Capítulo 6 (*)

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LUCY

Al entrar, todas las miradas se dirigieron a nosotras. Todas menos la de unas mesas compartidas al fondo del salón, pude distinguir a Crono entre ellos, el único que me miraba atentamente desde su silla luego de unos minutos, antes de volverla a colocar en el suelo.

Los otros tres chicos miraban sus cuadernos, cómo si lo que pasase a su alrededor no fuera merecedor de su atención. Era extraño y el ambiente que daban también lo era. Parecía que fueran de otro planeta y emanaran una energía superior a la del resto.

Tragando algo de saliva de forma dificultosa me dispuse a examinar el castaño con comportamiento extraño:

Sus pies estaban cruzados debajo de la mesa, su chaqueta gris estaba perfectamente planchada, una corbata celeste que hacia juego con la camiseta azul claro, su cabello estaba perfectamente peinado hacia atrás y sus ojos verdes estaban algo claros, mirándome por qué ahora lo hacía.

Me relamí los labios, incómoda mientras mi corazón latía con fuerza contra mi caja torácica haciendo que mis vellos se erizaran. Por alguna razón este chico gritaba misterio e intriga junto a su comportamiento borde y su mal gusto de musical que no me dejo dormir. Su piel pálida lo hacía relucir aún más; se veía cremosa, limpia y perfecta. Lo descubrí gracias a que lo miraba atentamente; él movía su pie debajo de la mesa sin despegar los ojos de mí, era extraño como sentía que estaba acorralándome, quizá enviándome vibras negativas ya que me sentía indefensa o amenazada. Él se relamió los labios y pude ver una pequeña sonrisa siniestra en aquellos labios rosados y carnosos. Mis ojos se abrieron lo suficiente mientras apretaba mis puños sin razón hasta que la voz de Marta me saco del extraño trance en el que me encontraba perdida en aquellos iris verdosos.

— Ándale, siéntate a mi lado— dijo en voz baja antes de jalarme del brazo y sentarse en el pupitre acolchado.

En silencio, aturdida hice exactamente lo que me había ordenado: me senté a su lado y traté de fijar la vista en el pizarrón mientras la profesora explicaba algo respecto a números y ecuaciones que no logré entender por completo ya que me encontraba perdida en mis pensamientos hacia otra persona.

Mordí mi lapicero mientras miraba disimuladamente al culpable de mi falta de atención a la clase cuando me sentí con la suficiente fuerza para hacerlo. Sus compañeros de mesa intercambiaban palabra debes en cuando, menos él lo que me hacía preguntarme sí tenía algún problema social o era apático a compartir el oxígeno con otros.

Él estaba callado y en el momento que nuestras miradas chocaron. Tragué mordiendo con fuerza el lapicero al sentir sus ojos verdes mirándome fríamente. Me removí sombre mi asiento, volviendo la atención al pizarrón como un cachorro indefenso.

— ¿Estás incomoda?— la pregunta por parte de Marta me hizo fruncir los labios.

—Tal vez— dije y ella asintió, mientras terminaba de copiar unos dígitos en su cuaderno.

— Es normal, Lucy pero no pareces tan afectada cómo lo hace el resto.

— ¿Qué? ¿De qué hablas?

—Es normal sentirse incómoda— susurró y yo me confundí aún más— Eso es lo que hace Crono: distraerte y hacerte sentir incomoda.

No puedo explicar la mirada confundida que le mande pero sentí ganas de alejarme de ella por las cosas extrañas que decía desde los cortos minutos que llevo conociéndola. Ella continuó hablando: — Cada uno de los hermanos son diferentes, lo único cierto es que tienen esa esencia que te hace sentirte incomoda y confundida, de pronto quieres saber que ocultan, qué pasa con ellos, y por qué son así...— hace una pausa— Son raros, misteriosos y jodidamente buenos pero lo más real de todos ellos es que: son peligrosos y es mejor estar muy lejos de ellos así nunca podrían hacerte daño.

Se acomoda los lentes y vuelve su vista al pizarrón. Me quedo observándola mientras todas esas palabras confusas y junto con la confesión se recopilan en mi cabeza. Una sensación extraña llena en mi boca.

— ¿Te gusta uno de ellos?— pregunté luego de unos minutos y ella niega rápidamente mientras le echa una mirada a Crono antes de volverla hacia mí de forma sospechosa.

—No pero a alguien que conocí si le gusto uno de ellos y término muy mal.

Las últimas palabras me toman desprevenida y dejo de jugar con mi cuaderno para cruzarme de brazos y mirarla.

— ¿Qué tan mal? — le pregunto sin rodeos y ella traga saliva.

— Muerte — responde y mis vellos se erizan por un momento— eso es lo que le paso a...—se calla y menea la cabeza.

La miro con ojos con ojos desorbitados mientras la tomo del brazo.

— ¿Quién, Marta?— le pregunto y ella niega.

—Olvídalo, ¿sí? Es mejor que no te metas en esto — pide en un hilito de voz antes de levantarse y salir corriendo del salón haciendo que la profesora me miré al igual que todo el salón pero yo solo giro la cabeza para encontrarme con los ojos verdes de Crono y los de sus amigos sobre mí.

Mientras lo único que pienso en es: ¿Qué mierda es lo que acaba de pasar y qué está sucediendo en este pueblo?

LOS HIJOS DE LA ÉLITE® [Bloody#1] ✔️ DISPONIBLE EN FÍSICO. VERSIÓN DE WATTPADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora