QUIEBRE

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JAKE

Mis ojos se concentran en él resaltando cada una de las cosas que me han hecho caer una y otra vez en el mismo hueco sin importar las advertencias que haya en mi mente, sin prestarle atención al lado razonable que tengo ahí y que por más que intente escuchar, nunca lo hago.

Se sumerge en la piscina climatizada de un chapuzón haciendo que el agua me salpique. Hago una mueca porque por su culpa la revista de moda que se encontraba entre mis manos ahora está mojada y no me importa el hecho de que no la estaba ni mirando, coloco mala cara y eso solamente lo hace sonreír cuando me observa porque me gusta hacerle berrinches y a él le gustan mis berrinches.

Su cabello húmedo se pega a su frente, sus ojos azules brillan y nada hacia la orilla para impulsarse con las manos con agilidad y salir haciendo que trague saliva al ver su torso pálido trabajado, cada musculo de su cuerpo flexionándose por el movimiento y las gotas de agua recorriendo cada centímetro de su piel me hace agua la boca.

La imagen que me da es realmente erótica y la pantaloneta de baño negra no le hace justicia a su hombría que resulta muy notoria porque se le marca toda. Trago saliva y solamente señalo la revista con las intenciones de hacer un drama mientras intento ignorar todas las cosas perversas que me imagino y que desde luego no debería imaginarme.

— La dañaste como todo lo que tocas — suelto y él rueda sus ojos, acercándose más y cuando veo sus intenciones, lo empujo con los pies, pero Joseph me impide los movimientos sentándose arriba de mis piernas haciendo que suelte un chillido porque el agua esta fría y lo empeora, abrazándome.

— Te veo muy bonita y eso que te he tocado.

— ¡Joseph! — lo reprendo porque alguien de la servidumbre puede oírnos e intenta besarme, pero lo esquivo. Suelta un resoplido y me muevo para volver a impedir el beso.

La revista cae al suelo y lo empujo haciendo que caiga de culo al suelo. Me levanto con las mejillas sonrojadas y le lanzo una patada que él esquiva y cuando intento darle otra, me toma del pie, pierdo el equilibrio y solamente escucho un quejido de su parte cuando caigo encima de él llevándome el mantel de la pequeña mesa cuando intento sujetarme inútilmente para no caer, donde había comida que una de las sirvientas había puesto hacia puesto hace unas horas.

Los platos caen al suelo y todo se parte, la fruta se esparce por el suelo y los jugos cítricos se esparcen en la grama.

Me golpeo el brazo con la caída y cierro los ojos quedándome quieta mientras puedo imaginarme el desastre que me niego a mirar con más atención. Estamos en una posición realmente extraña, parecemos unas cucarachas y comenzamos a reír cuando nos damos cuenta de lo que acabamos de hacer.

— Te odio — digo girándome para quedar boca abajo y ver su rostro. Tiene los ojos cerrados y no resisto la tentación de tocar su rostro y lo hago; paso mi dedo por su mandíbula haciendo que trague saliva y así, en esa posición, con los ojos cerrados, dice:

— No me odias, me amas y lo sabes — abre los ojos y me quedo quieta cuando su azul choca contra el mío — Lo dicen tus ojos, tú forma de tratarme y la historia que tenemos detrás y la que seguramente tendremos adelante.

La seguridad con la que se expresa me hace tragar saliva. No sé qué decir y tenemos ese duelo de miradas donde no me atrevo a hablar y él tampoco hasta que la posición se vuelve incomoda y me levanto, arreglando la tira del traje de baño y él estirándose porque seguramente tiene un calambre en la espalda.

Miro el suelo, exactamente el desastre de comida y cuando siento que se va a levantar y seguramente se alejará como lo ha hecho desde un día antes de la genial fiesta de compromiso donde se hizo más que realidad el hecho de que tendrá que vivir con Rose, acostarse con Rose y que seguramente en unos años tendrán dos hijos y seis gatos y que tendré que conformarme con quererlos desde lejos como su tía mientras amo a su padre en secreto. Reprimo un suspiro y cuando siento que las cosas están más que claras entre nosotros, está vez, cambiando todas las ideas en mi cabeza, me toma el rostro con su mano y me obliga a mirarlo.

LOS HIJOS DE LA ÉLITE® [Bloody#1] ✔️ DISPONIBLE EN FÍSICO. VERSIÓN DE WATTPADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora