Capítulo 79 (*)

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LUCY

Las rodillas se me debilitan, siento que todo me estorba y que me están enterrando un cuchillo en el pecho por el dolor que siento justo ahí.

Eso y la ira que me carcome cada célula del cuerpo. Mi cabeza solamente procesa lo que Crono dijo y lo que está ahí, pintado en el letrero con color rojo carmesí. La última letra del nombre de mi madre escurre y gotea al suelo formando un pequeño charco de color rojo.

—¿Es sangre? — Escucho que le pregunta Joseph a Caleth, pero mi cabeza solamente me juega sucio, recordándome cosas que me colocan a temblar con la vista fija en el letrero. No soy capaz de escuchar lo que el resto dice, ni siquiera sé quién coloca su mano en mi hombro.

Tengo los ojos cristalizados, exactamente como los tenía esa vez, ese día donde estábamos en medio de la nieve en Rusia, pero esa no era una experiencia linda para mí, porque mi mamá no estaba sonriendo como a mí me gustaba, mamá en cambio, estaba dormida en el suelo y de su cabecita salía sangre.

—¿No tienes frío?— pregunté con la voz débil. No sabía que era lo me habían hecho, pero sentía una punzada horrible en mi cabeza y había una venda, tapándome la mitad de ella.

Me abrazo a mí misma, y no sé cómo hacer lo mismo con mi mami que está dormida y sin nada de ropa al igual que yo. No sé cuándo nos trajeron aquí, no recuerdo casi nada y los dientes me rechinan por el frío que siento.

—¿Mami? — susurro, arrastrándome con cuidado hasta llegar hacia ella. —Mami, despierta. No sé qué fue lo que paso, tengo miedo, mami. Despiértate, por favor.

Mi manito se coloca contra su mejilla. Su cuerpo está tan frío, que me acerco y trato de cubrirla con mis brazos percatándome de no hacerle daño porque tiene heridas por todos lados.

Coloco mi mejilla contra su piel y cierro los ojos, encogiéndome sobre mi lugar, sintiendo como la nieve choca contra mi cuerpo y lo único que quiero es a mi mami despierta, comer galletas y ver su sonrisa.

Solamente quiero que abra los ojos...

Mami, por favor abre los ojos. — digo, con mis ojos cerrándose solos por el cansancio y me quedo quieta, esperando que ella haga lo que le pido, pero no lo hace.

Mis ojos se concentran en su nombre, regresando a la realidad y por mis ojos pasa lo que sucedió después de que despertara en el bosque de Moscú en donde nos encontrarían tres días después.

—¿Quién es ella? — pregunta el hombre que utiliza un uniforme a la mujer que me entrego una toalla para cubrir mi desnudez.

—Es su hija, oficial— responde con voz trémula, mirándome de reojo — La encontramos junto al cuerpo de Alukah que ya entraba en fase de descomposición.

—¿Ella tenía una hija? — el hombre me observa de arriba abajo, pero nada me importa porque lo único que quiero es que mami me abrace— ¿Y qué le sucedió?

—¿A ella o Alukah?

El oficial le da una mala mirada a la mujer y ella se apresura en responder: — Ella tiene los pies quemados por el hielo, golpes en los muslos, está deshidratada, tiene una contusión grave en la cabeza y...

—¿Y qué?

—Creo que le hicieron una especie de trepanación, pero no en el cráneo. A ella se lo hicieron en la parte posterior izquierda de la cabeza, pero no entiendo con qué fin le hicieron algo así a una niña de diez años...

Ambos me miran y yo solamente tengo la vista al frente, abrazándome a mí misma y pensando en lo único que quiero y es a mi mami. No respondo las preguntas que hacen, pero si soy llevada al lugar donde tienen el cuerpo de mi madre que tiene los ojos abiertos mirando el vacío mientras la palabra muerte se repite por mi cabeza una y otra vez.

LOS HIJOS DE LA ÉLITE® [Bloody#1] ✔️ DISPONIBLE EN FÍSICO. VERSIÓN DE WATTPADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora