Jessica. Su nombre es Jessica y se acercaba con una enorme sonrisa burlona en el rostro por el pasillo. Ella era, por decirlo así, la reina de la escuela. Sus cabellos rubios y sedosos y su cuerpo de porrista son la causa de la envidia de las chicas y el deseo de los chicos. Era, simplemente, odiosa. Compartíamos curso desde la primaria y no recordaba un solo momento en el que nos hubiéramos llevado bien. La adolescencia era complicada, a algunos les iba bien y a otros mal. A ella le estaba yendo bien en la famosa pubertad y no se cansaba de hacérselo saber a todos. Ese día no tenía ganas de lidiar con ella. Ese era mi día necesario de invisibilidad.
-Hola, Nina.- sonrió de forma sarcástica.
-Hola.- dije con la vista gacha, mirando distraídamente mi celular en busca de un escape.
-Venía a invitarte a vos y a tu mamá a... Ah, esperá. ¿Dónde está tu mami? Escuché por ahí que se fue. Decime, ¿es cierto?
La risa de Jessica resonó por el pasillo, pero las dos chicas detrás de ella, su "amigas" no siguieron sus gracias. Era la primera vez que escuchaba que la dejaban reír sola. No la miré, no tenía tiempo para eso. Quise irme, pero Jessica me tomó rápidamente por el brazo. Alcé la mirada hacia las tres chicas que tenía frente a mí. Una de ellas, Britani, una preciosa morocha de ojos azules con mejor cuerpo que el de Jessica, le pasó por al lado chocándola y se acercó a mí.
-Vamos, linda, no la escuches.
Su actitud me pareció extraña pero algo me decía que ya se había cansado de ser la sombra de una persona así. Es lo que pasa, ¿no es así? No queremos ser sombras y mucho menos de un árbol hueco que puede caer tras la primer tormenta. Zafé mi brazo del agarre de la rubia con un movimiento brusco. Britani me miró, como esperando que la acompañe. No intentó tomarme, lo que fue un alivio. Lo único que me faltaba era ser un juguete en disputa que Jessica tenía en la mira.
-¡Britani!- chilló Jessica.- ¿Qué haces?
-Jessica, basta.- dijo ella, como desganada.- Te estás pasando. De verdad. ¿Cuántos años tenés? Mejor ni respondas. Yo ya no quiero ni verte.
Dicho esto volteó hacia mí y me invitó a acompañarla.
-No le hagas caso.- me dijo mientras nos alejábamos por el pasillo.
-No te preocupes. Gracias por... eso.
-No fue nada. De todos modos estaba pensando en acercarme a vos después de que me enteré de lo que pasó. Te pido disculpas por todo lo que te hice en el pasado, estoy dispuesta a remediarlo.-dijo con una hermosa sonrisa.
-No es algo que me preocupe.-admití.-Yo... Creo que no voy a entrar a clase hoy, así que...
-¡Nina!- gritaron a mi espalda. Ryan se acercó corriendo por el pasillo.- ¿Estás bien?
-Sí.- dije encogiéndome de hombros. Sabía que él había escuchado algo del episodio porque no se veía tranquilo.
Noté como Britani se tensaba a mi lado ante la presencia de mi amigo. Había cosas que jamás cambiarían. Cosas efímeras y sin importancia que se mantenían incluso en los peores momentos. Su reacción había sido una de esas cosas.
-Estoy bien gracias a ella.- agregué y la miré.- Ella es mi amiga Britani. - dije reprimiendo una sonrisa, mientras ellos se miraban como tontos.- Me voy a clase.
-Creí que no ibas a...-empezó Britani.
Pero no le di tiempo de terminar y me marché. Quizás las clases eran otra de esas cosas efímeras. Quizás lo que hacía falta era que todo volviera a ser normal para que la ausencia se volviera normal también. Porque la gente se muere. La gente se muere todo el tiempo y eso es normal. Igual que los bebés que nacen, los animales, las olas, el ruido. Todo eso es normal. Tiene que serlo, porque sino sería imposible estar vivo. Suspiré al entrar a la clase de biología. Odiaba profunda y exquisitamente a la biología, pero era parte de esa normalidad y mi vida necesitaba volver a serlo.
- Buenos días.- saludó el profesor. Yo solo lo miré y nadie más pareció notarlo. -No quieren saludar, bueno. Saluden al examen sorpresa.
Las quejas empezaron a elevarse y el profesor, enojado, las acalló.
-No me importa nada de lo que puedan decirme. Lapicera y papel. Veo algo más y retiro la hoja.
Empezó a dictar las preguntas y tomó asiento. 2, 3, 8, 15 exámenes entregados en blanco. 2 retirados. Con este profesor no estaba para hacerse bromas. Él no soportaba las bromas, ni los "ayuda memoria", ni nada. Miré la hoja en silencio. Comencé a dibujar la mesa en silencio. En la hoja había una penosa pregunta y media resuelta. No había estudiado, no lo sabía. Pasé el examen hacia adelante para que llegara a su escritorio. Me recosté sobre la mesa y lo vi corregir en silencio mientras algunos, los que sí entendían algo, peleaban por su promedio.
Entre los examenes desaprobados estaba el mío. Solía preparar buenos exámenes para la materia y era buena alumna y por eso el profesor decidió anular mi examen. Creo que solo fue una excusa para decir "lamento lo de tu madre".
Salí del salón cuando sonó la campana. Me colgué la mochila al hombro. Fuera como fuera volvería a casa. No tenía las ganas suficientes para pasar ahí otro minuto. A la primera que me crucé fuera del salón fue a Britani.
-Gracias por lo de recién.- murmuró.
-Estamos a mano.-dije aún con la tristeza alojada en cada palabra.
-¿Te vas?
-Distraé al portero.-pedí y avanzamos hacia la puerta.
-Si Ryan pregunta...
-Él ya lo sabe.-dije.-Ellos dos lo saben muy bien.
Salí por la puerta delantera sin que nadie me detuviera. Me puse los auriculares y caminé por la calle, invisible, efímera, como cualquier otra persona con cualquier otra vida en una mañana nublada que no prometía absolutamente nada.
![](https://img.wattpad.com/cover/25836867-288-k935033.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Hermana de Harry Styles
FanfictionElla, tímida e invisible. Él, famoso y popular sin preocupaciones. Pero todo cambia cuando él descubre que tiene una hermana y ella, tras la muerte de su madre, se entera que es adoptada.