino en completo silencio repasando el patrón dorado y blanco que hay por todas partes. «Mis padres tienen cierta fascinación por el oro» y como su digno hijo repaso la sala que me ha visto crecer. Sala que está llena de pequeños detalles en oro como el candelabro, el marco y la estatua de Jake y yo que reposa en el centro del lugar con flores de tulipanes alrededor.
«Oro puro que está fundiendo en la imagen viva de ambos, uno al lado de otro» Ella con una sonrisa perfecta con su mano entrelazada a mía sobre su regazo mientras estoy besando su mejilla.
Una obra que nos hicieron en Italia hacía tres años y de la cual mis padres están enamorados tanto como nosotros siendo lo primero que observas cuando entras en la mansión.
Una canción de piano comienza a sonar y dejo de observar la estatua para perseguir el lugar donde proviene el sonido. No duro más de dos minutos cuando encuentro de dónde proviene y mis ojos se concentran en la persona que es completamente diferente a mi "novia": carismática, hermosa y el deseo más oscuro que tengo tocando las notas del piano con los ojos cerrados. Su cabello largo cae en forma de cascada y un vestido holgado de flores que le llega más arriba de sus rodillas la hace ver como un ángel caído del cielo tocando una sonata perfecta sin esquivarse en ningún momento.
Me recuesto al marco completamente concentrado en ella; la forma en la que puede sus dedos con agilidad en las teclas, como frunce las cejas y como suelta aire por la boca con fuerza cuando termina de forma limpia el clásico que me hace aplaudir orgulloso. Se sobresalta, sonrojándose de forma ligera y regalándome una sonrisa que me derrite de inmediato mientras me acerco.
—¿Es nueva? — pregunto y ella se hace un lado, permitiendo que me siente en el espacio que dejó
—La aprendí el fin de meses — responde y asiento tocando las teclas con la yema de mis dedos.
—¿Ya se fue? — pregunta bajito y...
—Sí, ya se fue — levanté la mirada y me encontré con la suya.
—Joseph yo... — comienza con los ojos puestos en mí, brillantes mientras acaricio su mejilla con dulzura. No me gusta la mueca que hace así que espero paciente que suelte lo que tenga que decir, hasta que por fin lo dice: — ¿Es cierto lo que hablaban? Un compromiso es algo apresurado...
—¿Estabas espiándonos?
—Solo estaba ahí y escuché esa parte por casualidad.
—¿Qué opinas sobre eso?
—Siento que es muy pronto — es su simple respuesta — No hay una necesidad tan grande de llegar a esos extremos...
—La familia lo es todo — recuerdo las palabras de mi padre — ¿Entiendes? Y si debo sacrificar mi vida por estar en un compromiso que no quiero, lo haré.
Ella se levanta molesta, alejando la mano que acariciaba su mejilla. Parece que va a llorar y me levanto de inmediato para atraerla a mí porque no me gusta que este así.
«Son las cosas que más me joden» Que mis acciones la lastimen y ella se aleja como si mi toque le quemara, empeorando la situación.
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LOS HIJOS DE LA ÉLITE® [Bloody#1] ✔️ DISPONIBLE EN FÍSICO. VERSIÓN DE WATTPAD
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