Hermana de Harry Styles

42- Lo siento

Narra Nina.

Desperté en el hospital. Los chicos dormían junto a mi cama. Mi panza estaba más chica y no sentía a mi bebé dentro lo que provocó que me inquietara de sobremanera. Una enfermera entró y me sonrió pero no pude devolverle el gesto.

-¿Cómo se encuentra?-preguntó.

-¿Dónde está mi bebé?

-Lo siento.- dijo ella.- Su bebé murió, señorita Styles.

-Eso no puede ser.- dije con lágrimas en los ojos negándome a aceptar sus palabras.

-Lo lamento mucho. Ahora debe dormir.

-Dígame dónde está mi bebé. -supliqué.

Mi hermano se removió a mi lado.

-Señorita...

-Quiero a mi bebé.- lloré.

Harry se incorporó al entenderlo. Tenía los ojos hinchados y rojos. La enfermera se retiró luego de que él le hiciera una seña.

-Harry...- sollocé.

-Perdón, princesa.- dijo él con dolor en su voz.

-Él está vivo. Yo lo sé.

-No, mi amor.- dijo tomando mi mano.- Murió.

-Soy su mamá. Sé que está vivo.- lloré. Sabía que mi bebé estaba vivo, podía sentirlo.

....

Tres días después de la noticia enterramos a un bebé muerto. Ese bebé no era mío y yo lo sabía. Ya casi no tenía panza y los chicos estaban muy preocupados porque no hablaba con nadie desde lo que pasó, no quería hacerlo, ellos no querían creerme y me dolía. No entendían. Ellos no habían estado ahí todo ese tiempo. Yo vi a ese bebé y no era mi hijo. No lo era. Mi hijo estaba en otra parte y no me dejaban verlo, no me decían dónde estaba. Me lo habían sacado. Me habían sacado a mi hijo.

...

Narra Harry.

Parecía que había sido ella la que murió en lugar de Santino. Ella no hablaba, no comía, no escuchaba música, no salía de su habitación en todo el día. Liam había intentada hablarle pero ni siquiera eso resultaba. Sabíamos que había mandado a la policía a investigar al hospital y por más que fuera una locura, la dejamos, porque tal vez así aceptara lo que había pasado.

-Nina.- llamé a la puerta. Esta se abrió y la encontré sentada frente a su cama con los ojos rojos e hinchados. Empujó algo con su pie y luego me miró.

-Hazza, no quiero.- dicho esto corrió al baño.

Volví a ver a la Nina de 15 años que entró en mi vida. La nena chiquita que lloraba ante lo desconocido. Era otra vez mi Nina. Me quedé sentado en su cama esperándola. Ella salió con unos pantalones negros y un buzo de Liam. Se sentó al lado mío y me abrazó.

-Lo perdí,- murmuró.- y fue mi culpa. Maté a Santino antes de que él conociera la vida fuera de mí.

-Shh.- dije acariciándole el pelo.- no fue tu culpa. Tu cuerpo no estaba listo.

-Porque yo no lo preparé.

Se paró frente a mí. Había tanto dolor en sus ojos que me costaba sostenerle la mirada. Mi nena, mi chiquitita. ¿Cómo es que estaba sufriendo tanto?

-Perdón.- susurró.

Sentí que se disculpaba por algo que haría o por algo que había hecho sin que supiéramos y una mala sensación comenzó a crecer dentro de mí, había algo que ella no estaba diciéndonos.